De ella se dijo que era la más rebelde de la Familia Real británica: adelantada a su época, algo descarada y con una vida amorosa trepidante que hizo temblar los cimientos de la Corona. Dos décadas después de su muerte, la princesa Margarita de Inglaterra sigue siendo una de esas leyendas reales con un magnetismo eterno, tal y como reflejaron fielmente los guionistas de la serie The Crown, convirtiéndola en protagonista absoluta de algunas de sus temporadas.
Ahora es la reina Camila quien pone en valor su figura y muestra la verdadera personalidad de la hermana de Isabel II a través de su club de lectura de Instagram. En este perfil, anima a sus seguidores a descubrir nuevos libros cada temporada y a conocer a las personas extraordinarias que los crean.
Una de ellas es Lady Anne Glenconner, esposa del barón Colin Christopher Paget Tennant, que fue dama de compañía de Margarita y autora de varios libros, entre ellos dos biografías en las que narra su intensa vida, salpicada de dramas y problemas matrimoniales.
La esposa de Carlos III recuerda uno de esos momentos difíciles: Henry, el segundo de sus hijos, contrajo el sida y tuvieron que enfrentarse al rechazo de la sociedad sumado al propio dolor de una enfermedad que entonces era mortal en la mayoría de los casos.
El papel de Margarita en aquella época tan dura para la aristócrata fue muy importante y así lo ha recordado Camila con este texto: "Cuando el segundo hijo de Lady Glenconner, Henry, estaba muy enfermo de SIDA, muchos de los amigos de Anne y Colin evitaron a la familia. La princesa Margarita fue una de las pocas personas que se mantuvo leal a Ana: venía a quedarse con ella en Norfolk y abrazaba a Henry, a pesar de su enfermedad. Henry finalmente murió de SIDA en 1990 y su hermano Charlie de hepatitis C en 1996. Leal y sin miedo, la princesa Margarita ha apoyado a su amiga de la infancia en los momentos más difíciles imaginables".
Una historia de sororidad y también de visibilización de una enfermedad tabú por parte de un miembro de la realeza que resulta muy destacable pues en los 80 y 90 hubo una verdadera pandemia y el miedo estaba instalado en la sociedad. Además de este episodio, Camila ha querido también poner en valor la figura de la tía de Carlos III, su verdadero carácter y su fuerte sentido de la amistad. Recoge la defensa a ultranza de Lady Glenconner a la princesa para ensalzar sus virtudes.
"Lady Glenconner estaba furiosa por la publicación de un libro poco halagador escrito sobre la princesa Margarita y estaba ansiosa por contar su versión de la historia. Nos asegura que la Princesa no era mimada, ni difícil, sino divertida, cariñosa y práctica. Ni Lady Glenconner, ni la princesa Margarita tuvieron matrimonios particularmente felices o fáciles. El apoyo mutuo y la comprensión entre las dos mujeres eran imprescindibles para su supervivencia", escribe. En efecto, Margarita no fue muy afortunada en cuestiones sentimentales. No le permitieron casarse con su gran amor, el coronel Peter Towsend, por estar divorciado, y su posterior matrimonio con el fotógrafo y cineasta británico Antony Armstrong-Jones, padre de sus dos hijos, tampoco llegó a buen puerto. Anne, por su parte, nunca se separó de su marido, pero tuvo que soportar su carácter excéntrico y en ocasiones violento.
La escritora, que actualmente tiene 91 años, ha hablado largo y tendido de Margarita en sus biografías. "Nuestra relación era la misma que una relación entre dos mujeres comunes, y no se caracterizó por estar compuesta por una princesa y su dama de honor. Margarita siempre fue una gran amiga para mí y una inesperada fuente de sabios consejos”, confiesa.