Nuestra imagen es una de las mejores cartas de presentación y está es una de las principales razones por las que cada vez nos preocupamos más en cuidarla. Un factor que también influye en que la demanda de tratamientos estéticos no invasivos no deje de aumentar, es que con ellos reducir o eliminar arrugas, manchas, resolver problemas de falta de elasticidad o recuperar la luminosidad en la piel es posible.
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Signos de la edad en la piel que pueden ser corregidos de manera rápida y sencilla a través de este tipo de tratamientos, como es el caso del famoso peeling facial. Un proceso en nuestra piel que tanto en invierno como en primavera puede llegar a convertirse en el mejor aliado para nuestra piel. Te explicamos las principales razones.
¿Por qué es clave para cuidar la piel?
A medida que pasa el tiempo y a partir de los 25 años el proceso de renovación de la piel comienza a alargarse y con ello los productos cosméticos dejan de hacer el efecto que deberían debido precisamente a esa acumulación de células muertas en la superficie.
Al no oxigenarse de forma correcta, también se ve afectada su luminosidad y su grosor aumenta, por lo que el rostro puede llegar a dar una sensación de tener años de más. Esta es una de las principales razones por las que el peeling facial, sobre todo a partir de los 30, puede convertirse en el mejor aliado para rejuvenecer tu piel y devolverle esa luminosidad y elasticidad con la que tanto sueñas.
¿Por qué necesitas un peeling facial en invierno?
Una de las principales recomendaciones de los expertos, es realizar esta exfoliación programada tanto en invierno como a principios de primavera. La razón de ello, es que el peeling requiere pelar nuestra piel, por lo que como el evidente la piel tras este tratamiento queda expuesta.
Si decidimos hacer este proceso en los meses que la radiación es menos intensa y en los que las temperaturas son más bajas, conseguiremos obtener aún mejores resultados y evitaremos los efectos secundarios que podría acarrear la exposición a la radiación solar o la sudoración de la piel durante los meses de calor.
¿Qué tipos de peeling existen?
En función de la profundidad del tratamiento (superficial, medio y profundo), existen diferentes tipos de peeling faciales con los que poder dar un toque de juventud al rostro. Algunos de los que más se realizan son:
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Peeling físico: este tipo de exfoliación es la que se consigue con el producto exfoliante tradicional. Normalmente este tipo de productos cosméticos cuentan con partículas sólidas que pueden ser por ejemplo restos de cáscaras de frutos secos. Este tipo de partículas mezcladas con la crema o gel facilitan la eliminación de las células muertas de la piel a través de la fricción.
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Peeling químico: este tipo de peeling necesita dejarse en la piel un tiempo determinado para que actúe y su activo principal suele ser los AHA's como por ejemplo el glicólico. Este tipo de peeling son muy efectivos en caso de arrugas y poros muy dilatados.
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Peeling mecánico: uno de los tratamientos más eficaces dentro de este tipo de peeling es el tratamiento con punta de diamante. Suelen realizarse con aparatología que contiene micropartículas sintéticas o piedras incrustadas.