Hacer el cambio de armario siempre es una tarea ardua pero todas las expertas insisten en que es el primer paso para conseguir ganar en estilo. Sin embargo, este cambio de temporada nos va a pillar tras dos meses encerrados en casa, gastando únicamente pantalones de chándal, mallas, sudaderas, pijamas y ropa muy cómoda mientras los jerséis llevan encerrados en el cajón desde hace siglos.
Por eso, es muy importante que tengamos en cuenta los consejos de las estilistas para poder volver a la vida normal lo más a gustoposible con nosotras mismas. La asesora de imagen Paz Herrera, autora del libro 'Self-branding: Potencia tu marca personal' (Kitsune Books), tiene claro que la moda de esta primavera verano va a ser diferente y que el coronavirus también va a cambiar la forma de vestirnos.
"Nos vamos a volver mucho más minimalistas y en cierta medida está bien. Antes comprábamos de una manera más compulsiva y ahora con la nueva situación vemos que a lo mejor no necesitamos tantas cosas. Además, la situación económica de muchas personas va a variar y es muy importante organizar un armario funcional donde tengas todo lo que necesites y no más", aclara.
Lo primero que tenemos que hacer antes de enfrentarnos al desconfinamiento que nos devuelva a la calle, seguramente ya por el mes de mayo, es sacar lo de invierno y deshacernos de lo que no nos ponemos, está en mal estado o ya no nos queda bien.
"A veces no nos vestimos bien porque en el armario tenemos demasiada ropa y, sobre todo, demasiada ropa que no nos ponemos", asegura la estilista.
Los primeros pasos tienen que ser para retirar, antes de guardar, todo lo que no es útil: "Las prendas que están en mal estado a la basura. Las que ya no me valen, no tienen el estilo que me hace sentir bien o no me siento cómoda con ellas, las podemos regalar o vender en las plataformas que hay de ropa de segunda mano", explica Paz Herrera.
A partir de ahí, estaremos seguro de que todo lo que guardemos nos los vamos a poner el otoño-invierno que viene.
"Con la ropa que saquemos de la temporada pasada hay que hacer lo mismo. Lo que esté mal tirarlo y lo que no me siente bien, darlo o venderlo. También hay que analizar la ropa o complementos que no me he puesto en las dos últimas temporadas".
Con estas prendas tenemos dos opciones: si se trata de un básico, como un vestido de fiesta o ropa muy buena, la podemos conservar pero si es que ya no nos vemos bien, lo mejor es retirarlo. "Hay que guardar lo que sí nos sirve y desestimar lo que no".
Una vez ordenado el armario con la ropa que tenemos de la primavera pasada (por colores, por función o por estilo, como más cómodas nos sintamos), hay que ver qué nos falta para acertar en las compras, ya que no vamos a estar para mucha prueba y error.
En este sentido, lo mejor es hacer una lista con tres aspectos muy concretos: reponer lo que se nos haya roto y sea esencial, completar los básicos y comprar algo que nos dé el toque de este año.
"Es muy importante ahora los básicos en nuestro armario", recuerda Paz,"desde unos pantalones neutros, funcionales (cada uno con las formas o colores que más le apetezca) a un vestido, un buen vaquero, un pantalón de vestir, una camisa que nos siente bien, una camiseta buena, alguna falda y una prenda más primaveral, estampada...".
Complementos
Paz Herrera insiste en que en este apartado de elementos claves deberían entrar también los complementos. "A veces no nos ponemos determinada ropa por que no tenemos un zapato adecuado, por ejemplo".
De hecho, los zapatos también son uno de los rompecabezas de cara a la primavera puesto que no podemos pasar de las botas a las sandalias tras dos meses en zapatillas o deportivos.
"Es importante tener un zapato de vestir, neutro, unos salones en tono maquillaje o cuero. Y algún zapato que pueda usarse con pantalón y falda, que te veas arreglada con él pero que sea cómodo para llevarlo de la mañana a la noche", recomienda.
Esta experta es consciente de que no vamos a volver a recuperar la dinámica de nuestro estilo en los primeros días. "Hay personas que están deseando ponerse guapos y llevar su ropa arreglada y otros a los que les da pereza. Tiene que ser algo paulatino, aunque depende del entorno en el que te muevas, pero poco a poco es una buena opción. Los primeros días optaremos por vestir más o menos como antes del confinamiento pero más cómodos... Y la verdad es que ahora no vamos a tener muchos eventos para arreglarnos mucho", bromea.
Sin medias y con colores claros
Este cambio en concreto nos va a costar más porque siempre es un problema ver cómo se cambia la ropa de invierno a la de primavera-verano ya que de repente nos quitamos las medias, las telas son más fluidas, con más colores, de manga corta, con escotes más abiertos... Si otros años la transición no es fácil, pasar dos meses encerrados en casa sin que nos dé casi el sol y sin salir, no lo va a hacer más llevadero.
"El que más y el que menos, en un año normal, toma un poco el sol aunque sea sólo de estar por la calle y tenemos un cierto tono de piel. Ahora nos vemos pálidos y cuesta ponerse faldas sin medias o utilizar colores más vivos cuando con la piel más apagada. No es lo más favorecedor", advierte.
Para frenar estas sensaciones también hay trucos: hay que hacer una transición rápida con ropa de entretiempo. "Afortunadamente las faldas que se llevan este año son un poco más largas pero podemos apostar por pantalones fluidos, que son cómodos y no se ve tanto la piel. Y, sobre todo, echar mano de los autobronceadores, que están muy bien en esta época", conseja.
Qué comprar
Lo último ya cuando tenemos hecho el cambio de armario y la lista con lo que realmente nos hace falta, sería salir a comprar esas cositas que pueden terminar de arreglar tus looks. Por ahora todo es online pero, cuando podamos visitar las tiendas físicas, nos vamos a volver locos entre las prendas de verano que ya estarán a la venta y las que arrastran de la primavera, que ni siquiera han pisado los escaparates en muchos casos.
El consejo de Paz Herrera es comprar ya ropa veraniega porque "el vestido de verano nos lo podemos poner con una cazadora y un botín y luego cuando haga más calor con sandalias. Y así se reaprovecha".
Sus consejos para esas primeras compras de mayo: "Yo me iría a prendas básicas como una trench, un cardigan o una americana, alguna exterior que se pueda reciclar también en invierno. Y blusas y vestidos ya de verano".
Su apuesta de lo que no puede faltar en nuestro armario la temporada que ya está aquí está clara: "Algún vestido camisero, que a mí me gustan más largos; un trench o una cazadora. Un muy buen look sería un vestido un poco boho, con una cazadora y un botín".
En los pies, los botines van a compartir protagonismo en nuestra salida con las deportivas, una buena transición para ir rebajando la libertad de la que hemos disfrutado estos meses: "Como tampoco me veo con sandalias ya, los botines para llevarlos con vestido y sin medias es lo mejor, en tonos caramelo o piel, tostados claros. Y me gustan mucho las deportivas, con calcetines invisibles, con vestidos o pantalones culottes".