La Guardia Civil sigue siendo un cuerpo eminentemente masculinizado, con la menor cuota de mujeres de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y donde las uniformadas pelean por ir rascando derechos, por más que tengan una mujer como directora general.

El último logro ha sido la sentencia del Juzgado número 1 del Contencioso Administrativo de Cáceres en el que reconoce el derecho de una agente con reducción de un 20% de su jornada a establecer un horario fijo de trabajo.

Esta guardia civil tiene dos hijos pequeños, de cinco y un año, y solicitó la reducción de un 20% de su jornada laboral, con la consiguiente rebaja del salario, para poder atender a los menores en horario de tarde y los fines de semana.

Sin embargo, la respuesta de la comandancia fue que "por razones del servicio" se limitaba su derecho en la reducción a diferentes periodos del año, como vacaciones de fechas señaladas de Semana Santa o Navidad, y se le denegaba en fines de semana o días festivos.

La agente recurrió al General jefe de la Zona de Extremadura y la respuesta volvió a ser que negativa, que no podían darle la concreción de horarios salvo en esos periodos vacacionales.

"Su hija pequeña va a una guardería y su hijo mayor va al colegio. Necesita las tardes y los fines de semana libres porque ella está sola. Su marido, también guardia civil, trabaja en un destino 400 kilómetros", explica a MagasIN su abogada, Paloma Lobato Vargas, quien ha conseguido la primera sentencia de este tipo en Extremadura.

"Hemos intentado esto en varias ocasiones y no nos la habían estimado con la excusa de que perjudica el servicio pero sin concretar en qué lo perjudica", añade.

Arbitrariedad

La sentencia que viene a demostrar los problemas de conciliación a los que se enfrentan las guardias civiles fue notificada en una fecha más que simbólica: el 8 de marzo, el Día de la Mujer, y aún puede ser apelada hasta el 30 de marzo a las 15.00 horas. "No creo que lo hagan. Sería la primera vez que recurrieran".

"Es todo un despropósito, porque justo cuando más necesidad tienen los menores es cuando se le restringía o directamente se le denegaba la reducción de la jornada", señala la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en una nota de prensa.

Además de lo contundente de la sentencia, el caso de esta guardia civil es muy paradigmático de la arbitrariedad que se produce muchas veces en las decisiones sobre las reducciones de jornada. La normativa marca que tiene derecho a ella hasta que el menor de sus hijos tenga 12 años y, de hecho, consiguió una reducción con concreción horaria cuando nació su primer bebé.

"A esta compañera ya se le concedió una reducción de jornada con un hijo. Después estuvo de baja por motivos personales y por un embarazo de riesgo y cuando se ha ido a reincorporar es cuando ha vuelto a solicitarla con dos hijos. Y se la deniegan". 

¿Qué ha podido cambiar en estos pocos años? "Lo único que ocurrió fue un cambio en los mandos. Ahora no es el mismo".

De hecho, como confirma la abogada, la guardia civil demostró durante el juicio con cuadrantes que en sus meses de baja, en los que no prestaba ningún servicio, el resto de los efectivos no vio peligrar ni sus libranzas en fines de semana ni sus vacaciones, ni mucho menos se perjudicó el servicio. Por lo tanto, con ella trabajando ahora todas las mañanas, "mucho menos se iba a perjudicar".

"Los tribunales ponen cordura y sentido común en la cerrazón en el reconocimiento de los derechos de la mujer en la Guardia Civil con una sentencia donde dejan claro que no vale una referencia genérica a las necesidades del servicio", ya que en ninguno de los informes presentados se concreta en qué se perjudicaría tener un horario fijo, aclaran desde la AUGC.

Tanto en la asociación como la abogada destacan la labor de las mujeres guardias civiles que muchas veces se ven en destinos y situaciones donde no pueden conciliar con el cuidado de sus hijos. "A lo mejor en Madrid hay alguna guardería abierta un sábado o un festivo, pero en un pueblo de Cáceres no hay. Y si no tienes un colegio cerca y estás sola ¿a ver qué haces?".

AUGC asegura que hay otras mujeres en esta misma situación. "Yo he llevado el caso de otras guardias civiles y nos lo han denegado hasta ahora", asegura la abogada. "Estas compañeras son madres y trabajadoras en la Guardia Civil. Es hora de rectificar y entrar en el siglo XXI", añade en la asociación unificada que piden "una reflexión profunda" al cuerpo.

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