Muchos son los ministerios que, todavía hoy, rodean a los fenómenos astrológicos. Uno de los que más atención despierta son los eclipses o, lo que es lo mismo, la luna llena. Esta se produce ocurre cuando el Sol, la Tierra y la Luna están perfectamente alineados. Si lo asombroso de este acontecimiento y sus efectos se entrelazan con el embarazo y la fertilidad, nos encontramos numerosas creencias y supersticiones.
Esta noche tendrá lugar la segunda luna llena del mes, una superluna denominada también luna azul, uno de los eventos astronómicos más esperados de agosto. Se trata de un fenómeno poco común, pues solo se da cada dos o tres años, por lo que la próxima se espera para 2026. Y el hecho de que se produzcan dos lunas llenas en un mismo mes, algo todavía más extraño, no se repetirá hasta 2037.
Pero, ¿cómo puede afectar este acontecimiento al embarazo? Según las creencias antiguas, de las cuales cabe destacar que no hay ningún tipo de evidencia científica, las embarazadas no pueden observar el eclipse, ya que podría provocar lo siguiente:
- Que el bebé presente malformaciones o nacer con labio leporino.
- Ausencia de un órgano o extremidad.
- Provocar manchas en la piel (tanto a la madre como al bebé).
Para evitar todos estos supuestos efectos del eclipse, incluso se recomienda a las embarazadas que se pongan una cinta o listón rojo alrededor de su vientre, que lleven consigo un objeto de metal y hagan mucho ruido para ahuyentar lo negativo.
Y estos no son los únicos mitos. También se dice, por ejemplo, que cuando hay eclipse se adelgaza, o que no es bueno cocinar durante el eclipse porque las radiaciones del sol envenenan la comida.
Por supuesto, todas estas creencias vienen de hace siglos, cuando no se entendía por qué se producían los eclipses. Además, lo que sí es cierto es que los eclipses provocan algunos cambios ambientales en la Tierra. Por ejemplo, puede haber bajada de temperaturas, cambios en la dirección de los vientos o en el comportamiento de algunos animales, y también variaciones en el campo gravitacional terrestre. No obstante, nada de esto influye en la salud de las personas ni, por supuesto, en desarrollo correcto del embarazo.
El embarazo y la luna
Más allá de los eclipses, el embarazo siempre ha sido relacionado con las fases lunares. Así, la fase lunar en la que se produce la concepción supuestamente influye en el sexo del bebé.
Otro mito muy extendido es que se producen más partos espontáneos con luna llena. En este caso, la ciencia sí que ha demostrado que es mentira. Hay numerosos estudios que han analizado el número de partos espontáneos en las distintas fases lunares y las diferencias no son significativas.
Un ejemplo de ello es el estudio publicado en 2005 por el Mountain Area Health Education Center de Carolina del Norte. Los investigadores analizaron 600.000 nacimientos en 62 ciclos lunares entre 1997 y 2001 y las conclusiones, publicadas en The American Jorunal of Obstetrics and Gynecology, no encontraban diferencias significativas en las fases de la luna.
Dejando a un lado las supersticiones, lo importante es que todos aquellos que quieran puedan disfrutar esta noche del eclipse lunar, que ocurre cada mucho tiempo.