¿Qué mejor forma de empezar el año que con una casa ordenada y limpia? Eso es lo que nos propone la influencer Eva Ruiz, conocida en instagram como @evalaordenada.
[Streamline, el método infalible para ordenar la casa y sentirse en calma y totalmente relajada]
En su libro Lo que se ensucia se limpia (MR Ediciones, 2023) la autora explica de forma fácil y amena cómo afrontar el orden y la limpieza diaria, semanal y mensual, sin que suponga un dolor de cabeza.
Desde MagasIN hablamos con Eva y nos descubre los trucos para organizar la casa y dedicarle el menor tiempo a limpiar.
El título, Lo que se ensucia se limpia es toda una declaración de intenciones
Eso es, pero es que tenemos la fea costumbre de ensuciar y dejar el rastro. Y si nos implicamos un poquito más en recoger bien lo que acabamos de ensuciar, ya no te digo todo, pero sí lo que acabamos de ensuciar: esas miguitas, esos granos de café... Iríamos mucho mejor.
Los denominas tips de orden y limpieza para gente sin tiempo, ¿para quién escribiste el libro?
Es un libro para todos. Para él, para ella, para la pareja, para quien vive solo, para quien tiene hijos, para los hijos... Es para todos. Y mi objetivo al escribirlo, primero es relativizar las cosas, porque el orden y la limpieza generan muchas discusiones en casa, y luego también para repartir más las tareas.
Como mujeres, no cargarnos con todo, porque lamentablemente, aún hoy somos así, creemos que lo hacemos más rápido y que lo hacemos mejor. Y al final, nos vamos cargando con todo y luego vamos lamentándonos de que no llegamos a todo, acabamos el día agotadas, vemos la casa hecha un desastre porque no cunde...
Yo les digo siempre a mis seguidoras en Instagram: ¡Vale, pero el resto de la familia, cuando tú estás haciendo todo eso: poniendo la lavadora, recogiendo, haciendo la cena, bañando a los niños... el resto ¿dónde están? Porque el reparto de tareas no suele ser muy equitativo que digamos.
Confiesa Eva, ¿a ti te gusta limpiar?
Yo prefiero ordenar, pero limpiar no me gusta (se ríe). No me gusta porque es una tarea muy desagradecida. Limpias por la mañana y por la tarde vuelve a haber polvo... Limpias el baño y siempre va alguien detrás y vuelve a estar el baño empantanado.
Es una faena que no cunde y no es agradecida. Si que es agradable la sensación cuando acabas de limpiar y dices: ¡Por lo menos, que me dure cinco minutillos! Porque a veces ni eso.
Vienes de otros sectores, ¿cómo llegaste aquí?
En los últimos años me formé y me dediqué a la fotografía. Yo tenía mi propio estudio de fotografía, pero llegó la pandemia y el confinamiento y ya sabes lo que supuso. Era imposible trabajar. Así que decidí dar un cambio porque no podía aguantar tantos meses sin trabajar.
Empecé abriendo la cuenta en Instagram como hobby, y resulta que empezó a funcionar y ahí me quedé.
¿Tú te consideras una enferma del orden?
No, rotundo. Yo procuro tener mis cosas en orden y a mi gusto, pero no soy una obsesa, en el sentido de ordenar hasta los cajones de mi pareja o los de mis hijos. Cada uno tiene su espacio. Si mi marido quiere tener su cajón de una manera, pues oye a respetarlo, yo no lo abro.
Alguien cuyo propósito del año sea poner en orden su casa, ¿por dónde tiene que empezar?
Cuando tienes mucho caos en casa, es igual que cuando tienes un proyecto por delante que es muy complicado, y no sabes por dónde empezar.
Mi consejo es que empieces por un cajón, el que quieras, empieza por uno, porque luego ya viene todo seguido.
Si empezamos por lo fácil, luego lo complicado no lo hacemos. Pero en casa todo es empezar por un cajón. Y sobre todo, y muy importante, lo primero que hay que hacer es vaciar y descartar todo lo que no utilizamos, lo que está estropeado, lo que ya no nos sirve y lo que ya no nos gusta.
¿Cuáles son los tips más destacados del libro?
En cuanto a orden sería primero descartar, deshacernos y trabajar el apego material, porque tenemos mucho apego a las cosas y sobre todo, a las que son completamente inútiles, que está muy bien tener cosas de recuerdo, pero hay que tener un límite.
La clave está en mantener organizado lo que ya hemos ordenado y repartir tareas, como he dicho, sobre todo para el orden y la limpieza, y que cada miembro de la familia sea responsable de sus propias cosas, de una zona de la casa o de una tarea y repartirlas según la edad, y según las capacidades de cada persona.
Empecemos por los armarios, por ejemplo, ¿cómo sugieres que podemos tenerlos en orden?
La clave para tener orden en los armarios es que no haya muchas cosas, porque por mucho que coloques, si tienes muchas cosas, va a estar tan saturado que nunca va a estar ordenado. Entonces lo primero es descartar, seleccionar y luego organizar dependiendo de nuestra ropa. Hay unas prendas que tienen que ir colgadas y otras pueden ir perfectamente dobladas en un cajón o en una cesta, por ejemplo.
¿Cuál es el mejor momento para ordenar el armario?
Cuando hacemos cambio de armario en cada temporada es ideal. De un año para otro guardamos muchas prendas por si acaso, porque tenemos un montón de 'por si acasos'. Y yo me digo: este vestido de flores, ¿por si acaso qué? ¿por si te invitan a un viaje a la Toscana? Aquí no te lo vas a poner, lo compraste por capricho y no ves la ocasión de ponertelo.
A la hora de comprar también tenemos que ser más racionales, fijarnos en las etiquetas de las prendas, saber cómo se cuidan también es muy importante porque luego no queremos planchar, o no sabemos como lavarla. Es importante tener las prendas que de verdad utilizamos.
Tu propuesta es muy sostenible porque trata de quedarte con lo básico...
Exacto, y trata también de no comprar compulsivamente, lo que nos genera un gasto sino de comprar lo que de verdad necesitas. Si te quieres dar un capricho de vez en cuando, te lo das. Pero no hay que abusar.
También hablo en el libro del armario cápsula, que son las prendas básicas que son muy funcionales y a partir de ahí, te puedes hacer mil combinaciones. No hace falta que tengas 40 blusas, depende de a lo que te dediques, pero una persona normal, y para un trabajo normal no hace falta que tengas 40 camisas y 50 jerseys.
Con las rebajas ahora tenemos un problema con las compras compulsivas...
Es que vamos a las rebajas sin una lista y sin saber lo que necesitamos. Vamos a ver qué encontramos. Si te encuentras camisetas a 2 € dices: ¡Ay! pues entonces me llevo tres. Y cuando llegas a casa tienes otras iguales en el cajón porque no sabes lo que tienes. Yo siempre aconsejo observar tu armario, y ver si de verdad necesitas algo.
Aconsejas en el libro, tender bien para no planchar
Para mí es fundamental. Siempre hago directos en Instagram en los que estoy colocando y doblando ropa y la pregunta del millón es: ¿pero no planchas? No, no plancho. Si tiendes bien, no hay que planchar. Hay cosas, que evidentemente sí, la fibra tienes que plancharla, las camisas, etc. Pero el resto no.
Y sobre todo, es muy importante cuando recogemos la ropa, no dejarla en un cesto o encima de una butaca toda hecha un 'burruño', porque entonces, si has tendido bien, no te ha servido de nada. Hay que tender bien, recoger, doblar y guardar.
¿Qué es la contaminación cruzada?
Se produce cuando limpiamos de una manera poco consciente, sin tener en cuenta que estamos ensuciando más que limpiando, y eso se da mucho en la cocina. Usamos el trapo de las manos, por ejemplo, que sólo debería servir para secarse las manos, como una toalla, y deberíamos lavarlo todos los días. Ese trapo se suele quedar ahí toda la semana con humedad, moho, bacterias, y termina lleno de gérmenes.
Hay mucha gente que además lo utiliza para limpiarse cuando está cocinando, empanando el pollo, por ejemplo, y se limpia los restos del pan y el huevo en él y luego va a limpiar la encimera, repartiendo todo. Crees que estás limpiando, pero lo que estás haciendo es contaminando de un lado a otro con gérmenes y bacterias.
Aconsejas realizar una limpieza mensual....
Mensualmente deberíamos dedicarnos a esos espacios que generalmente no hacemos. Claro, en el día a día vamos con prisa, y limpiamos lo justo y necesario. Pero hay espacios como la zona de encima de los armarios, las ventanas y todos los rincones en los que la suciedad se va acumulando y eso necesita un repaso mensual.
¿Dónde has aprendido tantas cosas sobre orden y limpieza?
Mi abuela Antonia era extremadamente ordenada, era una mujer que abrías su armario y lo tenía todo impoluto. Los cajones con papel de seda....
Y en mi casa desde muy pequeños nos han educado en ese aspecto. Allí colaborábamos todos. El que no pasaba el aspirador quitaba el polvo y otro hacía los baños. Nadie nace ordenado ni desordenado, ni limpio ni sucio, sino que depende de la educación que recibes.
¿Entonces tu casa estará como los chorros del oro?
No. (se ríe). Mi casa está limpia y ordenada, pero no vengas con el algodón. En mi casa vivimos cuatro personas y tenemos un perrito también. Es inevitable que haya polvo o que algo se manche. Las casas son para vivirlas. No estamos en quirófanos para estar desinfectando todo el día, pero hay que mantener unos mínimos, en los que tú te sientas cómodo.