Los años pasan para cada uno de nosotros. Por mucho que nos gustaría vivir jóvenes eternamente, todos vamos a pasar por el proceso del envejecimiento y todo lo que ello conlleva. Además de todos los síntomas emocionales, como la nostalgia, o los cambios en la salud, como la pérdida de energía, uno de los factores que más nos preocupan de este transcurso son los signos estéticos de la edad.
El envejecimiento de la piel es un proceso complejo que causa una pérdida progresiva de elasticidad, firmeza, hidratación y tono de la dermis. Todo ello afecta directamente a la manera en la que nos miramos al espejo y los productos que añadimos a nuestra rutina facial. Por mucho que estos indicios se den en todo el cuerpo, el rostro es uno de los más perjudicados.
Junto con el cuello y el antebrazo, la cara muestra diferentes cambios relacionados con el paso del tiempo en comparación con otras partes del cuerpo debido al fotoenvejecimiento. El rostro está mucho más expuesto a la luz solar que otras zonas, por lo que todo ello, añadido a otros factores externos e internos, influye a la estética directa, y se traduce en manchas, arrugas, falta de elasticidad e hidratación.
De todos los productos que han salido al mercado prometiendo eliminar las arrugas, muchos de ellos no solo no son efectivos, sino que pueden llegar a empeorar la situación por formulaciones artificiales y otros compuestos químicos añadidos. Además, suponen un esfuerzo económico constante que nos obliga a nunca parar de comprar por si la próxima crema es la que funciona definitivamente.
En este punto, los remedios naturales han emergido como la solución milagrosa. Desde hace tiempos inmemorables conocemos como se han empleado plantas y frutas para curar enfermedades y problemas estéticos. Estos beneficios se han mantenido en la actualidad o, incluso, se han multiplicado por el conocimiento de nuevos alimentos.
El aguacate es una de las frutas que hace unos años muy pocas personas consumían a pesar de todos sus beneficios. Además de ser saludable para el corazón, está repleto de fantásticos beneficios para el cuerpo, como el potasio, ácidos grasos y fibra; sin embargo, el motivo por el que se hizo famoso fue, sin duda, el sabor y textura que es capaz de aportar a cualquier comida.
Los beneficios del aguacate para eliminar arrugas
Además del valor nutricional, los aguacates son una excelente herramienta para ayudar a mejorar la piel gracias a su riqueza antioxidante y propiedades antienvejecimiento. Entre sus compuestos encontramos radicales libres como beta-criptoxantina, betacaroteno, zeaxantina, alfa-caroteno y luteína, que suavizan la apariencia del rostro y hacen menos visibles los signos de la edad.
Los aguacates también son abundantes en vitamina C, lo cual es perfecto para darle a la piel una apariencia y sensación más firme. Utilizada como forma natural de colágeno, este nutriente puede ayudar a que la piel mantenga una sensación de flexibilidad e hidratación.
Su vitamina E puede reducir en gran medida el daño de los radicales libres, en muchas ocasiones causantes de todas las arrugas y líneas de expresión. Y aunque muy poca gente lo conozca, el aguacate puede ayudar con los efectos posteriores de las quemaduras solares. Cuanto menos daño solar tengamos, más saludable lucirá nuestra piel incluso a medida que envejeces.
Además de sus efectos antiarrugas, el aguacate funciona como un potente hidratante cutáneo, por lo que puede favorecer a las pieles más secas. En una mezcla junto a aceite de oliva, la formulación de ambos ingredientes puede devolverle el brillo y la sedosidad a nuestro rostro.
La forma de añadir el aguacate a nuestra rutina
Existen dos opciones de añadir los aguacates a nuestra rutina para reparar y prevenir las arrugas, aplicarlo en nuestra piel con una mascarilla o comerlo diariamente. Gracias a su gran versatilidad, si elegimos agregarlo a nuestra dieta tenemos muchas opciones, tanto comerlo solo con un poco de sal, en tostadas, ensaladas u otros platos.
Los aguacates son una rica fuente dietética de ácidos grasos monoinsaturados, carotenoides y compuestos fenólicos. Un estudio clínico investigó acerca del consumo de carotenoides y en él, diferentes participantes femeninas tuvieron que consumir un aguacate al día. Quienes lo hicieron, aumentaron su elasticidad y firmeza del rostro en comparación a quienes no, lo que demostró que su consumo mejora el envejecimiento de la piel.
En cambio, si queremos hacer una mascarilla, es ideal para todos los tipos de pieles. Su fusión de propiedades con otros ingredientes como el limón o el aceite de oliva dan como resultado una mezcla eficaz para frenar el exceso de sebo y reducir la aparición de brillos faciales, impurezas y signos de la edad. Estos son los ingredientes que necesitamos:
- ¼ de aguacate machacado
- 1 rodaja o rodaja de limón
- 1 cucharada de miel
- 1 cuchara de aceite de oliva
Lo que debemos hacer es mezclar todos los ingredientes y aplicarlos en el rostro con una brocha o utensilio o las propias manos limpias. Vamos a dejarla reposar durante 10 a 15 minutos y posteriormente la enjuagaremos con agua tibia, eliminando cualquier rastro. Para obtener mejores resultados en la piel, podemos usar un tónico ligero y aplicar una crema hidratante con protector solar para finalizar nuestra rutina.
Si no queremos mezclar tantos ingredientes, también podemos realizar una mezcla de aguacate con dos cucharadas de zumo de limón que dejaremos reposar durante 15 minutos en el rostro. Lo importante de ambas es ser conscientes y aplicarla al menos una o dos veces por semana.