El comienzo del verano se convierte cada año en uno de los momentos preferidos para la gran mayoría de ciudadanos españoles. Los meses de junio, julio y agosto son sinónimo de hacer las maletas y disfrutar de las tan esperadas vacaciones. Los destinos de playa suelen ser los grandes favoritos. Sin embargo, cada vez hay más personas que optan por destinos de interior idóneos para disfrutar de la naturaleza.
Pasar el día en la playa disfrutando del sol y las altas temperaturas es uno de los mejores planes del verano. Sin embargo, en ocasiones, la lejanía de las zonas de costa provoca que los ciudadanos tengan que buscar otra alternativas para poder darse un buen chapuzón y refrescarse. En este sentido, los pantanos y embalses son lugares idóneos. Y es que, aunque en algunos no se permite el baño, lo cierto es que España cuenta en su territorio con varios en los que sí es posible bañarse.
En España, la normativa permite el baño en algunos pantanos y embalses como, por ejemplo, el de Zahara-El Gastor (Cádiz), el de Iznájar (Córdoba), el de Benagéber (Valencia) o el de San Juan (Madrid). Sin embargo, existe un embalse muy poco conocido que se ha convertido en los últimos años en uno de los más populares de la región de Aragón. Se trata, nada más y nada menos, que del embalse de Búbal, ubicado en la provincia de Huesca.
El embalse de Búbal se encuentra ubicado en pleno Valle de Tena, en la provincia de Huesca. En los últimos años, se ha convertido en un lugar ideal para disfrutar de una jornada de altas temperaturas en verano. Y es que, junto al embalse de La Sotonera, es el único de toda la región en el que está permitido el baño.
Concretamente, el embalse pertenece al término municipal de Biescas, aunque también colinda con otras localidades como Hoz de Jaca y Panticosa. El agua del embalse procede directamente del río Gállego, que es afluente del Ebro, y tiene una capacidad de almacenamiento aproximada de 60 millones de metros cúbicos.
Normalmente, el embalse se utiliza para el abastecimiento de agua y la regulación del caudal del río Gállego. Sin embargo, con el tiempo, su utilidad se ha ido dirigiendo a las actividades recreativas. Y es que, en la actualidad, es habitual que los ciudadanos acudan hasta allí para practicar algunas actividades como la pesca o deportes como el piragüismo.
Junto al embalse de La Sotonera, el de Búbal es de los únicos dos de toda la región que permite el baño a los usuarios. Sin embargo, lo cierto es que muy pocos acceden al agua. Y es que, debido a que el agua baja directamente de los Pirineos, suele estar muy fría.
Si hay algo por lo que destaca el pantano, además de por la posibilidad de darse un chapuzón en verano, es por haberse configurado como un lugar ideal para la práctica del senderismo y para los amantes de la naturaleza.
El embalse está rodeado por diferentes montañas y en sus alrededores se pueden encontrar diferentes especies de flora y fauna características de los ecosistemas de alta montaña.
La llegada al embalse de Búbal es sencilla. Para acceder a la zona recreativa hay varias opciones. Si se llega desde Huesca, hay que tomar la carretera A-132 en dirección Ayerbe, desde donde hay que seguir la A-132 hacia Jaca.
Una vez en Jaca, hay que seguir por la N-330 en dirección a Sabiñánigo para después tomar la N-260 en dirección a Biescas y seguir por la N-260 hasta llegar al pantano. La ruta es muy parecida si se llega desde Zaragoza.
Consejos a la hora de ir a un embalse
A pesar de que el baño está permitido en algunos embalses y pantanos, lo cierto es que hay que tener cuidado al realizar esta práctica. Los embalses pueden tener profundidades que varían bastante, llegando a sorprender a los bañistas. Además en algunas zonas, puede haber fosas que no son visibles desde la superficie. También hay que tener especialmente cuidado con las corrientes subterráneas que pueden arrastrar a los bañistas.
En este sentido, es importante respetar las normas y bañarse únicamente en las zonas destinadas para ello y en las que esté permitido. Además, hay que evitar saltar desde lugares altos y tener especialmente cuidado con las corrientes y remolinos. También se aconseja a la hora de visitar un embalse o un pantano tener en cuenta aspectos como llevar ropa adecuada, calzado cómodo y contar siempre con protección solar.
Con el objetivo de preservar el medioambiente, también es importante no dejar basura y recogerla para posteriormente depositarla en contenedores, evitar ruidos fuertes para no molestar a la fauna del entorno y no dañar la vegetación.