‘Fielding season’: así es el fenómeno que puede haber afectado a la relación con tu pareja

Ghosting, Pocketing, breadcrumbing… estas palabras y sus significados tan vinculados con las relaciones modernas, las redes sociales y las aplicaciones de citas, son la evidencia de cómo en los últimos años los patrones clásicos de conducta en los vínculos se han llegado a modificar o a intensificar acompañados de numerosos términos que simplemente han nacido para definirlos y ayudar a identificarlos.

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Uno de esos últimos términos de los que recientemente hemos hablado y relacionado con ese inicio de la temporada otoño-invierno ha sido el conocido como cuffing season, esa época del año en la que más personas deciden emparejarse, pero ¿sabías que hemos terminado la conocida como fielding season?

Si aún no sabes lo que se esconde tras este término, te adelantamos que se trata de todo lo contrario a la "época de esposas" o cuffing season y que la fielding season o "temporada de campo" comienza desde finales de mayo hasta principios de septiembre y tiene como fin definir ese periodo de tiempo en el que la gente prefiere seguir socializando y conociendo posibles parejas o "jugar en el campo" antes del largo y frío invierno.

¿Qué se entiende cómo fielding season?

Si ya te has familiarizado con la cuffing season o lo que es lo mismo, con esa temporada en la que se prefiere comenzar una relación por esa necesidad de poder tener alguien con quien sentirse querido y con quien disfrutar esos momentos de sofá, peli y manta acurrucado con alguien durante la época más fría del año, entonces es momento de que también te familiarices con otro de los términos más vinculados a esta temporada del año: la fielding season o lo que es lo mismo, todo lo contrario a la temporada de esposas.

La fielding season o la temporada de campo, como te hemos señalado comienza a finales de mayo y termina a lo largo del mes de septiembre. Se trata de un momento del año en el que las personas prefieren seguir socializando y conociendo gente nueva, citándose y ligar en lugar de buscar tener relaciones estables con alguien. Una época del año en la que la gente empieza a salir y a socializar más precisamente por esos días de sol que anteceden al largo y frío invierno.

Es a medida que finaliza septiembre, cuando esa visión cambia entrando de lleno en la cuffing season y cuando la necesidad de tener alguien con quien pasar la temporada más fría del año comienza a priorizar la idea de encontrar una pareja. Consiste en algo así como en "analizar el campo" para ver cuál es la mejor jugada de cara al invierno, es decir, dedicar el verano y el principio del otoño a ver cuáles son las opciones disponibles para cuando empiece el frío.

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¿Se trata de una época del año real?

Según un estudio reciente realizado por una conocida app de citas, se ve como el aumento de relaciones y citas entre los perfiles aumenta desde comienzos de verano hasta el último mes de esa soleada estación. Algo que también podría relacionarse con esa época del año en la que el sol y los días de vacaciones incitan a salir, a socializar y a tener más citas. Una tendencia de citas estacional, vinculada a ese estado de felicidad que a menudo se relaciona con el verano, esa época del año en la que se prioriza a menudo la diversión. 

Sin embargo, la llegada del otoño y de los días más cortos y más aislados, hace que esas mismas personas comiencen a anhelar el contacto humano y el calor corporal. Comienza a acercarse el periodo de fiestas navideñas y reuniones familiares, eventos que al fin y al cabo actúan como mensajes constantes de la importancia de pasar con alguien esta época del año. Es precisamente esa presión social, acompañada de esa sensación de soledad y de necesidad de calor humano, la que hace que el otoño se convierta en el inicio para numerosas parejas.

Pero ¿Qué hay de positivo y negativo en ambos conceptos? La realidad es que el amor no debería basarse en las estaciones, sino en nuestros propios sentimientos. El concepto de amor estacional, no solo es una forma de engañarnos a nosotros mismos, sino que además deja de lado algo tan normal y beneficioso como el simple hecho de disfrutar de estar solos y sin pareja y sentirse bien con uno mismo incluso en la temporada más fría del año o de todo lo contrario, como puede ser compartir tus días de sol o frío con esa persona que has elegido para acompañar tus días y a la que no quieres dejar de conocer en ninguna época del año.

No dejes que las estaciones sean las que pongan tus límites a tu forma de querer y abraza al amor, ya sea el que te das a tí misma o el que compartes con tu pareja.