En España y en el mundo existen dos grupos en cuanto a mantenimiento del cabello: aquellos a los que les crece el pelo en tan solo unos meses sin utilizar productos adicionales o, en cambio, los que tienen que esperar años y años a que les crezca unos míseros centímetros. Y apenas se percibe la diferencia.
Cuando queremos que nos crezca el pelo, pensamos en todas las maneras para conseguirlo de manera inmediata. Sanear las puntas, emplear champús específicos o tomar novedosas vitaminas que prometen no solo que nuestro cabello sea más largo, sino que esté más sano y luminoso son algunas de las fórmulas más empleadas por las personas para conseguir esos centímetros esperados.
No obstante, existe un hábito muy sencillo y básico de conseguirlo que no todo el mundo conoce: lavar el cabello. Aunque no lo creamos, realizar este mantenimiento con cierta frecuencia influye directamente en el crecimiento del mismo. Sin saberlo, un mecanismo tan básico como pasar por la ducha en unos días específicos o seguir una serie de hábitos, está relacionado con una melena larga y firme.
Cuando hablamos de pelo, todo el mundo conoce los mitos tradicionales: quitarse las canas provoca que crezcan más o llevar sombreros provoca que se caiga antes de tiempo. A pesar de todas las leyendas de las que estamos informados, el lavado de pelo para conseguir que crezca es una de las más desconocidas.
Según los expertos, el crecimiento de nuestro pelo no se ve tan afectado por la cantidad de veces que lo lavemos a la semana, sino por los hábitos de higiene que tengamos en el proceso. En este contexto ya no es solo importante conocer cada cuánto tiempo pasar por la ducha, sino qué debemos hacer una vez estemos dentro.
Resulta fundamental conocer nuestro tipo de pelo una vez hemos acordado cuántos días a la semana vamos a lavarlo. Si nuestro cuero cabelludo es graso, lavarlo todos los días puede ser perjudicial, ya que podemos eliminar los aceites naturales e incrementar el riesgo de resequedad o irritación. Sin embargo, si tenemos el cabello seco, el proceso de limpieza debe darse entre una y dos veces por semana, para mantener la producción natural de aceite.
¿Cada cuánto se recomienda lavar el pelo para que crezca?
Como hemos explicado, las características del pelo cambian dependiendo de la persona, por lo que no todas tienen que seguir el mismo procedimiento ni deben esperar el mismo periodo de tiempo.
Si no tienes un cabello muy graso, los expertos recomiendan lavarlo tres veces a la semana. Aunque también inciden en, cada vez que lo veamos sucio o graso, no omitir el lavado, ya que es mejor hacerlo con más frecuencia que con menos.
Cuando no lavamos habitualmente nuestro cabello se produce una pérdida de luminosidad y una sequedad que, en muchas ocasiones, no es propia del mismo. Las cutículas se abren y el polvo y otras partículas lo contaminan, por lo que puede provocar la ruptura o incluso la caída del mismo.
¿Cómo hay que lavar el pelo para que crezca?
Lo que más influye a la hora del lavado para fomentar el crecimiento de nuestro pelo es el método que aplicamos. Aunque no sea milagroso y no vayamos a conseguir un efecto inmediato, existen una serie de hábitos que promueven que crezca más y más fuerte.
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Usa un champú acorde a tus necesidades: Cuando no usamos un champú apropiado, estamos perjudicando nuestro pelo. Además, durante el proceso de limpieza se debe enjuagar mucho, ya que eliminará la acumulación de productos anteriores.
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Masajear el cuero cabelludo: Uno de los pasos clave consiste en masajear el cuero cabelludo para que nuestro pelo crezca más rápido. Al realizar masajes estamos favoreciendo la circulación, activando los folículos capilares y contribuyendo a su crecimiento.
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Controla la temperatura: El agua caliente puede resecar el cabello y el cuero cabelludo, así que evita usarla en exceso. La mejor temperatura es cuando está tibia y al enjuagar, procurar que esté más fría.
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Acondicionador en las puntas: Uno de los errores más comunes cuando aplicamos acondicionador consiste en aplicarlo por toda la cabeza, lo que aporta grasa y perjudica nuestro cabello.
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Evita enrollar el pelo en la toalla para secarlo: El pelo cuando está mojado es mucho más débil que en cualquier otro momento, si lo enrollamos o frotamos podemos romperlo. Lo mejor es secarlo a toques con una tela de microfibra o dejar secar al aire libre.