Los tampones en España bajarán su precio un 6%, según ha anunciado el actual gobierno, pero en Escocia ya son gratis. La normativa que controla la denominada 'tasa rosa' para los productos de higiene femenina está cambiando en el mundo. No se concibe que artículos como el papel higiénico se consideren de primera necesidad y las compresas y los tampones, no.
Basta con pasear por los supermercados para comprobar que los artículos relacionados con la menstruación están gravados, a día de hoy, con un 10% de IVA y, en general, los femeninos tipo desodorantes, cuchillas de afeitar o perfumes son más caros que sus homólogos masculinos.
Con la decisión tomada a finales de febrero de 2020 por el Parlamento escocés, Escocia se convierte en el primer país de la historia en ver con sus propios ojos que estos productos deben ser completamente gratis.
El suministro se hará a través de clubs juveniles, espacios comunitarios y farmacias y serán más de un millón y medio de mujeres las que se vean beneficiadas con la medida.
Lo que comenzó el año pasado como una prueba piloto en la ciudad de Aberdeen, repartiendo productos de higiene menstrual entre mujeres sin recursos, se puede convertir en un ejemplo a seguir en el resto del mundo. El gasto anual previsto por el Gobierno escocés para esta partida es de 24,1 millones de libras esterlinas (27,8 millones de euros).
La parlamentaria del Partido Laborista escocés, Monica Lennon, impulsora del proyecto de ley, apuntó que se trata de un momento decisivo para normalizar la menstruación en su país y enviar esa señal real a los ciudadanos escoceses sobre la seriedad del Parlamento en la igualdad de género.
Aunque el proyecto de ley fue aprobado con 112 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, algunos miembros advirtieron que, antes de convertirse en ley, la legislación debe pasar a la segunda etapa, en la que se pueden proponer enmiendas.
Entre un 50% más caro
En España, se denomina popularmente 'tasa rosa' a el mayor precio que se aplica a algunos productos femeninos, respecto a sus homólogos masculinos, y que simplemente por empaquetarse de rosa ya se les considera para la mujer y se les añade un sobreprecio.
Un claro ejemplo son las maquinillas de afeitar desechables que, vestidas de rosa, tienden a ser hasta un 50 y 60% más caras. Esta 'tasa rosa', que no impuesto, se puede deber a: una percepción de género (tradicionalmente los hombres han sido los legisladores y no han llegado a comprender que las compresas no son un lujo, sino un artículo de primera necesidad); o a una cuestión de marketing (muchos expertos aseguran que las mujeres valoran más la personalización del producto, el color, la edición limitada) y se aprovecha esta circunstancia para abusar en los precios de los artículos femeninos.
Lo cierto es que ninguna justificación comercial evita la inmoralidad de esta práctica, sobre todo cuando este sobreprecio se extiende también a productos de higiene menstrual. Son ya muchos los colectivos feministas los que ven en este gravamen un perjuicio para las mujeres porque ser mujer no puede ser más caro que ser hombre.
7.000 euros de gasto
Si tenemos en cuenta que unos 1.800 millones de mujeres tienen la regla cada mes en el mundo, se entiende que la higiene femenina es una necesidad, no un lujo. Es una molestia mensual, que en muchos países puede llegar a convertirse en un obstáculo importante por falta de productos adecuados, de medios, o por tratarse de un tema tabú cargado de supersticiones y prejuicios.
Según un Informe del Instituto de la Mujer, la menopausia llega a las mujeres españolas alrededor de los 48 años. Eso significa que pasan unos 36 años con la regla. A 13 periodos por año, son 468 veces. Y a cuatro días de media cada vez, 1.872 días. Es decir, algo más de cinco años de su vida con la regla, lo que supone una media de 7.000 euros. Motivo más que suficiente para que el movimiento contra la llamada 'tasa del tampón' y 'tasa rosa' no se detenga ya por nada.
Actualmente, en España los productos de higiene menstrual están gravados con un 10% y, aunque el Gobierno piensa reducirlo hasta un 4%, por "razones de discriminación", la realidad es que siguen siendo precios inalcanzables para muchas mujeres.
Hay que ser conscientes de que la denominada "pobreza menstrual" es un problema que afecta a millones de mujeres de todo el mundo, incluidos países ricos. Y que a una compresa no se le puede aplicar el mismo IVA que a un ramo de rosas, a una pata de jamón de jabugo o a una lata de caviar.
Pero si, tal y como está previsto, sale adelante la propuesta en España y se aplica el IVA súperreducido del 4% a estos productos, el efecto sería el siguiente: una caja de 18 tampones por ejemplo, pasaría de costar unos 2,75 euros a 2,60 euros. El ahorro sería de 15 céntimos. Aunque resulte una cifra muy famélica, el impacto global es considerable si tenemos en cuenta que una mujer tiene algo más de 460 períodos menstruales en su vida. El Estado dejaría de recaudar unos 18 millones de euros anuales.
El problema surgirá si los fabricantes utilizan esta medida para aplicar una subida de precios encubierta de sus productos.
Hay que recordar no obstante que, si finalmente el Gobierno aplica la medida, no será la primera Administración en rebajar ese impuesto. En la Comunidad Canaria adquieren los artículos femeninos sin gravamen desde 2017, cuando pasaron del 3% al 0%.
Además, la medida afecta tanto a compresas y tampones como a protegeslips, copas menstruales de silicona y compresas ecológicas. En Ceuta y Melilla estos productos de higiene femenina tributan al 7% del Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI), el equivalente al IVA.
Perfumes, depilación, peluquería...
Pero esta discriminación no sólo afecta a productos de higiene. ¿Por qué las mujeres pagan de media 40 euros en una peluquería por lavar, cortar y peinar, frente a los 20 que pagan los hombres? ¿Por qué limpiar una blusa en la tintorería cuesta más que una camisa de hombre? ¿Por qué las versiones femeninas de un mismo perfume son más caras que las masculinas?
Según el último estudio presentado por el Comparador español Idealo, la disparidad de precios entre productos dirigidos al público femenino y al masculino es evidente, sobre todo en productos de depilación y en fragancias femeninas.
Las colonias para chicas son un 25,8% más caras que las de hombre, en toda Europa. Esto supone que el precio medio por mililitro es hasta 62 céntimos superior en los perfumes femeninos que en los masculinos.
Esta diferencia en los precios de artículos dirigidos a mujeres se agrava más si tenemos en cuenta que, actualmente, la brecha salarial española entre hombres y mujeres se sitúa en un 21,9%, según datos del INE. Así pues, la media asciende a 6.000 euros al año de diferencia entre ambos grupos.
Además, según la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat, el mayor porcentaje de empleados que recibe un sueldo por debajo del salario mínimo son mujeres, una cifra que en España alcanza un 62,2 %.
Así desde los 90'
La disparidad de precios entre artículos dirigidos a distintos géneros viene sobre todo de los años 90, en los que las empresas empezaron a darse cuenta de que podían vender más si segregaban sus productos entre masculinos y femeninos y se lanzaron a cambiar el mercado; un mercado que ahora tiende a reagruparlos con el boom de los llamados gender neutral, productos unisex, sin género.
Aunque Escocia es el primer país en promover el gratis total para los productos de higiene femenina, muchos otros países han ido reduciendo e incluso eliminando la llamada Tampon-Tax.
Kenia, por ejemplo fue el primero en abolirla en 2004 y Canadá e Irlanda tampoco la tienen. De hecho, Canadá, que eliminó su impuesto al tampón a mediados de 2015, estudia dejarlo gratuito, siguiendo el ejemplo de Escocia.
India eliminó su impuesto del 12% sobre los productos de higiene femenina en 2018 y en Colombia, el 14 de noviembre de 2018, el Tribunal Constitucional dictaminó por unanimidad eliminar el impuesto del 5% sobre los tampones y toallas sanitarias, aduciendo motivos de igualdad de género.
Australia, por su parte, derogó el impuesto del 10% sobre tampones y compresas el 1 de enero de 2019 y hace escasamente 3 meses (el 10 de diciembre de 2019), Ruanda eliminaba el IVA de todos los productos sanitarios. El cambio se realizó en respuesta a la ausencia y abandono escolar causado por el 18% de las mujeres y niñas ruandesas que no podían asistir a la escuela o al trabajo, al no poder costearse los productos de higiene femenina.
Otros países, aunque aún no la han eliminado, sí están reduciendo la 'tasa del tampón'. Es el ejemplo de Alemania que acaba de reducirla del 19 al 7%; España que tiene previsto pasarla del 10% al 4%; en el Reino Unido ya se aplica el 4%, en Irlanda del Norte el 0,5%, en Francia el 5,5%.
En EEUU, son ya más de 13 los estados que han abolido el IVA de los productos menstruales (Connecticut, Florida, Illinois, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania, entre otros), mientras otros muchos que tienen impuestos sobre los tampones han tratado de revocar o eliminar el impuesto a través de la legislación y, de momento, han sido denegados.