Una rutina de belleza completa incluye algunos pasos fundamentales, entre ellos, la limpieza. A lo largo del día, nuestra piel acumula restos de suciedad, maquillaje… de ahí la importancia de elegir un producto cosmético, eficaz pero no agresivo.
¿Pero cómo elegir el limpiador correcto? "Para encontrar el limpiador o desmaquillante más adecuado, es muy importante que nos fijemos en nuestro tipo de piel. Para desmaquillarnos, lo más recomendado es utilizar un bálsamo en leche o aceite que disuelva bien los restos de maquillaje y un producto específico para la zona de los ojos", explican los expertos de RoC.
Esther Moreno, facialista fundadora de EM Studio, subraya que el error más común en la limpieza facial es no encontrar el balance adecuado. "Limpiar demasiado la piel o usar productos incorrectos puede ser tan perjudicial como no limpiarla suficiente", afirma la facialista. Por ello, es esencial entender qué hace cada producto y encontrar el más adecuado para tu tipo de piel y necesidades específicas. La clave está en ser preciso pero respetuoso con nuestra piel.
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Lo más importante es entender que "una buena limpieza facial no solo elimina la suciedad y las impurezas, sino que también prepara la piel para absorber mejor los productos cosméticos, protege y refuerza la barrera cutánea, y mantiene la piel sana, fresca y luminosa", dice Moreno. Además, continúa, es el primer paso para combatir el exceso de sebo, la contaminación y las células muertas que nuestra piel produce a diario.
Por la noche, Esther Moreno recomienda la doble limpieza: "comenzar con un limpiador con base lipídica (como aceites, leches o bálsamos) para remover la suciedad y productos de larga duración, seguido de un limpiador con base acuosa (gel, mousse, espumas) para eliminar impurezas y residuos finales". Esta combinación asegura una piel profundamente limpia y lista para regenerarse durante la noche.
Por la mañana, basta con el segundo paso de limpieza, la fase acuosa, para refrescar la piel. Moreno advierte que "lavarse la cara solo con agua no es suficiente; es esencial utilizar un producto de limpieza adecuado para eliminar cualquier residuo nocturno y preparar la piel para el día".
Para terminar, la experta en piel destaca la importancia de diferenciar entre la limpieza, exfoliación y tonificación de la piel. Aunque a veces se incluyen estos pasos dentro de la rutina de limpieza para simplificar, es vital entender cada uno por separado. "La exfoliación debe ser controlada y adaptada a cada tipo de piel, mientras que los tónicos y esencias faciales ayudan a restaurar el pH y aportar hidratación adicional sin dañar la barrera cutánea", explica Moreno.
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