Con el paso de los años, el maquillaje ha ido adquiriendo importancia en la rutina de millones de personas. Su abanico de posibilidades en las que podemos dejar fluir nuestra imaginación, construir una relación de confianza con nosotros mismos y decidir cómo queremos vernos en el día ha conseguido que cada día más gente quiera adentrarse en el mundo de la belleza.

Las propias firmas han sido determinantes en estos avances con el desarrollo de productos para todos los gustos. Desde los más atrevidos hasta los más sutiles, han conseguido adaptarse a todas las generaciones demostrando que, con los cosméticos y consejos correctos, podemos no solo dejar fluir nuestra creatividad, sino conseguir destacar o difuminar imperfecciones que llevan años ocasionando que nos miremos con desconfianza ante el espejo. 

Con el tiempo, la piel de la cara tiende a sufrir de diferentes maneras debido a factores como el sol, la genética o el envejecimiento. Pueden comenzar a aparecer algunas arrugas, líneas de expresión u otros indicios que afectan directamente a nuestra autoestima. A pesar de que muchas cremas y remedios caseros sean efectivos, el maquillaje se ha convertido en la primera opción para conseguir neutralizarlos. 

[Qué es el kinesiolifting facial: la nueva técnica viral en España que consigue el efecto lifting sin cirugía]

Aprender a usar el maquillaje puede marcar un punto de inflexión en nuestra rutina de belleza. Podemos corregir cualquier problema al instante con la técnica y productos adecuados, desde rojeces, manchas, granitos e incluso, las arrugas más pronunciadas. Tanta es su eficacia de cara a rejuvenecer el rostro que, si sabemos dónde aplicar los cosméticos, puede provocar un efecto lifting sin cirugía.

Cuando buscamos cremas y remedios que prometen neutralizar los signos de la edad, todos ellos inciden en un aspecto: una piel radiante y jugosa. Lo cierto es que este resultado se puede conseguir con un único producto de maquillaje, sin necesidad de estar constantemente probando productos o sometiendo a nuestro rostro a nuevas formulaciones. 

Así es como debes usar el iluminador para rejuvenecer el rostro

El iluminador adquirió importancia en la rutina hace tan solo unos años. Mientras que hace una década los rostros destacaban por productos mates sin una pizca de luz, en la actualidad todos y cada uno de los maquillajes que vemos cuentan con ese aspecto mojado que tanto adoramos. Por ese motivo, las firmas de maquillaje han sido las primeras en lanzar un amplio abanico de posibilidades de un mismo cosmético.

Desde el tradicional iluminador en polvo, hasta el líquido y pasando por las bases de maquillaje y cremas hidratantes con ese efecto, no importa cuál de sus formatos se emplee, ya que todos consiguen que nuestra piel esté radiante, con un aspecto saludable y jugoso propio de una tez más joven. Lo cierto es que siempre se ha empleado para dar luz a la cara, pero se tiende a desconocer su efecto rejuvenecedor.

Consiste en el truco más sencillo y fácil que utilizan los profesionales para quitar años a las pieles maduras. Con solo su aplicación, no solo consiguen sacarle el máximo partido al rostro y rejuvenecerlo por completo, sino también contrarrestar los signos del cansancio y parecer más revitalizada que nunca. 

El iluminador puede neutralizar los signos de la edad. Istock.

Existen muchos tipos de iluminadores, por lo que debemos conocer cuál queremos escoger. Cada quien tiene sus preferencias; sin embargo, el producto líquido es capaz de conseguir una mayor efectividad y duración de ese efecto jugoso y rejuvenecedor. Además, si lo sellamos con uno en polvo por encima, duplicaremos el resultado en tan solo unos segundos.

El iluminador líquido se contempla como la mejor opción para rejuvenecer el rostro, ya que no solo nos permite iluminar ciertas zonas estratégicas, sino que también podemos mezclarlo con nuestra crema hidratante o añadir unas cuantas gotas a nuestra base de maquillaje. Cuando aplicamos el producto de forma sutil en todo el rostro a base de esta técnica, conseguiremos un rostro resplandeciente y rejuvenecido.

Por lo general, este tipo de iluminador cuenta con menos partículas de purpurina. Existen miles de personas que prefieren este resultado en su piel, aunque por lo general provoca que se llene de partículas incómodas. Aun así, lo fundamental en cuanto a la elección es que el tono se mimetice con nuestra piel. 

Sin embargo, si queremos quitarnos unos años de encima a base de destacar e iluminar ciertas zonas del rostro, debemos conocer a la perfección cuáles. Mientras que la parte alta del pómulo es la más famosa, estas son algunas de las áreas estratégicas que también pueden marcar la diferencia:

  • Parte alta del pómulo (desde el centro de la mejilla, vamos a maquillar en movimientos ascendentes en dirección a la sien)
  • Hueso de la ceja 
  • Esquina interior del ojo
  • Punta de la nariz
  • Arco de cupido

Estas son las mejores técnicas para aplicar el iluminador

Ya conocemos las zonas estratégicas en las que aplicar el producto para conseguir un rostro rejuvenecido y jugoso; sin embargo, ahora vamos a conocer las diferentes técnicas que podemos aplicar. 

  • Mezcla con la base o crema hidratante: Como ya hemos explicado anteriormente, mezclar el iluminador con el rostro puede conseguir un resplandor generalizado. Para este paso, el producto debe ser muy sutil o emplearse en una cantidad reducida, para que el resultado no sea excesivo. También existen productos que ofrecen esta técnica de por sí, como es el caso del famoso flawless filter de Charlotte Tilbury.

  • Iluminación estratégica: Ya conocemos las áreas estratégicas; sin embargo, muchas personas también aplican iluminador en otras zonas del rostro como la barbilla, el puente de la nariz o la frente. Esta luz adicional contribuye a un efecto tridimensional que define el rostro y lo rejuvenece.

  • Difuminado suave: Siempre que apliquemos el iluminador tiene que ser de manera sutil, sin provocar un efecto muy llamativo. Por este motivo, vamos a difuminar el producto a la perfección con el fin de conseguir un acabado natural. Podemos emplear una brocha o las propias yemas de los dedos, que podrán fundir el producto a la perfección con la piel.

  • Reaplicación: Resulta habitual que nuestro maquillaje pierda intensidad con el paso de las horas, para evitarlo, podemos reaplicarlo cuando queramos para conseguir el efecto allá donde vayamos.