El 18 de febrero es el Día Internacional de la Mujer Saharaui. Se conmemora la muerte de la enfermera Chaiaa Ahmed Zein, que falleció bajo el bombardeo de la aviación marroquí en el campamento de Umdreiga el 18 de febrero de 1976, cuando se encontraba asistiendo a unos refugiados heridos. Chaiaa Ahmed Zein estaba embarazada de ocho meses y tanto ella como su bebé murieron en el acto.
Las mujeres saharauis siempre han tenido una presencia destacada en la sociedad. Se les han reservado espacios amplios de actuación, característica que se explica, en parte, por la cultura nómada que imponía la ausencia prolongada de los hombres. A este escenario hay que sumar las características adquiridas durante la colonización española y las que se han desarrollado en los campamentos de refugiados.
Por su parte, el Frente Polisario reivindica el estatus de ‘mujer libre’ como consustancial a la identidad nacional saharaui. En 1974, nació la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, una organización con actuación nacional e internacional que aún hoy sigue activa defendiendo los derechos de las mujeres.
"Hoy más que nunca, la organización de los campamentos está en manos de las mujeres"
“Hoy más que nunca, la organización de los campamentos está en manos de las mujeres”. Jadiyetu El Mohtar, miembro del departamento de relaciones internacionales de la UNMS y subdelegada sahariana para la Comunidad de Madrid, explica que tras la ruptura del alto el fuego entre el ejército saharaui y Marruecos, el 13 de noviembre de 2020, la mayoría de los hombres volvieron al frente de batalla y la organización y gestión de los campamentos volvió a estar en manos de las mujeres, como en antaño.
“Ellas son las protagonistas de esa que se configura como una de las más singulares experiencias de resistencia en el mundo actual”. Su día a día en los campamentos consiste en desplazarse entre las tiendas y los edificios de ladrillo para desempeñar todo tipo de actividades productivas e indispensables para la vida de los refugiados.
Es la labor añadida que llevan a cabo fuera de las jaimas, donde además, se promueve el papel de la mujer en todos los aspectos de la vida social y política.
Mujeres protagonistas
El protagonismo de las mujeres saharauis, a la vanguardia de la resistencia pacífica y la lucha por la libertad, se demuestra a través de su rol activo en la toma de decisiones en el movimiento de liberación del Frente Polisario, en los campos de refugiados y en su resistencia frente a la ocupación marroquí.
Las mujeres son un símbolo de resistencia pacífica
Pero su papel en la sociedad va aún más allá. Han colaborado en la labor de construcción y gestión de los campamentos, fabricando ladrillos de adobe para construir las escuelas y hospitales. "Resisten cada día frente a numerosas dificultades del exilio forzado, bajo bombardeos y escasez de recursos esenciales en un territorio inhóspito, lo que ha hecho de las mujeres un símbolo de resistencia", comenta Jadiyetu El Mohtar.
Además, durante los primeros años de la guerra tomaron las armas y hoy hay mujeres entrenadas en la academia militar de mujeres para luchar por la independencia del Sáhara.
“En los territorios ocupados también se prolonga su lucha, a pesar de la violencia psicológica y física que sufren, porque viven bajo la vigilancia constante de los militares, la policía y los colonos marroquíes; pero aun así, las mujeres saharauis resisten, organizan manifestaciones pacíficas, cuidan a las familias para conservar sus propios costumbres y tradiciones y así preservar la identidad cultural saharaui”.
Presencia en política
En 1974, se creó la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS). Se trata de una organización de masas vinculada al Frente Polisario para concienciar y movilizar a las mujeres en su lucha por la independencia. Además, otorga importancia a visibilizar la presencia y protagonismo de las mujeres en la sociedad saharaui para su empoderamiento.
La organización pretende visibilizar la presencia de las mujeres saharauis al frente de la organización de los campamentos, su implicación activa en todo el proceso de liberación nacional y legitimar sus derechos individuales y colectivos como ciudadanas en un Estado de derecho. Estos objetivos fueron facilitados por la permeable estructura política que organiza los campamentos.
La organización consiguió que se creara en 2003 una Secretaría de Estado de Asuntos Sociales y Emancipación de la Mujer que a día de hoy es un Ministerio. En 2007, la RASD adoptó un sistema de cuotas para la elección de mujeres en las wilayas (provincias o campamentos) con efecto inmediato en su representatividad en el legislativo.
En el parlamento actual 10 de los 53 asientos están ocupados por mujeres (19%) y en el secretariado del Frente hay seis mujeres, además de dos ministras y dos gobernadoras.
Escuela 27 de febrero
Pero esta conciencia feminista no ha surgido sola. El 14 de noviembre de 1978, se creó la escuela de mujeres 27 de febrero, con el objetivo de dar formación y empleo para impulsar su autonomía. La fecha corresponde a la declaración del Estado sahariano.
Desde su creación, la escuela se convierte en un espacio de aprendizaje para la gestión y administración de los campamentos de refugiados, con la participación de las mujeres en todas las actividades y la toma de decisiones en los asuntos públicos. Así, las mujeres pudieron retomar el rol que tenían en la sociedad precolonial.
Es un caso característico en la educación. Pero, en general, las escuelas son mixtas y la enseñanza es obligatoria de los siete a los trece años. Después, los jóvenes se encuentran en un régimen de internado en las escuelas secundarias. Hasta los dieciséis años reciben una formación para afrontar necesidades generales como son la mecánica, agricultura, sanidad... y una preparación más académica.
Las mejores calificaciones académicas suponen el acceso a la enseñanza universitaria y desde la formación profesional, la especialización como técnicos de grado medio. La formación universitaria se imparte en el extranjero, principalmente en Argelia, Cuba o Libia, en base a convenios y becas. Además, la enseñanza de idiomas ha sido considerada como prioridad y el español es la segunda lengua de los saharauis desde la enseñanza básica.
Resistencia pacífica
Desde hace más de cinco décadas, las mujeres saharauis organizan y protagonizan la resistencia pacífica del Sáhara Occidental.
Una de las sociedades árabes más progresistas
“En los años de guerra y lucha, las mujeres saharauis somos responsables de sentar las bases de la República Árabe Saharaui Democrática en el exilio, en una de las regiones más inhóspitas del planeta. Al mismo tiempo, hemos logrado sedimentar una de las sociedades árabes y musulmanas más progresistas desde el punto de vista de la igualdad de género y la emancipación de la mujer", defiende Jadiyetu El Mohtar.
“Nuestra lucha por nuestros derechos de autodeterminación y el derecho de nuestro pueblo a la libertad e independencia no se disocian porque nosotras partimos desde una perspectiva feminista postcolonial en defensa de la libertad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos que son los valores del feminismo universal”.