Durante décadas, la excandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha mantenido un estilo sobrio y recatado de tal manera que ha creado una imagen propia caracterizada por dos elementos básicos: su melena corta y rubia y sus trajes pantalón. De esta manera, prácticamente en todas sus apariciones públicas podemos ver a Clinton con un traje pantalón -del que va cambiando los colores-, a juego con unos zapatos de tacón. Pero ¿siempre ha sido así? ¿Por qué escoge siempre ese estilismo?
Al contrario de lo que muchos puedan pensar, no es que la ex primera dama estadounidense sea una fanática de estos conjuntos. Tampoco lo hace porque le parezca más cómodo un pantalón que una falda. Estos motivos serían completamente razonables, pero, según confesó recientemente en una entrevista con CBS News, no tomó esta decisión estilística por iniciativa propia.
Clinton explicó que decidió dejar de usar faldas en 1995, durante el primer mandato presidencial de su marido, Bill Clinton. Todo ocurrió después de un viaje a Brasil, cuando vio que una empresa de lencería del país había usado su imagen para una campaña publicitaria.
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La compañía, llamada DuLoren, cogió una fotografía de Clinton en la que aparecía sentada con una falda y medias, en conjunto con una camisa y una americana. Para la campaña, DuLoren utilizó esa imagen a la que acompañó con el texto: "Señor presidente de los Estados Unidos de América: Vuestra excelencia no imagina de lo que es capaz un DuLoren".
La embajada estadounidense en Brasil se quejó por el anuncio, por lo que DuLoren se vio obligada a quitarlo de la circulación. No obstante, según The Guardian, el vicepresidente de la empresa por aquel entonces defendió la campaña recordando que también incluía el siguiente mensaje: “Un homenaje a una de las mujeres más importantes de la década”.
Por su parte, en su conversación con CBS News, Clinton recordó que para ella fue un incómodo episodio, ya que se trataba de una campaña "sugerente" de lencería y muchos consideraron esa fotografía como "indiscreta".
“Estaba sentada en un sofá, y se dejó entrar a la prensa; había un montón de personas fotografiando. De repente, la Casa Blanca recibe una alerta sobre estas vallas publicitarias que me muestran sentada con las piernas juntas, pero la forma en que está filmado es un poco sugerente”, afirmó.
Otro factor que afectó a Clinton fue que no se quedase como una anécdota o un hecho aislado. A partir de ahí, contó ella misma, empezó a tener muchos más fotógrafos siguiéndola de lo habitual, algo que la acabó de incomodar. "Estaba en un escenario, subía escaleras y ellos estaban debajo de mí. Simplemente no podía lidiar con eso, así que comencé a usar pantalones".
Desde entonces, la demócrata siempre ha usado traje pantalón, hasta el punto de que se ha convertido en un look característico. Ha llegado a formar parte de su imagen hasta tal punto, que cuando en 2016 ganó la nominación demócrata a la presidencia, sus seguidores emplearon el hashtag "Nación del traje pantalón" en las redes como muestra de apoyo.