General Motors (GM) anunció este martes que su división Cruise abandonará el desarrollo de robotaxis para ahorrarse unos 1.000 millones de dólares al año y concentrarse en la producción de sistemas de conducción autónoma en vehículos personales.
GM justificó la decisión por el elevado coste que supone implementar un modelo de negocio para el desarrollo y producción de robotaxis así como "un mercado cada vez más competitivo".
La compañía cifró en 1.000 millones de dólares lo que se ahorrará anualmente con la reestructuración de Cruise. En octubre, GM reportó que Cruise había perdido 1.284 millones de dólares en los nueve primeros meses de 2024. En 2023, la división perdió 3.405 millones de dólares y en 2022 fueron 3.197 millones en pérdidas.
La presidenta y consejera delegada de la compañía, Mary Barra, afirmó este martes en un comunicado que a pesar de que Cruise dejará de trabajar en robotaxis, la unidad continuará invirtiendo en el desarrollo de la conducción autónoma.
"GM está comprometida a producir las mejores experiencias de conducción para nuestros clientes en una forma que es disciplinada y eficiente con el capital. Cruise ha sido uno de los primeros innovadores en autonomía y la profunda integración de nuestros equipos, junto con las fuertes marcas de GM, su tamaño y fortalezca manufacturera ayudarán a avanzar nuestra visión para el futuro del transporte", explicó la directiva.
GM, que en 2016 compró Cruise para unificar sus esfuerzos en el terreno de la conducción autónoma, se ha comprometido a elevar su participación en la compañía del 90% actual a un 97 %. Desde su adquisición, GM ha destinado más de 10.000 millones a la división.
En octubre de 2023, Cruise se vio forzada a cesar temporalmente su programa de robotaxis después de sufrir una serie de accidentes que provocaron la suspensión de su permiso de operación en California.
Poco después, Cruise despidió a un 25% de su plantilla. En junio de este año, GM anunció la inversión de 850 millones de dólares para relanzar Cruise al mismo tiempo que el director financiero del fabricante de automóviles reconoció que las necesidades de capital, "a corto y medio plazo", para producir un robotaxi eran "abrumadoras". Esa realidad financiera provocó que GM decidiera realizar "un planteamiento estratégico diferente".