Situado al norte de la provincia extremeña de Cáceres, encontramos el Valle del Ambroz. Esta zona, recorrida por el río con el mismo nombre, combina el encanto de sus pequeños pueblos con sus paisajes naturales. Encontramos montañas de más de 2.000 metros en las que hacer senderismo, barrios judíos históricos y piscinas naturales en las que refrescarse este verano.
Precisamente, en el caso de estas últimas, las más llamativas son las Charcas Verdes. Se encuentran al lado de la localidad de Hervás y puede llegarse a ellas a través de la ruta de La Chorrera. Este recorrido tiene una longitud de unos 12 kilómetros entre ida y vuelta y se tarda unas tres horas y media en recorrerse.
Una de las bifurcaciones de este camino desemboca en una preciosa cascada de más de 15 metros. Se sitúa cerca del nacimiento del río y, gracias a ella, los vecinos de Hervás tuvieron luz eléctrica desde finales del S.XIX. De hecho, durante el trayecto todavía puede verse la Casa de la Luz, la infraestructura que se construyó para que esto fuera posible. Hoy en día es una central hidroeléctrica.
Cascada Valle del Ambroz.
Para comenzar la ruta, el punto de partida se sitúa en la plaza del Convento Trinitario de la villa. Una vez ahí, hay que seguir en dirección al Puente de Hierro, hasta encontrar un camino cementado. Doscientos metros antes de la Casa de la Luz, giramos a la derecha hacia una vereda que se sitúa a la derecha.
Siguiendo estos pasos, tendremos acceso tanto a la cascada como a las Charcas Verdes. Este conjunto natural se compone de tres piscinas naturales repletas de agua cristalina.
Las piscinas son de tres tamaños distintos, siendo la más grande la situada más arriba, apartada de las demás. La segunda de mayor tamaño es la que suele estar más frecuentada, ya que es donde hay espacio suficiente como para poder tumbarse.
No es la única ruta que puede realizarse en la zona. Otra opción es la pista Heidi, que es un poco más larga. Se trata de un sendero de 20 kilómetros que tardaría en realizarse unas siete horas entre ida y vuelta. La ruta se conoce de esta forma porque su apertura coincidió con la emisión del primer capítulo de la serie homónima.
Qué hacer en Hervás
Una vez terminada la tarde de senderismo, la villa de Hervás ofrece muchas posibilidades para disfrutar durante la estancia. Una de ellas es la visita a su barrio judío, que albergó a la comunidad hebrea desde el S. XIII hasta su expulsión. En esta judería, encontramos algunos edificios formados por materiales de la época, como el adobe, madera de castaño o la teja vertical a modo de aislante.
Precisamente, debido a la tradición hebrea del pueblo, a principios de este mes de julio tuvo lugar su festival cultural llamado Los Conversos. Durante sus cuatro días de duración, se representan las escenas de una obra teatral basada en el momento posterior al edicto por el cual los judíos fueron expulsados de nuestro país.
Festival Los Conversos.
El festival lleva celebrándose desde 1997 y, además de la interpretación de este teatro, también se llevan a cabo charlas, exposiciones, degustaciones gastronómicas, conciertos, jornadas históricas y visitas guiadas, que ayudan a conocer de una manera más profunda la tradición sefardí del municipio.
El festival se lleva a cabo en un escenario situado al lado de la Fuente Chiquita, a orillas del río Ambroz. Allí también se encuentra un puente de piedra de estilo románico, considerado como una de las construcciones más antiguas de la localidad.
Iglesia de Santa María de Aguas Vivas.
Por otro lado, la visita a la iglesia de San Juan Bautista también es recomendable. Inicialmente, el templo formaba parte del convento de los Padres Trinitarios. Sin embargo, la iglesia más emblemática de Hervás es la de Santa María de Aguas Vivas. Está construida sobre el asentamiento original de la ciudad y su muralla tiene uno de los miradores más conocidos de la zona.
Finalmente, si se busca sitios para comer bien, una buena alternativa es el restaurante A Fuego Lento. Está especializado en carne a la brasa y al horno de leña y se sitúa en la calle Vedelejos. Otra posible opción es la taberna La Calejilla, que está ubicada al lado del barrio judío y frente a la que es considerada como una de las calles más estrechas de España.