Miles de personas ucranianas, sobre todo mujeres, niños y niñas, están huyendo del país tras la invasión rusa. Las redes de tráfico de personas, conscientes de su vulnerabilidad, están tratando de aprovecharse de la situación para captar a las refugiadas y los niños, acogerles y explotarles.
“Desafortunadamente esto suele pasar en cualquier proceso migratorio”, explica Teresa De Gasperis, especialista en Trata de Personas e Infancia en ACCEM. Pero señala que las personas ucranianas han estado siempre entre las primeras víctimas de las mafias. Es decir, las redes de tráfico humano ya operan en el terreno y saben cómo hacerlo.
En todo el proceso migratorio, son varias las instituciones y organizaciones que trabajan para prevenir que las personas refugiadas acaben siendo víctimas de trata. En ACNUR colaboran dentro y fuera del país apoyando a las autoridades, para proteger a las personas desplazadas y en tránsito.
En este tipo de campañas alertan sobre todo a mujeres y adolescentes. Les avisan de que puede haber personas que les ofrezcan alojamiento, transporte o comida y luego las presionen para hacer favores o servicios con los que no están de acuerdo.
“Ayudamos a que puedan identificar algunas alertas, que les hagan desconfiar y estar con precaución, por ejemplo personas que les piden su pasaporte o identificación sin ser autoridades; que les prometen trabajos estupendos, les piden teléfonos móviles o se hacen pasar por miembros de organizaciones y no llevan identificación”, explican desde ACNUR.
De hecho, dos mujeres procedentes de Ucrania denunciaron, a su llegada en tren a Valencia, que una persona les contactó por teléfono haciéndose pasar por personal de Cruz Roja para ofrecerse a recogerlas.
Violencia contra las mujeres
La violencia contra las mujeres en situaciones de guerras o desplazamientos masivos de población es habitual. Esto incluye a las mafias que operan con redes de trata con fines de explotación laboral o sexual.
Las mafias se aprovechan de la vulnerabilidad para sacar beneficio a través de la explotación
Aunque los fines de la trata son múltiples. El Protocolo de Palermo (ONU) recogió en su definición que la trata tiene como finalidad la explotación de las personas, que incluye la sexual, la esclavitud y los trabajos forzados, entre otras formas. La trata en sí es una vulneración de los derechos humanos.
Las diferentes crisis humanitarias y migratorias han demostrado que tanto grupos como individuos aprovechan la vulnerabilidad de las personas en movimiento para sacar beneficio a través de la explotación.
De Gasperis insiste en esta idea, en que la trata y la consecuente explotación se puede dar de muchas maneras: sexual, laboral, mendicidad… Y afectar a mujeres, niños, niñas y también a hombres. “Puede haber particulares que se lleven a personas a sus casas y allí les obliguen a realizar servicios domésticos, o incluso sexuales”.
Las cifras internacionales indican que las mujeres, niños y niñas son las personas más expuestas a la trata por encontrarse en mayores situaciones de vulnerabilidad.
Desde Cruz Roja, que cuentan con una experiencia en el asunto de más de 25 años, señalan que debido a la vulnerabilidad de las refugiadas ucranianas y los menores, existe un riesgo.
“Hasta el momento lo que estamos observando son indicadores de riesgo y activando los mecanismos de protección, asesorando a las mujeres y familias sobre los recursos y derechos que les asisten, orientándose sobre situaciones inseguras y asesorándolas para que sepan a dónde acudir en cualquier momento”.
Estar alerta
Conviene, por tanto, informar del riesgo para que las personas puedan tomar decisiones informadas, estar alerta sobre situaciones que puedan exponerlas al riesgo de la trata y que sepan dónde acudir en caso de necesitar ayuda. Por otra parte, De Gasperis avisa “la mayor dificultad aparece cuando la explotación no se ha dado, porque hay que hacerles ver que les puede suceder”.
“Prevenirlas sobre ofrecimientos que suenen demasiado buenos para ser reales al tiempo que se les ofrece una acogida”, hacen en Cruz Roja.
El 90% son mujeres y niños
ACNUR también está alertando sobre este tipo de situaciones ya que el 90% de personas refugiadas son mujeres y menores, en ocasiones no acompañados por sus padres o tutores. “Alertamos sobre iniciativas individuales de personas que van con sus coches a las fronteras. Aunque la mayoría lo hacen con buena voluntad, hay quienes persiguen otros fines”.
Por eso, insisten en que cualquier traslado debe realizarse informando a las autoridades y en coordinación con el país de acogida. “En algunos países tienen registros online para quienes ofrecen transporte gratuito y ahí dan sus datos”.
De Gasperis apuesta también por informar a aquellos que se ofrecen a acoger, con su mejor voluntad. Porque estos están abriendo sus puertas a personas que huyen de un conflicto que no se sabe cuánto puede durar. “Además, desde las distintas organizaciones estamos coordinándonos para dar otros tipos de apoyo, como el psicológico o el legal”.
Así se lucha en España
De Gasperis explica que existe coordinación internacional, sobre todo con los países fronterizos, para prevenir la trata. Además, las distintas organizaciones en España tratan de dar información.
En territorio nacional, recientemente se ha abierto en Pozuelo el dispositivo de acogida de emergencia y desde ACCEM están tratando de formar al personal para que tenga las herramientas con las que detectar posibles situaciones o dar información si las personas ucranianas se la solicitan. Además, tratarán de dar charlas a las personas que allí se alojen.
Dentro de sus competencias, el Ministerio de Inclusión tiene en sus centros de acogida y recursos habitacionales sus protocolos internos de detección de trata y puesta en conocimiento de las autoridades competentes en caso de sospecha del delito.
La coordinación entre las distintas autoridades es fundamental
Fuentes oficiales informan que estos protocolos ya han funcionado durante los últimos años, incluso adaptándolos en puntos como aeropuertos, para detección en llegada en coordinación con Interior.
Es justo este Ministerio el que recientemente aprobó el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos 2021-2023. Policía Nacional y Guardia Civil son Cuerpos con experiencia y prestigio internacional en la detección y lucha contra la trata y tienen desarrollados equipos y mecanismos en esta materia.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad llevaron a cabo 409 operaciones en España contra la trata, en las que detuvieron a 716 personas y liberaron a 738 mujeres. Esta capacidad operativa es la que se ha desplegado ahora para detectar casos de trata, tanto de menores como de mujeres, en puntos específicos como nodos de transporte o lugares específicos.
Además, en los trámites para la obtención de protección temporal, si el menor no está acompañado por un progenitor o tutor legal, se contacta con la Embajada de Ucrania en España, que colabora activamente en la prevención.