Uno de los momentos más tensos para muchos conductores es cuando se encuentra en la carretera un coche de la Policía o de la Guardia Civil. Porque se temen lo peor. Que han cometido alguna infracción o que les van a poner una multa. Por ello, es muy frecuente que empiecen a aminorar la velocidad o incluso que se pongan nerviosos.
Sin embargo, encontrarnos con un coche de las autoridades no tiene por qué ser un indicativo de que estamos haciendo algo malo. Ni siquiera si vemos que este comienza a hacer algún gesto o, sobre todo, si hace eses, yendo de un lado a otro de la carretera.
Este es un protocolo de actuación que ha alertado a muchos conductores, y es que pocos saben qué significa que un coche de Policía o de la Guardia Civil comiencen a hacer eses en la carretera. Unos gestos que de manera habitual alertan a los demás ocupantes de la vía y que pertenecen al propio lenguaje policial y a los códigos de comunicación que usan entre ellos.
¿La Policía haciendo eses en la carretera?
Aunque muchas personas no lo recuerden, cuando se sacaron el carnet tuvieron que atravesar por una fase en la que analizaban el significado de los signos y de las señales que nos puede hacer un policía cuando vamos al volante. Lo más importante que hay que saber es que este lenguaje tiene prioridad sobre cualquier otra señal que puedas encontrarte.
Por ello, si vemos que un agente nos hace algún gesto, este prevalecerá por encima de un semáforo o incluso por delante de un STOP. La jerarquía en cuanto a las órdenes que debe respetar un conductor está encabezada precisamente por los agentes de seguridad, después las señales temporales, los semáforos y señalización vertical, después la horizontal y por último las marcas viales.
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Lo normal es que nos encontremos a los agentes de pie realizando algún tipo de señal o controlado el tráfico. Sin embargo, también pueden ir a bordo de sus coches, esos que tantos sustos nos dan. Ahí también disponen de sus propias señales, algunas de las cuales van acompañadas de carteles luminosos.
Estos pueden ir tanto en la zona del parabrisas como encima del propio vehículo. Sin embargo, la señal que más alerta genera es cuando vemos a uno de estos coches de la Policía o de la Guardia Civil haciendo eses por la carretera y girando de un lado hacia el otro. Esto, lejos de ser algo malo, es una simple señal de advertencia que debemos seguir.
Cuando veamos que un coche de las autoridades hace esto, lo que debemos hacer es aminorar la marcha y seguirlo. Un poco como sucede en competiciones como la Fórmula 1, cuando sale el Safety Car por culpa de algún incidente y todos le siguen. En este caso, el propósito del coche de Policía será detener el tráfico por completo de la vía.
Se trata de un método que pocos conductores conocen, pero que se usa cuando se han producido casos de accidentes graves o múltiples o cuando hay situaciones de riesgo y peligro generalizado. Por ello, aunque no sepamos exactamente en qué consiste este protocolo, tenemos que intentar interpretarlo, hecho que no parece complicado en este caso.
Si no respetáramos esta orden, podríamos estar ante un problema muy grave. El Reglamento General de Conductores indica que las sanciones por desobedecer las señales de un agente pueden suponer una infracción grave con multas de 200 euros e incluso un delito de desobediencia a la autoridad.