La genética es clave para llegar a cumplir 100 años. Sin embargo, hay lugares que parecen haber encontrado la verdadera receta de la longevidad. Japón, por ejemplo, es uno de esos 'paraísos' en los que ser centenario no es nada nuevo. Especialmente si eres mujer. 

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El 88% de las personas que cumplen más de un siglo en el país asiático son mujeres, y gran parte de esa población se encuentra en Okinawa que, se dice, es una de las islas con más centenarios. Pero, ¿qué hace que las japonesas vivan tanto (una media de 87 años) y lleguen a los 100 con una salud de hierro?

La dieta, esencial

La receta mágica que aumenta su esperanza de vida y su salud está en la dieta. Y es que, para las okinawenses, la comida es medicina. El pescado, la fruta, la verdura y las legumbres son esenciales en sus menús. El alcohol, además, también está presente, pero con mesura. Además, su clima tropical y una marea apacible hace que el entorno natural de esta isla sea óptimo para la vida. 

El alimento básico de la dieta okinawense es la batata. Es tubérculo, introducido en el siglo XVII, no puede faltar en sus platos. Además, lo combinan con vegetales verdes y amarillos y diferentes productos derivados de la soja. 

La carne se consume con moderación y, por tanto, su alimentación se basa, principalmente, en verduras y legumbres. Así, posee un bajo aporte calórico, pero un gran valor nutricional. 

Cuidar el aspecto social

Pero la dieta no es el único aspecto –junto al genético– que hacen de estas japonesas las más longevas. El entorno rural de Okinawa favorece que su población anciana se mueva de manera orgánica, sin forzarse. Salen a pasear, cuidan de sus jardines de manera tradicional y disfrutan de la naturaleza. 

Además, sus vidas se rigen por el 'ikigai', es decir, el motivo por el que las personas se levantan cada mañana. Algo que, aseguran algunos expertos, puede brindar hasta 7 años más de vida a las personas. Tener claro por qué te has de poner en marcha cuando llegas a los 100 es clave para motivar ese movimiento que es tan necesario para el cuerpo.

Y buena parte de ese sentido de la vida lo ofrecen los 'moais' típicos de Okinawa: un grupo de cinco amigas –y amigos– que se mantiene unido toda la vida. Son ellas las que, en la vejez, motivan a sus compañeras a seguir saliendo a la calle, tejiendo, bebiendo té y paseando juntas. Porque contar con un círculo social sano hace que los hábitos de cada una sean también saludables. 

Huir del estrés

El estrés es uno de los mayores enemigos de la longevidad. Pero incluso en las islas centenarias se sufre. Para combatirlo, en Japón se han generado rutinas que intentan calmarlo. En Okinawa, por ejemplo, se toman unos minutos diarios para recordar a sus ancestros. 

En otras zonas del país, se apuesta por los baños de bosque, largos paseos por la naturaleza que benefician tanto a la salud física como a la mental.