Las acciones de la firma automovilística Tesla caían un 7,46% en la jornada bursátil de este jueves, con un precio por título de 867,42 dólares (777,94 euros), frente a los 937,41 dólares (840,65 euros) del cierre del miércoles, después de que la compañía anunciara que retrasará la presentación de nuevos modelos al año 2023.
La compañía estadounidense se centrará en aumentar la producción en 2022 para dar continuidad a lo que el consejero delegado, Elon Musk, calificó de "año decisivo" tanto para Tesla como para los coches eléctricos en general, según recoge Bloomberg.
"Tanto el año pasado como este año, si introdujéramos nuevos vehículos, nuestra producción total de vehículos disminuiría. Sacar el Cybertruck, el Semi o el Roadster no tendría ningún sentido porque seguiremos teniendo limitaciones de piezas", declaró Musk.
La marca con sede en Palo Alto (Estados Unidos) finalizó 2021 con un beneficio neto atribuido de 5.519 millones de dólares (4.927 millones de euros al cambio actual), lo que supone multiplicar casi por ocho (+665%) las ganancias que contabilizó el año previo.
Mientras que los ingresos se situaron al término del año pasado en 53.823 millones de dólares (52.520 millones de euros), un 71% de incremento en la comparativa con los ingresos de un año antes.
En 2021, la compañía automovilística comercializó 936.222 vehículos en todo el mundo, un 87% de crecimiento respecto a las 499.647 vehículos que la firma matriculó en el conjunto del año precedente. La producción mejoró un 83%, hasta 930.422 unidades.
Aunque el consejero delegado espera volver a superar ese crecimiento en 2022, la compañía advirtió de que es probable que sus fábricas sigan funcionando por debajo de su capacidad durante este año debido a problemas en el suministro y espera que la capacidad de conducción autónoma total de Tesla se convierta en la fuente más importante de rentabilidad para la empresa con el tiempo.