La cita es el circuito del RACC en Moraleja de Enmedio, Madrid. Allí, los responsables de MAN, el fabricante de vehículos industriales de Traton (Grupo Volkswagen), quieren que pasemos una jornada con ellos para conocer cómo han evolucionado los camiones en los últimos años.
Nosotros no disponemos del carné de conducir necesario (permiso E) para llevar un camión de estas dimensiones, pero al estar en un recinto cerrado y con todas las medidas de seguridad, desde MAN nos han prometido que nos dejarán experimentar de primera mano qué supone desplazarse con un vehículo de 40 toneladas.
Acercarnos, aunque sea solo por una mañana, al mundo de los camiones nos parece una propuesta interesante. Sobre todo ahora que hemos dejado el 'Black Friday' y llega el 'Cyber Monday' y está convocada una huelga de camioneros en las próximas semanas.
De esta manera, podremos hacernos una idea de cuántas horas viaja un camionero dentro del vehículo, cuánto paran, cómo duermen, cómo calientan su comida, pero también cómo tienen que descargar la carga cuando llegan al destino o las eternas horas de espera antes de volver a ponerse al volante.
Asimismo, también conoceremos al detalle cómo está trabajando este fabricante para incrementar la seguridad de los camiones y reducir el consumo de combustible, algo que como veremos más adelante es fundamental.
Aumento del transporte por carretera
Hoy en día estamos vivimos en una sociedad marcada por las compras digitales. La llegada de la pandemia ha acelerado el comercio electrónico. Por dar un dato… en 2020 las compras por internet marcaron un nuevo récord con 51.600 millones, un 5,8% más, según cifras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Este auge de las compras, como las vividas estas semanas, supone un incremento también del transporte por carretera y del tráfico que se conoce como reparto de la última milla. Según la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), "el 85% de las mercancías se mueve por carretera y en camión".
Además, este tráfico no viene determinado solo las compras. También queda afectado por la llamada logística inversa que es como se llaman las devoluciones de los productos.
Junto a este incremento del transporte por carretera, también están los nuevos desafíos. Entre ellos, la contaminación. Por este motivo, surgió en su momento el Pacto Verde Europeo con una sociedad climáticamente neutra para 2050.
Sin embargo, hoy todavía las emisiones cero en los vehículos están muy lejos de ser una realidad. La demanda de eléctricos apenas supera el 2% en los turismos y el transporte por carretera las esperanzas están más orientadas hacia el hidrógeno.
Cómo ahorra combustible un camión
Por este motivo, fabricantes como MAN se esmeran en reducir el consumo de combustible continuamente en estos vehículos. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de que ese tipo de vehículos puede llevar motores de 6 cilindros e incluso más de 500 caballos de potencia. De ahí que el consumo sea elevado. Un gasto de unos 27 litros de gasóleo cada 100 kilómetros, desde MAN nos señalan que es razonable.
Pero no dejan de ser cerca de 40.000 litros al año por vehículo. De ahí que cada gota de combustible que se pueda ahorrar es un triunfo: el coste del combustible suele suponer el 30% del gasto de una empresa de transportes.
Por ello, desde la marca nos dicen que lo que hacen sus camiones es adecuar la potencia de sus motores a la carga. Así, cuando van con la carga a tope, el motor entrega su máxima potencia. Sin embargo, si el camión circula sin carga, el motor reduce fuerza para mover el vehículo con menos potencia y menos gasto.
A ello se suma también la conducción 'a vela'. De esta manera, el camión como sabe cómo es la ruta que está realizado (contiene toda la información cartografiada con un GPS predictivo) lo que hace es aprovechar más las inercias colocando el motor en punto muerto en las bajadas, para volver a arrancarlo en las subidas, nos cuenta Beatriz Martínez-Flórez, responsable de producto de Man.
Todo esto es posible porque la mayoría de los camiones cuentan con cambios automáticos de 12 y 16 marchas y diversos modos de conducción (pueden tener hasta 10 modos de conducción). De tal manera que un camión puede contar con unos u otros modos de conducción dependiendo de la carga que suele llevar.
56 horas a la semana, 150.000 kilómetros al año
Hoy en día los tiempos de conducción al volante de un camión son elevados pero están fuertemente controlados. Si el conductor del camión tiene una semana de conducción, el total de horas que puede realizar a la semana es de 56 horas, repartidas entre nueve y diez horas al día, seis días a la semana. Sin embargo, si la conducción es de dos semanas y la primera ha realizado 56 horas, la segunda semana será solo de 34 horas.
En total, son cerca de 150.000 kilómetros al año de conducción. Para hacernos una idea de lo que supone esto, un conductor normal en España recorre cerca de 12.000 kilómetros al año. Por tanto, un camionero recorre 12 veces más la distancia de un conductor normal.
Por lo tanto, estamos hablando de pasar mucho tiempo dentro de la cabina del vehículo. De ahí que desde MAN hayan pensado en todos los detalles al cuidado para los usuarios de sus vehículos.
Por ejemplo, desde la marca nos cuentan cómo las puertas para acceder al mismo se abren casi 90 grados para mejorar la maniobra, cómo las escaleras por las que suben evitan que el conductor se resbale o cómo la cabina cuenta con un comodísimo asiento con multitud de regulaciones y un sistema de suspensión neumática (por aire) que ya quisieran los turismos más lujosos.
Con cama, microondas y televisión
Una vez dentro del camión de MAN, lo que más nos sorprende es la cantidad de 'accesorios' pensados para hacer la vida más fácil al camionero. En este sentido, por ejemplo, uno de los aspectos clave es la cama. En este camión, además, la cama que cuenta con un somier de lamas y un colchón viscoelástico. Además, también puede disponer de una litera superior.
De esta manera, el conductor puede tumbarse, bajar todas las cortinillas y descansar durmiendo tras una dura jornada laboral, nos comentan desde MAN. Asimismo, dispone de televisión, una pequeña nevera, un microondas, la cafetera… Son elementos opcionales pero que se pueden incluir en el camión, nos comentan.
Todo esto es posible gracias a que la cabina del camión ahora cuenta con un mayor espacio disponible. Como la mayoría de ellos son automáticos y cuentan con freno eléctrico, ahora existe más amplitud.
La seguridad y la eficiencia
"En los camiones, en seguridad, vamos por delante de los turismos", comenta Miriam Torrecilla, directora de comunicación de Man. Por ello, estos vehículos disponen de numerosas ayudas a la conducción. Al final son tantas horas al volante de estos vehículos que todas las ayudas son buenas para evitar distracciones al volante.
Según nos recuerda Martínez-Flórez, responsable de producto de Man, entre las ayudas que llevan estos vehículos sobresalen: el sistema de frenado de emergencia (que evita colisiones frontales); tres sistemas de freno (con freno de servicio, freno motor y freno de la transmisión); radar que mide la distancia con los vehículos que nos preceden; sistema que evita las salidas de la carretera interviniendo sobre la dirección…
Adiós a los retrovisores
Lo habíamos visto en los turismos, pero desconocíamos que también lo tienen camiones como estos que estamos conduciendo de MAN. Hablamos de los retrovisores digitales, unas cámaras que sustituyen a los tradicionales espejos y que suponen una ayuda real puesto que eliminan los ángulos muertos.
Estos espejos, además, permiten proyectan todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Esta función es muy útil cuando el camionero está descansando puesto que puede ver si hay alguien merodeando en el entorno del camión cuando descansan en las áreas de servicio.
En marcha
Llega el momento de realizar nuestras primeras prácticas en el camión. Subimos las inclinadas escaleras y ya estamos sentados en la cabina. Sorprende lo alto que se va en el puesto de conducción. Y también llama la atención lo cómodo que es el asiento con la suspensión neumática.
Arrancamos el motor y comenzamos la marcha. Somos muy prudentes puesto que el camión va cargado y llevamos 40 toneladas en nuestras manos. Aceleramos despacio y el camión comienza a rodar. Rápidamente vemos cómo va subiendo marchas de forma automática.
Llegamos al punto de giro y aquí es donde también nos damos cuenta de las diferencias de un camión respecto a un turismo. La primera de ellas es la frenada, puesto que hay que anticiparse mucho. Esto además, nos permite tener conciencia de que cuando viajamos en un coche cerca de un camión no hay que realizar maniobras puesto que su capacidad de frenado no es la misma que la de un coche.
Comenzamos a girar con el camión y de nuevo vemos las enormes diferencias con un turismo. El volante tiene cuatro vueltas y por lo tanto hay que hacerlo girar más veces que en un coche. Además, también hay que abrirse mucho puesto que nuestro vehículo tiene muchos metros y, si no lo hacemos, nos subiremos a los bordillos o incluso podríamos hacer chocar el remolque contra algún objeto.
Son solo unos pocos metros y tenemos que bajarnos del camión. Sin duda, ha sido una experiencia muy enriquecedora. Con ella no solo hemos aprendido de la tecnología, eficiencia y el confort que ofrecen los camiones.
También nos hemos dado cuenta de que son vehículos que tienen otro ritmo, volumen y peso y que, por lo tanto, deberíamos, todos, respetarlos más en la carretera y no hacer maniobras, como adelantamientos o frenadas bruscas, a su alrededor. Al final y al cabo... son los reyes de la carretera.