A medida que pasa el tiempo, nuestro estilo y necesidades cambian. Nos enfocamos más en el cuidado de la piel, intentamos no perder la elasticidad, otorgarle color, nuestra forma de vestir se enfoca más en la comodidad y tendemos a dejar a un lado prendas que antes no podíamos quitarnos.
Por mucho que haya preocupaciones e intereses que varíen a medida que pasa el tiempo, hay algunos de ellos que se mantienen intactos, como el pelo. No importa los años que pasen, siempre queremos tener la melena cuidada, hidratada y con brillo, ya que forma parte de los aspectos que más influyen en nuestra imagen. Es una realidad: no importa el maquillaje ni el outfit si nuestro cabello luce bien.
Sin embargo, por mucho que nos guste, mantenerlo perfecto es una tarea complicada, sobre todo, cuando nos exponemos a cambios de estación, temperaturas dispares y climas variables. Debido a ello, nuestra melena comienza a verse más apagada e, incluso, a caerse, por lo que hay que tomar medidas. Para ello es importante tener una buena alimentación, hacer deporte, pero, sobre todo, elegir los productos adecuados.
De todas las últimas tendencias para cuidar el pelo, el hair cycling o ciclo de cabello es la que recomiendan los dermatólogos y estilistas desde hace mucho tiempo, solo que ahora tiene un nombre al que poder dirigirse. El motivo por el cual los expertos lo aconsejan se debe a que es el procedimiento que nos ayuda a conocer nuestro cabello y saber qué productos son los que lo benefician.
A través de una rutina de pruebas y errores, el ciclo de cabello busca ayudarnos a encontrar cuáles son los champús y acondicionadores correctos para nuestro tipo de pelo, pero también, conocer cuándo nuestra melena necesita más tratamiento o menos. En tan solo unos días, podremos recuperar el estado de nuestro cabello y mantenerlo por todo el tiempo que queramos.
Qué es el hair cycling
El motivo por el que durante una determinada época tenemos la melena dañada puede deberse a diferentes factores, externos e internos, que pueden afectar al estado de nuestro cuero cabelludo y, por tanto, al cabello. Se incluyen circunstancias como el clima, las hormonas, las deficiencias de nutrientes, el estrés físico y emocional o incluso la forma en que nos peinamos.
El hair cycling consiste en cambiar los productos que estamos usando dependiendo de las circunstancias y adaptarlo a las necesidades que nuestro pelo necesita en ese preciso instante. Para ello, tendremos que rotar todos los días los champús, acondicionadores y mascarillas que usamos de manera habitual.
Por lo general, tendemos a usar todos esos productos que vemos, que funcionan a personas que conocemos o famosas en los anuncios, mientras ignoramos que cada cabello necesita un tratamiento específico y diseñado para él. En cada lavado, probaremos nuevos productos, pero siempre haciendo hincapié en los días de descanso.
Los días de descanso permiten que nuestro cabello respire y se repare después de usar productos, limpiadores o mascarillas. El ciclo del cabello es una decisión excelente para muchas personas, pero que puede requerir un periodo de prueba y error constante con el fin de descubrir qué funciona mejor para nuestra melena y cuero cabelludo.
Este ciclo puede marcar una diferencia notable si experimentamos caída de cabello. Esto se debe a que, cuanto más cuidamos y reforzamos nuestro cuero cabelludo, lo nutrimos y limpiamos en profundidad, el cabello que crecerá de él será mucho más fuerte y resistente.
Lo fundamental del hair cycling es escuchar las necesidades de nuestro pelo según las circunstancias. ¿Tenemos el pelo seco? Utilizaremos una mascarilla hidratante en lugar de nuestro acondicionador habitual, ¿lo sentimos sucio? Emplearemos un champú clarificante o exfoliante para el cuero cabelludo.
Como hacer el ciclo de lavado
Para realizar correctamente este procedimiento, primero debemos crear un horario que funcione para nosotros y, sobre todo, que podamos cumplir. Hay que decidir qué días limpiaremos nuestro pelo y qué otros descansará. Los primeros son de prueba para conseguir la rutina perfecta, por lo que encontraremos productos que nos gustan y otros que no.
Aunque cada rutina debería basarse en nuestro estilo de vida, lo que realicemos en el día, nuestro tipo de pelo y frecuencia en la que nos lo lavamos, el hair cyling se reduciría de forma general a tres ciclos o etapas de lavado y cuidado.
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Primer lavado, desintoxicante e hidratante. El primer lavado consiste en desintoxicar el cabello, por lo que debemos empezar el ciclo con un champú que se deshaga de los restos de productos que se acumulan en nuestro pelo y le restan brillo con el tiempo. Podemos emplear exfoliantes capilares o bien, emplear un cepillo de champú para masajear y exfoliar el cuero. Como paso final, hay que aplicar un acondicionador hidratante sin aclarado para reparar las puntas.
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Segundo lavado, reparación. Como segunda etapa de prueba, vamos a emplear productos que fortalezcan y reparen nuestra melena, como por ejemplo mascarillas reparadoras. Las personas con el pelo teñido, deben incorporar la reparación como parte de su rutina semanal. Aquellos con cabello seco o dañado se aconseja incluir productos que fortalezcan los vínculos y que puedan ayudar a restaurar la melena.
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Tercer lavado, focalización e hidratación. En este último lavado, debemos incorporar un champú que se adapte a las necesidades de nuestro cabello como falta de brillo o encrespamiento. Es posible que quienes tienen caspa deban alternar entre champús anticaspa y champús normales. Después del lavado, hay que asegurarnos de usar un acondicionador sin enjuague o una crema que defina nuestra apariencia.