Si quieres dejar de tener problemas a la hora de encontrar trabajo o quieres dar tu máximo potencial en tu puesto actual, desde MagasIn te traemos algunos consejos para lograrlo, de la mano de Francisco Fernández Yuste.
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Es normal que la búsqueda de empleo sea un proceso agobiante, debido a las expectativas que le vinculamos (un mejor sueldo, una calidad de vida más alta, un aumento de responsabilidades...).
Sin embargo, muchas veces ese nerviosismo es el que nos hace volcar en una entrevista o proceso de selección. Entender esta fase como una conversación entre dos personas y tener en mente que tú también puedes preguntar acerca de la empresa es esencial para un buen resultado.
Por otro lado, si quieres desarrollarte más a nivel laboral y trabajar en tus habilidades, algunos de estos consejos también te serán de utilidad.
Francisco Fernández Yuste es licenciado en Psicología y tiene un Máster en Inteligencia Emocional, Desarrollo Directivo y Coaching. Además, se especializó en recursos humanos y, específicamente, en la parte de selección de personal.
¿Qué consejo le darías a alguien que busca empleo?
Le diría que es un trabajo que requiere paciencia y cariño. Que se trata más de una maratón que un sprint. Por ello, la estrategia es fundamental. Hay que hacer un gran trabajo de autoconocimiento (para saber a qué queremos dedicarnos), de mercado (para entender en qué posiciones tenemos más probabilidades de encajar) y de desarrollo (hacer acciones que nos permitan mejorar nuestro perfil profesional para tener más opciones de encontrar trabajo).
Algo esencial es saber cómo funciona la búsqueda de empleo, herramientas que hay que utilizar o la importancia de tener y desarrollar una buena red de contactos.
Por último, y para mí uno de los aspectos más importantes y menos valorados, la relevancia del autocuidado y protección de la Salud Mental durante el proceso de búsqueda.
¿Cuáles son los principales factores que influyen a la hora de entrar en un proceso de selección?
Entrar en un proceso de selección implica que tu candidatura haya generado un impacto positivo en la persona que está tomando la decisión de quien avanza y quien no.
Hay dos formas de acceder a un proceso de selección. La primera es que nos inscribamos a una oferta de empleo y la segunda es que una persona se fijara en nuestro perfil y nos invitase a participar en el proceso.
Para el primer escenario es esencial tener un CV bien desarrollado y adaptado a la oferta de empleo (o el perfil del portal de empleo o web que utilicemos para la inscripción).
Para el segundo escenario es esencial contar con una buena red de contactos y presencia en LinkedIn (aunque también pueden ofrecerte participar en procesos de selección si eres visible en otras redes) para llamar la atención de la parte contratante.
¿Cuáles son los principales errores que se cometen en una entrevista?
En la gran mayoría de procesos de selección te van a seleccionar por cómo comunicas que trabajas y no por cómo trabajas (las personas de selección te escuchamos describir tu experiencia y conocimientos, pero en muchas ocasiones no vemos tu desempeño). Por ello, muchos de los errores se relacionan con la forma en la que las personas comunican.
Desde no focalizar el mensaje y dar información no relevante, criticar en exceso anteriores experiencias de trabajo o no practicar la escucha activa y no entender la necesidad que tiene la otra parte.
Un gran error es no preparar la entrevista de forma efectiva. Si queremos tener más probabilidades de ser seleccionados debemos prepararla a conciencia.
¿Y en el CV?
El principal error que tiene el CV es pensar que es un documento que será válido para todas las ofertas de empleo. Es fundamental poder adaptarlo un poco según la oferta.
También un CV muestra tu forma de trabajar (o al menos de cómo has trabajado a la hora de hacerlo), por ello, faltas de ortografía, desorganización a la hora de presentar la información o faltas de atención al detalle no son buenos indicadores. Por último, si decides incluir una foto, es importante que te favorezca y que se adapte a las normas que hay que seguir en un CV.
¿Qué son las habilidades duras y blandas?
Las habilidades duras son el conjunto de nuestros conocimientos y habilidades técnicas. Gracias a ellas podemos resolver de forma efectiva, o no, las tareas que se requieren en un puesto de trabajo. Responderían a lo que sabemos hacer. Por ejemplo, tener cierto nivel en Excel.
Las habilidades blandas se relacionan más con las capacidades que regulan nuestra forma de trabajar, comportamos y relacionarnos con los demás. Responderían a cómo hacemos las cosas. Por ejemplo, la comunicación.
La importancia de ambas habilidades es aterrizarlas. Decir que quiero a alguien con un cierto nivel de Excel no es algo que esté claro. Lo importante es indicar, por ejemplo, que necesitas a una persona que sepa hacer tablas dinámicas en Excel.
¿Son todas las habilidades igual de importantes?
Cada puesto de trabajo requiere una combinación de ambos tipos de habilidades. Dependiendo de la posición, se podrán priorizar unas sobre las otras. Por ejemplo, en un perfil más tecnológico puede primar más la parte de habilidades duras mientras que en un perfil comercial puede priorizar la parte de habilidades blandas.
¿Cuáles interesan más a los reclutadores?
Depende de la posición. Es cierto que el proceso de selección es muy comunicacional y vamos a mostrar nuestras habilidades blandas en las distintas fases. Sin embargo, habrá posiciones en las que si la persona no tiene un cierto nivel técnico no va a poder ser seleccionada.
Es cierto que las entrevistas con reclutadores se centran más en las habilidades blandas que en las duras. Un reclutador tiene que ser muy bueno analizando las habilidades blandas y tener cierto conocimiento en las duras. Es esencial ver que la persona también pueda encajar en la cultura de la empresa. Para medir la parte de habilidades duras se pueden hacer ciertas pruebas técnicas o ser analizadas en entrevistas con compañeros y/o el propio responsable.
¿Cómo puede uno demostrar su valor diferenciador en un proceso de selección?
Creo que una gran clave es entender el proceso de selección como la necesidad que tiene una empresa. Tu objetivo en la entrevista, y previamente analizando toda la información, es entender realmente qué necesita la compañía y mostrar que encajas en lo que buscas. Existe una creencia de que elegimos a las personas que más se diferencian cuando realmente buscamos a las que más encajan en el puesto de trabajo.
Entendiendo la necesidad que tiene la empresa será más fácil adaptar la información que podamos compartir en entrevista. Generar también una buena experiencia a las personas que conozcamos también será esencial. No es tanto diferenciarse sino adaptarse a lo que la empresa necesita y hacerles ver que su necesidad será cubierta con nuestra experiencia.
¿Tienes algún consejo extra que quieras añadir?
Hay que desarrollar un concepto al que denomino como atractivo profesional. Eso significa que nuestro perfil siga siendo atractivo en el mercado y que si nos pusiéramos a buscar trabajo no nos resultase tan complejo encontrar un nuevo proyecto. Un problema que tienen muchas personas es que llevan años en su empresa haciendo lo mismo. Incluso han dejado de desarrollarse en idiomas o habilidades blandas y duras por la estabilidad de su puesto de trabajo.
Nunca olvides esto: pueden despedirte o tu empresa puede desaparecer en cualquier momento. Por ello, siempre tienes que estar preparado y tener un plan B y C y más en un mundo tan cambiante y un mercado laboral tan agresivo en España.