La manicura es uno de los clásicos de belleza más recurridos y cuenta con un amplio abanico de posibilidades a la hora de escoger. Dos de las opciones más recurridas son la manicura permanente y semipermante, ambas realizadas con esmaltes especiales que, a diferencia de pintaúñas comunes, quedan fijados en la uña de dos a tres semanas.
Las opciones permanentes y semipermanentes incluyen la manicura de gel, acrílico, porcelana, seda, fibra de vidrio y la tradicional. Además, la oferta de colores, formas y estilos es también muy amplia.
[Cómo hacer la manicura permanente en tu casa]
Junto con su durabilidad, este tipo de manicura tiene beneficios como la rapidez de realización, el mantenimiento del color y del brillo y su gran resistencia. Sobre todo, el punto clave es la comodidad, ya que gracias a esta técnica podrás olvidarte de tus uñas durante un tiempo.
Sin embargo, el gran inconveniente viene a la hora de retirar el esmalte ¿qué pasa si no puedes acudir a un salón de belleza para retirarte la manicura? la respuesta es simple, tendrás que hacerlo tu misma. El problema está en que si recurres a la opción rápida, a arrancarlo, dañaras gravemente la estructura de tus uñas.
Por eso, te proponemos algunos métodos para retirar el esmalte en tu propia casa de forma segura, rápida y económica. Son técnicas respetuosas con los que llevar a cabo este proceso sin provocar la opresión, las grietas, la rotura o el quebrado de las uñas.
Cómo retirarlo
Agua oxigenada
Esta es una muy buena opción para retirar el esmalte semipermanente. Lo único que tendrás que hacer es mezclar en un recipiente agua tibia y agua oxigenada. Es importante tener en cuenta que la cantidad agua oxigenada debe ser el doble que la de agua tibia.
Sumerge las uñas en la mezcla y, con cuidado, ve arrastrado el esmalte de tus uñas. Deja al producto actuar hasta que el pintaúñas haya desaparecido por completo y, si no lo consigues, utiliza una lima para eliminar los pequeños restos que puedan haber quedado.
Acetona y papel de aluminio
Este es el método empleado por especialistas en salones de belleza para eliminar esmaltes permanentes. Consiste en mojar algodones con abundante cantidad de acetona pura y colocarlos sobre cada uña. Después deberás cubrir cada uña con papel de aluminio y dejar actuar la acetona durante al menos diez minutos.
Después de haber pasado los diez minutos tendrás que utilizar un palillo o una lima para retirar los restos de esmalte (ya debilitado) de la superficie de la uña. Esta técnica se emplea para asegurar el contacto directo del producto con la uña, garantizando así su eficacia puesto que no permite que la acetona se evapore.
Acetona y agua caliente
Esta es una buena opción para retirar uñas de gel en casa. El método es el mismo que el empleado con la opción de agua oxigenada. Tendrás que mezclar acetona y agua caliente en un recipiente e introducir las uñas durante al menos diez minutos.
Después, utiliza un palillo especial para retirar el esmalte de la uña. Recuerda hacerlo con delicadeza para evitar quebrarlas o dañar las cutículas.
Limón y vinagre
Estos dos productos de cocina pueden salvarte la vida si quieres retirar tu manicura de forma rápida y sencilla y no dispones de productos quitaesmaltes. Gracias a su composición ácida, ambos pueden funcionar como alternativas a la acetona, disolviendo el esmalte de forma natural.
En un bol mezcla agua caliente con limón, vinagre o ambos, e introduce las manos durante cinco minutos. Puedes frotar las uñas con una rodaja de limón para acelerar el proceso.
Recuerda que el ácido acético y, en general, todos los productos con contenido ácido pueden dañar las uñas y piel, especialmente si tienes tendencia sensible o atópica. Por eso, es de vital importancia que hidrates bien tus manos después de realizar estos procesos.
También se recomienda utilizar un aceite especial para cutículas para hidratarlas en profundidad y estimular el nuevo crecimiento.
Consejos clave para asegurar la salud de la uña al retirar el esmalte
- Es recomendable frotar la capa externa de la uña con una lima antes de realizar los procesos anteriormente mencionados, pero nunca debe hacerse más allá de esa capa superficial de esmalte.
- Utiliza palillos de naranja para ayudarte a la hora de eliminar los restos de producto que hayan podido quedar en la uña. Son una herramienta que los especialistas emplean a menudo y que resulta menos agresiva que otros elementos metálicos propios de la manicura profesional.
- La impaciencia puede pasar factura. Es importante hacer el proceso con calma y gentileza. Si arrancas el esmalte con agresividad crearás graves daños en tus uñas.
- Si la uña está muy debilitada por la manicura es recomendable dejarla descansar durante un periodo de tiempo.