Los habitantes de Teherán que paseaban por una céntrica plaza de la ciudad se sorprendieron esta semana al ver un gigantesco cartel en el que aparecían las imágenes de medio centenar de mujeres iraníes, muy conocidas, luciendo el hijab, bajo el lema "Mujeres de mi tierra".
Pero varias de las mujeres representadas o sus familiares denunciaron la utilización de sus fotos, oponiéndose a ser representadas como simpatizantes del gobierno y del uso obligatorio del hiyab, según informó The Guardian. Una de ellas es Fatemeh Motamed-Arya, una actriz muy conocida tanto dentro como fuera de su país.
En un vídeo en el que aparecía sin el velo, la actriz declaró: “No se me considera una mujer en una tierra donde los niños pequeños, las niñas y los jóvenes amantes de la libertad son asesinados en sus campos”.
Y se refirió expresamente a Mahsa Amini, la joven de 22 años que murió tras una violenta paliza de la Policía Moral, por no llevar correctamente colocado el velo, y a Sarina Esmaeilzadeh, de 16 años, quien, según Amnistía Internacional, fue asesinado por las fuerzas de seguridad en una protesta.
“Soy la madre de Mahsa, soy la madre de Sarina. Soy la madre de todos los niños que fueron asesinados en esta tierra". Y añadía: "Soy la madre de toda la tierra de Irán, no una mujer en la tierra de los asesinos”.
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También la directora de cine Marzieh Boroumand pedía la retirada de su foto del muro: "Nunca permitiré que ningún grupo dentro o fuera del país use mi identidad cultural para su propio beneficio”.
A ella se sumó la alpinista Parvaneh Kazemi, famosa por haber conquistado la cima del Everest y de otros 8.000, que denunció el uso de su imagen y su nombre en el cartel, mostrándose indignada de que se usasen sin su permiso: “Es una vergüenza que el nombre y la imagen de las mujeres se use solo para abusar”.
El hijo de Homa Rousta, famosa actriz y directora de cine iraní que falleció en 2015, también se manifestó en Instagram en contra del cartel, acusando a las autoridades de haberse apropiado de la imagen de su madre. Kaveh Samandarian hablaba del cartel donde se ve obligado a ver "la repugnante escena de intimidación y falta de respeto a hombres y mujeres con mis propios ojos todos los días”.
En su cuenta de Twitter, el director de cine Reza Dormishian denunció que una de las fotos había sido obtenida de una de sus películas y que otra de las imágenes utilizadas es de Nooshin Jafari, la fotoperiodista encarcelada y condenada a cuatro años en prisión por insultar al estado.
El cartel fue retirado a las 24 horas y colocado de nuevo por el Cuerpo de Guardias Revolucionarios, esta vez con el mismo lema, pero sin las imágenes, alegando que estas habían sido retiradas por incluir la foto de una sospechosa de haber participado en protestas.
Las autoridades han advertido que quienes se manifiesten en contra del régimen o en apoyo de los disidentes serán castigados o multados. Son muchos los que ya han entrado y salido de prisión por mostrar su oposición.
Y aunque el ayatolá Ali Khamenei aseguró el viernes en televisión que la República Islámica es "un árbol inquebrantable", lo cierto es que las protestas continúan y son ya más de 144 personas muertas durante las manifestaciones, según organizaciones de derechos humanos.
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La muerte de Mahsa Amini provocó tal ola de indignación que las mujeres de Irán se lanzaron a las calles de sus ciudades para protestar contra la opresión; también iniciaron un movimiento en las redes sociales, grabando vídeos en los que se quitaban el velo y se cortaban el cabello como protesta.
A ellas se sumaron numerosas mujeres occidentales, desatando una ola de sororidad en todo el mundo y, por supuesto en España, donde empresarias, políticas, periodistas y cantantes lo hicieron para mostrar su apoyo a la mujeres iraníes.