Uno de los puntos clave de los eléctricos más futuristas del mercado, los Tesla, es la disponibilidad de una red de "supercargadores" que Tesla denomina "Superchargers", un sistema de recarga ultra rápida y ultra potente que permite a los usuarios ganar hasta 200 kilómetros de autonomía por cada hora que uno de sus Tesla pernanece enchufado a estos puestos de carga.
Lo que Tesla pretende con la instalación de este tipo de infraestructuras es que los clientes de la marca pierdan el miedo a recorrer largas distancias con un vehículo eléctrico, planificando su funcionamiento para usuarios particulares, y no profesionales como taxistas o vehículos de alquiler con conductor VTC.
Tesla ha anunciado una actualización en las condiciones de utilización de la red de Supercharger con entrada en vigor el 15 de diciembre, que tiene como principal novedad la imposibilidad de utilización de los Superchargers para aquellos Teslas que se dediquen a una actividad profesional.
El principal motivo por el que se ha llevado a cabo esta acción es por el abuso de estas infraestructuras por parte de algunos usuarios de la marca que utilizan sus vehículos para actividades como el VTC o el taxi, imposibilitando el uso de los Supercharger a los conductores particulares.
En una primera fase, la utilización de los supercargadores por parte de los usuarios de Tesla era completamente gratuito de por vida, una condición que se modificó hace ahora casi un año, cuando desde el 15 de enero de 2017 se eliminó la gratuidad de las recargas para aquellos Tesla adquiridos a partir de ese día.
Ahora, con la llegada del Model 3, un modelo que aparentemente multiplicará las cifras de ventas de la compañía americana, Tesla ha decidido pecar de conservadora, garantizando con las nuevas condiciones de uso de los Supercharger que los propietarios particulares de un modelo de la marca no tengan problemas para acceder a esta funcionalidad.