El automóvil comienza a ‘calentar la banda’ en relación con la futura normativa Euro 7, que debería ser aprobada a finales de este año 2023 para entrar en vigor en 2025. En este sentido, uno de los que acaba de alzar la voz ha sido Luca de Meo, el CEO de Renault que en esta ocasión actúa como el presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Según Luca de Meo, la próxima normativa Euro 7 "podría aumentar el coste de los coches en 1.000 € de media. Esto significaría incrementar el precio final al doble, con una reducción potencial consecutiva del mercado de automóviles nuevos".
Esto significa, por tanto, que al fabricante la llegada de la nueva norma Euro 7 le costaría 1.000 euros adicionales al coste que tiene hoy fabricar un vehículo. Y que finalmente el consumidor vería este incremento del precio en otros 1.000 euros adicionales. De ahí que la Euro 7 pueda suponer un sobrecoste de 2.000 euros para los usuarios.
Según de Meo, además, esta nueva regulación de la Euro 7 llega en un momento en el que los "fabricantes de automóviles europeos están invirtiendo más de 250.000 millones de euros en electrificación". Y por ello pide que se "consideren los ritmos específicos de la industria, la investigación y las inversiones".
Por ello este directivo pide "reorientar las enormes inversiones que requeriría Euro 7 y asignarlas para acelerar la electrificación, hacer que los vehículos eléctricos sean más asequibles o reducir las emisiones de la flota actual".
En este sentido, Luca de Meo, que ha señalado que "el sector del automóvil europeo se encuentra en un punto de inflexión y hay mucho en juego" ha dado a conocer una hoja de ruta propuesta desde ACEA con cinco puntos. Y en este sentido, de Meo habla de una primera medida que sería que "Europa establezca una política del automóvil e industrial ambiciosa y estructura, que permita rivalizar con otras regiones del mundo y salvaguarde el libre comercio".
De Meo se refería con ello a la pérdida de protagonismo de la industria europea en el coche eléctrico. En este sentido, este directivo ha dicho que para "2030, no más del 5% de las materias primas necesarias para la producción de baterías se obtendrán en Europa".
Otro de los puntos que ha querido señalar este dirigente es el de respetar la neutralidad tecnológica. En este sentido, el CEO de Renault afirma que Europa está obligando a elegir una tecnología sobre otra. Y en este sentido ha señalado que no solo hay que apostar por el eléctrico, sino que "la tecnología híbrida de alta tecnología puede competir en términos de huella de CO2".
Además, de Meo también ha criticado el desarrollo de la infraestructura de recarga que actualmente se encuentra muy rezagada. "Las marcas de coches cuentan hoy con 40 modelos eléctricos y, sin embargo, solo se instalan 2.000 estaciones de carga a la semana, cuando se necesitarían 14.000", ha dicho. "A día de hoy, alrededor del 50 % de los puntos de recarga de la Unión Europea se concentran en solo 2 países: Holanda y Alemania", ha añadido.
Por último, de Meo también ha pedido una "movilidad asequible para todos". Este directivo ha dicho que "si realmente queremos tener un impacto en el cambio climático, no hay duda de que también tendremos que encontrar soluciones para la flota de vehículos existente, sin limitar la movilidad de nadie".