Uno de los actores clave en la movilidad eléctrica es Repsol. La compañía energética es un ‘jugador’ muy importante tanto en la recarga pública, con la red de estaciones de servicio; como en la recarga eléctrica en el domicilio. Para conocer cómo está evolucionando Repsol en movilidad eléctrica entrevistamos a su responsable, Carlos Bermúdez. Así ha sido nuestra conversación.

¿Cuántos puntos de recarga pública tiene Repsol ahora mismo?

Repsol está presente en el ámbito de la movilidad eléctrica desde el año 2010, por lo que esto no es nuevo para nosotros. Respecto a la infraestructura de recarga de acceso público tenemos instalados en España más de 1.200 puntos de recarga, de los cuales lamentablemente únicamente tenemos activos unos 530 y unos 700 terminados (y en espera). Esta cifra, no obstante, va variando prácticamente todos los días.

Por ejemplo, en Repsol hemos estado instalando unos dos puntos de recarga al día y activando unos diez al mes. Estos datos significan que esta brecha (entre los que instalamos y los que se activan) es cada vez es mayor.

¿Cómo es la evolución que está teniendo Repsol en puntos de recarga públicos?

Repsol anunció en 2021 un ambicioso plan de expansión que pasaba por tener más de 1.000 puntos de carga rápida y ultrarrápida en España a cierre de 2022, con una distancia máxima de 50 kilómetros entre punto y punto.

Hoy ya tenemos más de 1.200 puntos instalados, de los cuales, la gran mayoría están instalados en nuestras estaciones de servicio, que cuentan con servicios auxiliares. Pero este despliegue se trata de sólo una primera fase, pues nuestra hoja de ruta entre 2023 y 2030 es muy ambiciosa, por lo que necesitamos solucionar las barreras administrativas para cumplirla.

¿Y en hogares? ¿Cuántos puntos de recarga privados tiene instalados Repsol? A nivel privado, tanto en empresas como en particulares, tenemos instalados alrededor de 2.000 puntos.

¿Y si sumamos otros puntos en aparcamientos, supermercados -como el acuerdo con Mercadona-?

Si incluyésemos dicha casuística, tendríamos unos 3.000 puntos de recarga, pero estos acuerdos son muy recientes y se van a ir poniendo en marcha paulatinamente, así que por ello todavía no los contabilizamos…

¿Entonces la apuesta de Repsol también incluye otros tipos de puntos de recarga, no solo los públicos?

El objetivo de Repsol es satisfacer cualquier necesidad energética de nuestros clientes. Con el vehículo eléctrico cambian los paradigmas de la movilidad. En este sentido, nuestro objetivo es garantizar el suministro de energía para el vehículo eléctrico allá donde recargue cada usuario: ya sea en casa, en la empresa o en ámbito público (estaciones de servicio, vía pública, centros comerciales…).

¿Y acuerdos con otras compañías?

Sí, también estamos alcanzando alianzas importantes con actores estratégicos, líderes en sus respectivos sectores, como son: Nissan, Kia, Uber, Bolt, Mercadona, Seur, Calidad Pascual… Con Calidad Pascual, por ejemplo, recientemente hemos llegado a un acuerdo para el suministro de electricidad de 550 vehículos eléctricos de su flota. Seguimos trabajando en este tipo de acuerdos estratégicos con terceros, ya que para nosotros son clave.

¿Por qué se tarda tanto en activar los puntos de recarga?

Es cierto que se están haciendo cosas bien a efectos de flexibilizar o minimizar las barreras que actualmente existen en el desarrollo de la infraestructura de recarga de acceso público. Hace algunos meses teníamos todavía más barreras administrativas. Pero los plazos para activar los puntos siguen siendo muy relevantes y esto lastra el desarrollo.

¿Y cuáles son las principales barreras?

Destacaría principalmente tres. Una primera sería la obtención de licencias por parte de la Dirección General de Carreteras. La segunda son los trámites y gestiones con las empresas distribuidoras, tanto en las condiciones técnico-económicas como en la posterior acometida – entronque. Y la tercera es la legalización en las Direcciones Generales de Industria de cada una de las Comunidades Autónomas.

¿Y los ayuntamientos?

Se han minimizado mucho las barreras en este sentido desde que se permite la obtención de la licencia municipal a través de la declaración responsable.

¿Por qué no se aplica la declaración responsable también en el resto de las áreas?

Sería una buena medida en relación con todos los trámites relacionados con la obtención de licencias por parte de la Dirección General de Carreteras. A nivel general, es verdad que hay distintos trámites con distintos interlocutores (municipales, Direcciones Generales de Industria que dependen de cada Comunidad Autónoma, estatales…)

Y de estas tres ‘partes’ involucradas el proceso… ¿cuál es la que más ralentiza?

Ahora mismo, el gran “cuello de botella” lo tenemos sin duda con las empresas distribuidoras. A finales de 2020 se publicó un real decreto que establecía trámites y plazos, y en 2021, se aprobó el régimen sancionador asociado a estos trámites y plazos en otro real decreto.

Lo que pedimos, por tanto, es que se cumplan los plazos de manera íntegra y éstos empiecen a correr desde la solicitud inicial (y no con cada una de las interlocuciones) y si no se cumplen que se sancione.

¿Cómo son los retrasos? ¿Nos puede dar un ejemplo? Para las condiciones técnico y económicas el plazo son 30 días y en realidad la media que estamos obteniendo es de 65 días. Y luego están otros aspectos como el entronque, la acometida posterior, que tenemos unos nueve meses de plazo medio. Aquí es donde habría que poner el foco.

¿Y las distribuidoras no serían las primeras interesadas en que esto se agilizara? La prueba de que hay problemas con las distribuidoras es que las propias comercializadoras también están teniendo retrasos.

¿Qué solución cree que existe a este problema?

Pues primero exigir que se cumplan los plazos para que la respuesta de la Distribuidora se lo más ágil posible tanto para las CTE (condiciones técnico económicas) como para el entronque final con la línea de distribución y el cierre del expediente correspondiente tras la instalación del punto de recarga, y establecer la sanción que corresponda por su incumplimiento, en base tanto a lo descrito en el RD 1183/2020 que regula los trámites y plazos, como en el RDL 29/2021 que estableció un procedimiento sancionador con objeto de garantizar el cumplimiento de dichos plazos).

Lo segundo sería idóneo implementar un sistema de consulta, accesible públicamente, para conocer la potencia disponible, tanto en desarrollo como planificada, a la que pueda accederse en cada uno de los puntos de conexión, ya que nos facilitaría mucho a los operadores a la hora de solicitar la acometida y reduciría la carga de trabajo también por parte de las distribuidoras.

Y por último tener un procedimiento de seguimiento y control de todos los procesos de instalación de la infraestructura de recarga de acceso público de cara a tener información actualizada de cada punto del proceso y de garantizar el cumplimiento de los plazos, ya que un problema adicional que tenemos los operadores a la hora de instalar infraestructura de recarga de acceso público es que no tenemos un interlocutor en las distribuidoras. Todo tenemos que gestionarlo a través de correos electrónicos, portales web, etc.

¿Una ventanilla única?

Por supuesto que sí, pero sobre todo que haya una persona física como interlocutor.

¿Cuál es la media que tenéis en Repsol desde que se instala un punto de carga y hasta que se activa?

Varía mucho en función de la casuística y de la zona de España en la que pongamos en marcha la instalación, pero podríamos estar entre los doce y quince meses desde el inicio de la obra.

¿Pero hay puntos con mayor tiempo de espera? ¿Cómo os afecta esto? Tenemos algún punto de recarga que lleva esperando más de dos años. Y esto es muy perjudicial tanto para el operador por el impacto negativo desde un punto de vista reputacional, obsolescencia tecnológica, rentabilidad (este tipo de infraestructura es muy intensiva en CAPEX y no tiene sentido poner en funcionamiento tantos meses/años después de haberlo instalado) como para el usuario del vehículo eléctrico que no puede hacer uso de esta infraestructura de recarga tan necesaria para su movilidad.

¿Qué potencias de media instaláis en los puntos de recarga?

De los más de 1.200 instalados, aproximadamente el 80% es de alta potencia, carga en corriente continua. Pensamos que es fundamental adecuar la tecnología a las necesidades de los clientes, que en este tipo de instalaciones, lo que buscan es que los tiempos de recarga sean lo más parecidos a los tiempos de repostaje de los combustibles tradicionales.

¿España tiene los suficientes puntos de recarga?

Desde mi punto de vista, tan importante es la cantidad de puntos de recarga de acceso público como la calidad de éstos. Según el Barómetro de Electromovilidad de ANFAC, a cierre de 2022, existían unos 18.000 puntos de recarga públicos, de los cuales sólo el 21% tiene potencias de más de 22 kW.

Es decir, aproximadamente el 80% de la infraestructura de recarga de acceso público en España es lenta. Esto no garantiza la movilidad de los usuarios del vehículo eléctrico en España. La infraestructura de recarga tiene que ser de calidad.

Además de adecuar la tecnología a las necesidades de los usuarios, también se tiene que tener en cuenta el mantenimiento. No puede ser que vayamos a un punto de recarga y no funcione, además, hay que ayudar a los usuarios y simplificar el proceso de recarga dándoles acceso universal en lo que a los medios de pago se refiere.

¿Qué significa eso?

Si un cliente tiene contratada la tarifa eléctrica para el hogar de Repsol, puede disfrutar de un 50% de descuento, acumulable en Waylet, sobre el PVP en el precio de carga, además de una recarga gratuita al mes.

Pero si viene un extranjero, por ejemplo, se le debe de dar la posibilidad de acceder al punto de recarga sin necesidad de estar vinculado contractualmente con un operador. Nosotros en Repsol hace tiempo que nos anticipamos a esta casuística y mediante un código QR les damos dicha posibilidad para facilitarles en este sentido, también, el proceso de recarga. Y en relación con la interoperabilidad, pues efectivamente pasa por un acuerdo entre los distintos operadores.

Respecto a otros actores del sector, Repsol tiene ventaja y es que cuenta con suelo, con el espacio físico de sus estaciones de servicio… En cambio, las eléctricas, por ejemplo, no cuentan con ello… ¿Lo veis también así desde la compañía?

En Repsol contamos con más de 3.300 estaciones de servicio distribuidas por todo el país lo que nos permite ofrecer a nuestros clientes todas las alternativas de movilidad. Ahí hablamos de los combustibles tradicionales con formulaciones premium, de gases como el GLP o GNC, combustibles renovables y por supuesto de la electricidad.

¿Cuántas estaciones de servicio tienen carga rápida o ultrarrápida?

Actualmente, tenemos más de 900 estaciones de servicio en España con infraestructura de recarga rápida y ultrarrápida instalada. En este sentido, estamos haciendo un despliegue inteligente de red, aplicando criterios de capilaridad e instalando este tipo de infraestructura en emplazamientos estratégicos de interés para los usuarios. Y al estar los puntos de recarga ubicados en nuestras estaciones están dotados de servicios auxiliares, están videovigilados, perfectamente mantenidos, con aseos y en los que puedes parar a tomar un café en esos 15 o 20 minutos que suele tardar en cargar el vehículo eléctrico… Por todo ello, para nosotros es fundamental poner al usuario en el centro, y adecuar este tipo de infraestructura de recarga a sus necesidades.

¿Cuándo podrían todas las gasolineras -las 3.000 estaciones- contar con puntos de carga?

En Repsol, hace mucho tiempo que nos anticipamos a la propia Ley de Cambio Climático y Transición Energética, publicada en mayo de 2021, y, como comentaba anteriormente, un porcentaje muy relevante de nuestra red ya tiene instalados puntos de recarga. A efectos de continuar con nuestro plan de expansión de red de infraestructura de recarga de acceso público, cabe destacar que parte de las instalaciones que estamos haciendo en las estaciones de servicio en España están afectadas por la normativa de carreteras de la Dirección General de Carreteras. Por ello, es clave el trámite de la obtención de las respectivas licencias.

¿Y la obligatoriedad de incluir cargadores en aparcamientos se está cumpliendo?

Aquí una vez más creemos que es una cuestión de plazos. El real decreto ley se publica a finales de 2021 y la obligatoriedad para poner un punto de carga por cada cuarenta plazas de aparcamiento (uno por cada veinte plazas si es empresa pública) entra en vigor en enero de 2023, y son centenares de miles de plazas de aparcamiento en España que tiene que incluir los puntos de recarga, por lo que los plazos son muy limitados, teniendo en cuenta que apenas han sido trece meses, con las trabas administrativas además que conlleva dicha instalación.

Algo similar ocurre con las estaciones de servicio… ¿verdad?

Sí, es consecuencia de lo establecido en la Ley de Cambio Climático de 2021, que obliga a determinadas estaciones a instalar puntos de recarga. Desde febrero de 2023 están obligadas aquellas estaciones que tuvieron unas ventas agregadas de gasolina y gasóleo A, en el año 2019, de más de diez millones de litros y, en agosto de 2023, las que vendieron más de cinco millones de litros. Nosotros lo que hicimos fue anticiparnos a la ley y comenzamos a instalar esta infraestructura antes. Por lo tanto, teníamos mucho trabajo hecho. Pero la obligación está ahí y todo ello con los trámites y problemas que hemos comentado. Por lo tanto, tú puedes tener un punto instalado, pero no estás dando un servicio a la ciudadanía.

¿Cómo podéis solucionar el reto de las estaciones de servicio urbanas que son más pequeñas?

Efectivamente, en las estaciones de servicio que están ubicadas en los corredores tenemos más espacio que en las de ámbito urbano. Por lo tanto, lo que estamos haciendo en el ámbito urbano, además de instalar estos puntos de recarga en aquellas en las que sea factible, es instalar puntos de recarga de acceso público en otros emplazamientos o ‘hubs’ de recarga…como por ejemplo, el que acabamos de inaugurar en las inmediaciones de la plaza de toros de Las Ventas.

¿Y en recarga ultrarrápida? ¿Es una prioridad para Repsol?

En Repsol hemos sido pioneros en la instalación de carga ultrarrápida en la Península Ibérica. En el año 2019 inauguramos la primera instalación de carga ultrarrápida de sus características de la península ibérica integrada por cuatro puntos que permiten entregar 350 kW de potencia por cada uno de ellos, ubicada en la estación de servicio de Lopidana, en la provincia de Álava. Unos meses después, en octubre de 2019, instalamos en otra estación en Ugaldebieta (Vizcaya) la que se convirtió en la instalación de carga ultrarrápida más potente de Europa con 400 kW de potencia por cada uno de los cuatro puntos de recarga que la integran. Además, recientemente hemos inaugurado nuestra primera instalación de carga ultrarrápida de la Comunidad de Madrid, situada en la estación de servicio de Venturada, en el km 49 de la A-1, con cuatro puntos de 350 kW. En resumen, vamos a acompañar el crecimiento del mercado instalando este tipo de infraestructura en ubicaciones estratégicas.

¿Para cuándo podemos decir que un usuario puede viajar por toda España con coche eléctrico?

En realidad, ya se podría hacer. Lo que se debe es planificar tanto las paradas como los procesos de recarga.

Para la recarga eléctrica se utiliza Waylet, la app de Repsol… ¿El hecho de tener solo una app para combustible y movilidad eléctrica fue una buena idea?

Ahora mismo en Waylet, la app líder de movilidad en España, tenemos más de 6 millones de usuarios registrados. Y el hecho de realizar la recarga con Waylet ha sido muy relevante para nosotros, ya que se consiguió integrar en esta app toda la movilidad eléctrica de Repsol. En este sentido, a través de Waylet puedes ubicar los puntos de recarga, conocer todas las características de éstos (potencias, conectores, disponibilidad…), pagar, etc.

En vuestros planes de desarrollo de la movilidad eléctrica… ¿esperabais que España fuera tan lenta en la adquisición del vehículo eléctrico?

A cierre de 2022 hay unos 243.000 vehículos de cero emisiones y el objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es el de llegar a los cinco millones de vehículos electrificados en 2030, de los que tres millones serían turismos.

Por lo tanto, el ritmo de ventas de este tipo de vehículos debería incrementarse considerablemente para que en siete años tuviésemos un parque se esos tres millones de turismos eléctricos. Pero también hay que tener en cuenta que el vehículo eléctrico todavía sigue siendo sensiblemente más caro que su homólogo de combustión. Es cierto que hay ayudas y que la infraestructura va incrementándose y mejorando, pero también hay que mejorar las barreras administrativas que hablábamos antes.

¿Cómo veis la tecnología V2G para que el vehículo eléctrico vierta electricidad a la red?

Tiene mucho sentido ya que al final el vehículo eléctrico de alguna forma es también un sistema de almacenamiento energético. En el ‘Repsol Technology Lab’, nuestro centro de investigación, permanentemente se están haciendo pruebas de distintos desarrollo e innovaciones como también pudieran serlo en el ámbito del V2G. Pero todavía estamos en una primera fase en la que, entre otros, se tiene que desarrollar el entorno regulatorio adecuado.

¿Pensáis que en un futuro puede haber algún impuesto nuevo a la movilidad eléctrica?

Actualmente la electricidad que se vende para la tracción del vehículo eléctrico tiene como impuestos el IVA y el impuesto de la electricidad. Esta es la realidad hoy.

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