Las mujeres orientales llaman la atención por sus rostros de porcelana, y, con frecuencia, las españolas tratamos de seguir sus rutinas para lucir un cutis tan radiante como el suyo. A pesar de que factores como la genética o la alimentación son fundamentales a la hora de cuidar su piel, las jóvenes asiáticas también siguen un truco de belleza infalible que tú tampoco querrás perderte.
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Un antiguo remedio natural
El agua de arroz lleva siglos aprovechándose en la cultura coreana como tónico antiedad, aunque te interesará saber que sus propiedades van mucho más allá del cuidado de la piel.
Según los expertos de la Fundación Española de Nutrición, el arroz presenta un alto contenido en vitamina B3, B6 y niacina, además de aportarnos proteínas y otros nutrientes que nos aportarán muchos beneficios si la tomamos como bebida. Además, hay quien lo emplea para dar brillo al cabello y reparar las puntas abiertas.
Pero, ¿en qué beneficia a nuestra piel? Bien, de los granos de arroz se obtiene un agua fermentada que, a menudo, también se utiliza para preparar tónicos y mascarillas faciales. El agua de arroz es rica en aminoácidos, minerales y antioxidantes.
Estos últimos son agentes especialmente importantes para nuestra rutina de belleza, ya que protegen el cuerpo de la acción de los radicales libres. Estas moléculas se producen de forma natural en nuestro organismo, y terminan causando el tan poco deseado envejecimiento de la piel.
El agua de arroz también es un excelente antiedad que nos ayuda a inhibir la elastasa, una enzima producida en el páncreas que reduce la elasticidad y potencia la aparición de arrugas.
Pero no solo eso. Empleado como tónico, el agua de arroz hidrata de forma natural, refuerza la barrera y actúa como reparador de la piel, aliviando los daños que esta sufre en el día a día.
Las coreanas también la emplean para igualar el tono, ya que este remedio también aclara ligeramente la pigmentación e ilumina el rostro, por lo que resulta muy útil en verano, especialmente si nos pasamos exponiéndonos al sol.
¿Cómo preparar agua de arroz?
Las antiguas leyendas coreanas cuentan que las mujeres tenían la costumbre de moler el arroz y colocarlo en una pequeña bolsa en remojo. Después, aprovechaban el agua restante para lavarse la cara, gracias a su textura suave y su potencial de limpieza, propiedades que permitían aprovecharla a modo de jabón, y que se mantuvieron incluso en la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, este truco ha pasado ser muy empleado en la cosmética, y ahora cada vez son más las jóvenes que se han pasado al agua de arroz después de descubrir sus interesantes efectos gracias a las redes sociales.
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Lo que más nos gusta de este 'secreto' −que a partir de ahora no lo será tanto− es que para aprovecharlo no necesitarás más que los ingredientes que tienes en casa.
Tres cucharadas de arroz, una de agua destilada, un toque de miel y, para potenciar su efecto rejuvenecimiento, dos cucharadas de aguacate. Estos son los únicos ingredientes que te harán falta para hacer esta mascarilla tan popular.
¿Y ahora qué? El procedimiento también es muy sencillo, y puedes hacerlo dos veces por semana para lograr unos mejores resultados:
- Cuece el arroz y escúrrelo, pero no te olvides de conservar el agua.
- A continuación, coloca en un recipiente el arroz cocido, la miel y el aguacate, y mézclalos hasta obtener una pasta homogénea.
- Aplica la mascarilla en tu rostro, y deja que actúe por unos 15-20 minutos.
- Elimina los excesos con el agua fermentada, a modo de tónico.