Samantha Jones en 5 frases que cambiaron la TV: así liberó a la mujer el personaje de Kim Cattrall

Cualquier fan de Sexo en Nueva York deseaba como agua de mayo el regreso de Kim Cattrall a la secuela de la serie, And Just Like That… Y no es de extrañar, pues su personaje, Samantha Jones, es uno de los más icónicos (y revolucionarios) de la serie de los 90.

Como ya contó a magasIN Paloma Porcel, la voz de Carrie Bradshaw, "la serie fue revolucionaria en muchos aspectos". Y es que aunque ahora parezca que hay cosas que hayan envejecido mal o que, visto con los ojos del 2023, no parezca para tanto, allá en 1998 había pocas mujeres en prime time hablando de sexualidad o relaciones sin tapujos. 

El personaje de Cattrall tuvo, además, mucho que ver en la evolución del resto de protagonistas: Samantha Jones empujaba a Carrie, Charlotte York y Miranda Hobbes a probar cosas nuevas y soltarse la lengua.

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Ahora que vuelve, aunque sea con una 'aparición estelar' y 'de refilón' a la vida de estas neoyorquinas, recordamos algunos de los momentos –y frases– estelares del personaje que lo convirtieron en un símbolo de la liberación de la mujer.

1."El tío perfecto es una ilusión"

Ya en el primer episodio de Sexo en Nueva York, Samantha dejaba claro que eso de la 'damisela en apuros' no iba con ella. Fue entonces cuando dijo, alto y claro, aquello de "escuchadme: el tío perfecto es una ilusión; empezad a vivir vuestras vidas".

Con estas palabras, el personaje de Cattrall abrió una nueva era para sus amigas y para toda la audiencia. Samantha Jones seguiría inspirando a Carrie, Charlotte y Miranda durante seis temporadas (y dos películas) más, incluso cuando todas encuentran el amor. Porque nadie es perfecto, tampoco una pareja.  

2. "Me quiero más a mí misma"

En el último capítulo de la serie, Samantha mantiene una relación seria con Smith Jerrod (interpretado por Jason Lewis). Pero no sería ella si se sometiese a los mandatos de la sociedad; por eso, la primera película de Sexo en Nueva York recupera la esencia del personaje.

Con un “te quiero, pero me quiero más a mí misma”, Samantha pone en valor el amor propio y la necesidad de no perderse dentro de una relación. Esta frase no hace más que dibujar algo que debiera ser obvio: por mucho que se ame a una persona, los cimientos de una relación no serán fuertes sin amor propio. 

3. "Me vestiré como me dé la gana"

Uno de los mensajes más potentes de la serie, y de Samantha, es ese haré lo que me dé la gana y no tienes derecho a juzgarme por ello. En una sociedad en la que la culpa siempre parece ser de las mujeres, Jones deja claro que ella está ahí para romper las normas.

"No voy a dejar que la sociedad me juzgue. Me vestiré como me dé la gana y se la chuparé a quien yo quiera mientras pueda seguir arrodillándome y respirar". Así de claro se lo deja a Carrie y a cualquier persona que ose juzgarla por sus actos. 

4. Qué importa lo que digan los demás

Un poco en la misma línea del "no voy a dejar que la sociedad me juzgue" está el “si me preocupara por lo que cada zorra en Nueva York está diciendo de mí, nunca saldría de casa”. Y es que Samantha es admirable precisamente por su capacidad de hacer y decir lo que piensa sin preocuparse por la reacción de la gente. 

Eso sí, la serie no acaba sin ella dándose cuenta de que, a veces, hay que tener en consideración al resto. Aunque con esta frase intenta hacerle entender a su amiga Carrie que a ninguna de las dos les debería importar tanto lo que piensan terceros de ellas. 

5. "[…] Dos veces es culpa mía"

Samantha es, sin duda, la gurú del sexo para sus amigas –y para cualquiera que haya visto la serie al menos una vez–. Por eso, no es baladí escucharla decirle a Carrie ese “si me quedo insatisfecha una vez es culpa suya; si me quedo insatisfecha dos veces es culpa mía”. 

En inglés, la cita es aún más potente: "Fuck me badly once, shame on you. Fuck me badly twice, shame on me". Este consejo, aunque tenía mucho que ver con el sexo cuando lo dice en la serie, en realidad podría aplicarse a cualquier aspecto de la vida. 

Bonus track

En la sexta temporada de la serie, Samantha –que padece cáncer– hace un particular homenaje a todas las enfermas. Durante un discurso en un evento de la Asociación contra el Cáncer, corta su mensaje para reconocer: "Si alguna de vosotras tiene sofocos igual que yo se merece que le den una medalla. Primero se me cae el pelo y ahora mi cara se me derrite a chorros", dice. Y se quita la peluca para mostrar, ante el público, algo que por aquel entonces aún se escondía: las secuelas del cáncer.