La papada suele ser una de las principales preocupaciones a la hora de mirarnos en el espejo, de perfil o cuando nos hacen fotos sin darnos cuenta. A pesar de ser una parte obligatoria de nuestro cuerpo, hay veces que nos encantaría que no existiese.
Aunque los médicos estéticos y cirujanos plásticos en España explican que es una cuestión de envejecimiento o un signo de exceso corporal del que muchas veces es imposible librarse, cuando comenzamos a cogerle manía a nuestra papada, no hay forma de que el odio pare.
De hecho, ya hay quienes afirman que cada vez más personas tienen papada y buscan la manera de ejercitarla para que se note menos y mantener un rostro y mandíbula marcados.
Las redes sociales son características por la fácil viralidad de diferentes términos, hábitos y técnicas para vernos bien y tratar de suavizar aquellas partes que, por lo general, aborrecemos. La última consiste en el mewing, el ejercicio que promete eliminar la papada de forma eficaz (y parecer más guapa).
Hace unos meses ya vimos como se viralizaron otras técnicas para lograrlo, como la piedra Gua Sha o diferentes mascarillas faciales. Estos métodos podían reducir la papada, sin embargo, el mewing, además de ser más sencillo, también consigue que salgamos en las fotos sin imperfecciones.
Así es el mewing, la técnica para reducir la papada
La técnica de mewing se centra en mejorar la postura y la apariencia mediante la correcta alineación de la mandíbula y la lengua. Para ello, necesitamos colocar la lengua en el paladar duro de la boca, justo detrás de los dientes superiores, manteniendo esta posición tanto como sea posible durante el día. Al hacerlo, se pretende promover un desarrollo facial, fortaleciendo los músculos de la mandíbula y mejorando la postura de la cabeza y el cuello.
El término proviene del apellido del ortodoncista británico Dr. John Mew, quien popularizó la técnica como parte de su enfoque en la ortotropía (orthotropics en inglés), que se centra en el desarrollo facial natural y la corrección de problemas dentales sin la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
Además de la colocación de la lengua en el paladar duro, el mewing también se centra en la respiración nasal y en mantener una postura adecuada de la cabeza y el cuello. Se sugiere evitar la respiración por la boca, ya que puede afectar negativamente el desarrollo facial y la postura. El doctor también recomienda mantener la boca cerrada y los dientes en contacto suave, sin apretar, para promover una correcta alineación dental y mandibular.
Pasos para realizar el mewing
La técnica del mewing se debe practicar de manera continua durante el día. Puede complementarse con ejercicios específicos para fortalecer los músculos faciales y mejorar la postura general como estiramientos faciales, ejercicios de cuello o de lengua. Los pasos básicos para realizarlo son los siguientes:
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Posiciona tu lengua: coloca la lengua en el paladar duro de la boca, justo detrás de los dientes superiores. La parte posterior de la lengua debe presionar firmemente contra el paladar.
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Sé continua: Mantén esta posición de la lengua tanto como sea posible durante el día, tanto en reposo como durante actividades cotidianas.
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Fíjate en la respiración: Respira por la nariz en lugar de por la boca para promover una correcta respiración y evitar problemas asociados con la respiración oral.
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No seas brusca: Mantén la boca cerrada y los dientes en contacto suave, sin apretar, para promover una correcta alineación dental y mandibular.
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Acuérdate de la postura: Mantén una postura adecuada de la cabeza y el cuello, evitando la inclinación hacia adelante y manteniendo la espalda recta.
Todo lo que hay que saber sobre el mewing
A pesar de que ya haya miles de personas las que se han sumado al mewing, hay algunas indicaciones que los expertos indican sobre esta técnica, principalmente los riesgos a los que se pueden exponer.
Algunos riesgos potenciales podrían incluir tensión excesiva en los músculos faciales, dolor, disfunción de la articulación temporomandibular o cambios en la apariencia facial si se realiza incorrectamente. Es importante buscar orientación profesional antes de intentar cualquier técnica de modificación facial.
Sin embargo, aunque no sea la técnica más recomendada por expertos, sí son muchas las famosas que lo utilizan habitualmente, principalmente en las fotografías. Constituye un truco para mejorar tu apariencia al que ya se han subido algunas de las grandes celebrities.
Entre ellas, Angelina Jolie o Bella Hadid han escogido este truco para que su cuello se vea más estilizado, definido y sin papada.