Ha vuelto y ha acaparado la atención de las redes sociales, esta vez no sólo por las implicaciones personales que siempre la rodean también por cuestiones relativas a la moda. Meghan Markle ha causado furor en su última aparición pública pese a tratarse de un acto privado. La duquesa de Sussex asistió con el príncipe Harry al concierto de Beyoncé en el estadio SoFi de Los Angeles (Estados Unidos). Ambos son fanáticos de la cantante y no quisieron perderse esta cita de su gira mundial, Renaissance.
La ocasión merecía un look a la altura y la nuera del rey Carlos III de Inglaterra no defraudó. Nuevamente ha sorprendido con su estilo impecable, muy discotequero y favorecedor con el que bailó como una fan más desde un lugar privilegiado en las gradas VIP. Rivalizó incluso con la diva de Texas eligiendo el mismo color que ella lucía sobre el escenario. Pero no era una casualidad, Meghan estaba cumpliendo el deseo que la propia Beyoncé había pedido a sus seguidores en el último mes de su tour mundial, que coincide con su 42 cumpleaños (el pasado 4 de septiembre).
Es la época Virgo, su signo zodiacal, y la intérprete de Single ladies quiere vivirla a golpe de bling bling en el escenario. "Esta gira ha sido una gran alegría y, a medida que nos acercamos al último mes, mi deseo de cumpleaños es celebrarlo contigo vistiendo tus prendas plateadas más fabulosas", había dicho.
Dicho y hecho, Markle siguió el protocolo marcado por la diva a rajatabla. Su glitter skirt es de la firma SPRWMN y su precio ronda los 700 euros. Aunque no está disponible en la web de esta marca, sí se puede adquirir en plataformas como Net-A-Porter. También eran plateados sus zapatos de tacón, unos salones de Aquazurra de más de 1.000 euros que ha lucido anteriormente. El príncipe vestía a juego con Markle, con pantalón blanco, camiseta y americana en color gris. No estaban solos, Doria, la madre de la duquesa, también bailó con las canciones de Beyoncé, con un estilismo en la misma gama cromática.
La relación de los Sussex con la cantante viene de lejos. Se habían conocido personalmente en 2019 cuando coincidieron en el estreno de El Rey León en Londres, donde compartieron una charla privada. Además, Beyoncé se puso en contacto con Meghan tras su polémica entrevista con Oprah Winfrey donde contó la pesadilla vivida con la Familia Real inglesa para mostrarle su apoyo incondicional; la propia duquesa lo contó en su documental de Netflix. Ahora, Meghan y Harry se han convertido en protagonistas involuntarios de su concierto.
Esta aparición de la pareja, además, viene a enterrar los rumores sobre una posible crisis sentimental entre ellos. Se les vio cariñosos, bailando de manera romántica y muy unidos. El vídeo se ha convertido en viral en Twitter, donde no sólo se alaba su actitud, también el estilo de la exactriz. Terminado el verano, ambos retoman su vuelta al trabajo con importantes novedades. El príncipe volverá a Inglaterra para presidir un acto benéfico en la víspera del primer aniversario de la muerte de Isabel II. Además, su esposa prepara su regreso a Instagram y se rumorea que también podría retomar su carrera en la interpretación.