Los labios son la parte de la cara que más sufre durante el invierno. Tanto la piel de los labios como la de su contorno es especialmente fina y sensible. Además del frío del invierno, las calefacciones provocan un ambiente mucho más seco y cambios bruscos de temperatura, que tienen un impacto directo sobre la piel.
Los labios están compuestos por una parte muscular (la parte roja), la piel que la cubre y glándulas salivares. El problema es que no tienen glándulas sebáceas que los protejan frente al frío.
La sensibilidad y finura de la piel del labio hace que sean muy frágiles y se agrieten con facilidad, llegando incluso a sangrar. Aunque también se reparan de forma natural muy rápidamente. Sin embargo, con la edad esta piel se afina más y se vuelve más delicada.
Otra de las causas por las que los labios son extremadamente sensibles al dolor y más frágiles frente al frío, a los cambios de temperatura, a la humedad y al viento es que están muy irrigados por venas y tienen muchas terminaciones nerviosas. Asimismo, al no tener grasa natural para protegerse es necesario que utilicemos productos que generen una película protectora.
Los consejos que podemos seguir durante el invierno para mantener unos labios sanos frente al frío son:
1. Aplicar un protector labial que contenga manteca de karité, cera de abeja (u otra cera), vaselina, vitamina E y/o aceites como el de argán u oliva. Estos componentes nutren los labios y forman una película protectora (oclusiva) a modo de abrigo contra el frío. No olvidemos que generalmente no los cubrimos.
2. No chupar o humedecer los labios. Si nos mojamos los labios en un ambiente frío, cuando entremos a un lugar con calefacción se va a evaporar el agua provocando mayor sequedad y fragilidad en los labios.
3. Usar brillo o gloss. Preferentemente aplicar brillo labial o gloss a una barra de labios muy seco y permanente. Si nos gustan los colores tipo tatuaje es aconsejable usar encima un brillo o simplemente algo de vaselina. Para que esta sea más fácil de aplicar es mejor que no esté muy fría.
4. Aplicar mascarilla reparadora por la noche. Por la noche se puede aplicar una mascarilla reparadora en los labios. Hay mascarillas que podemos comprar, pero también la podemos preparar en casa mezclando aceite de argán, miel y unas gotas de aceite esencial de menta hasta conseguir una masa. También podemos pinchar una cápsula de vitamina E y añadirla a la mezcla. Una vez preparada la mascarilla, se debe aplicar con el dedo y dejar sobre la piel entre un par de horas y toda la noche.
5. Exfoliar antes de reparar. Si los labios se han cuarteado es preferible, antes de aplicar una mascarilla reparadora, realizar una exfoliación suave en los labios para eliminar las pielecitas. Siempre con cuidado, en caso de que se hayan agrietado los labios es preferible no hacerlo el mismo día, sino al día siguiente.
Para realizar un scrub en casa, se puede usar el cepillo de dientes y se deberá pasar con cuidado. Si queremos algo más, podemos realizar un sugar scrub mezclando azúcar moreno con algo de aceite y masajeando con cuidado los labios. Algunas páginas recomiendan usar miel, pero me resulta demasiado pastoso para exfoliar con movimientos circulares.
Otra opción es fundir en un vasito algún trocito de un stick labial que se haya roto y, una vez esté algo frío (antes que endurezca), añadir un poco de azúcar moreno de grano grueso. Si queremos que sea algo más potente podemos usar semillas de chía en lugar de azúcar. Exfoliar los labios además va a activar la circulación sanguínea, por lo que se verán mucho más rosados. Es una solución ideal para arreglarse sin maquillaje.
6. Proteger del calor. Es importante proteger los labios siempre que vayamos a la sauna o en las duchas muy calientes. Al principio no lo notaremos, pero después el labio se va a secar mucho más, sobre todo si hemos estado expuestos al frío y al viento.
7. Hidratación. Beber agua regularmente es, evidentemente, la solución más lógica para mantener los labios muy hidratados. Si nos deshidratamos, la primera zona en la que se va a notar son los labios ya que la piel se va a cuartear. Ten en cuenta que los alimentos muy salados y picantes pueden provocar cierta deshidratación, por lo que debes beber más si los comes. El alcohol no hidrata, deshidrata, por lo que beber agua es la mejor opción.
8. Protección solar. No debemos olvidarnos, sobre todo si vamos a la nieve, que el protector labial debe llevar filtro solar de alta protección, como mínimo de 30 SPF. La piel de los labios es muy sensible a los rayos UV y, además, en la nieve la reverberación solar es mucho más elevada.
9. La bufanda como aliada. Protegernos los labios con una bufanda o pañuelo es una opción genial, sobre todo si hace mucho viento y tenemos tendencia a respirar por la boca. Además, evitaremos respirar aire muy frío y con ello los resfriados o los dolores de garganta. En casa es aconsejable usar un humidificador, aunque no solo sea por los labios sino para disminuir la sequedad que provocan las calefacciones.
10. Un stick labial siempre a mano. Tener siempre a mano el stick labial para repetir las aplicaciones a menudo y estar siempre protegidos, ¿por qué no en el bolsillo? No nos olvidemos de los niños, aconsejo aplicarles el protector labial algo más allá de los labios para proteger el contorno, ya que los más pequeños suelen pasarse la lengua a menudo.
Sé que a muchas personas les encantan los botecitos con vaselina, pero es mucho más higiénico usar una barrita labial que no poner el dedo cada vez. Además, si llevamos guantes, nos los tendremos que sacar.