El relevo del Lamborghini LM002 está listo para llegar a la línea de producción y seguir con el camino transgresor que empezó su antepasado. Aquel todoterreno militar reconvertido en SUV primerizo, de la época de los ochenta, poco o nada tendrá que ver con el también rompedor Lamborghini Urus que llegará este mismo año a la factoría de Sant’Agata Bolognese.
Sin ninguna reminiscencia del pasado, el primer vehículo no deportivo que llegará a la línea de producción de los italianos en casi treinta años no equipará un V12 ni tampoco se espera que su peso se vaya por encima de los 2.700 kilógramos en lo más parecido a un Hummer de diseño europeo que hubo en el pasado Siglo XX. Décadas después, la filosofía SUV ha mutado, convirtiéndose en vehículos aptos para el día, de gran confort, con ciertas propiedades off-road.
El Lambroghini Urus nace bajo este concepto, siguiendo las líneas maestras con las que ya se presentó el concept car hace apenas cuatro años, cuando hizo acto de aparición en Pebble Beach entre otros. Bajó el capó llevará un V8 biturbo de gasolina, mucho más eficiente que el V12 que equipaba el LM002 en sus entrañas, e incluso tendrá su propia variante híbrida, la cual no se espera que esté disponible durante este año. Será el encargado de estrenar por primera vez este tipo de tecnología de propulsión para la marca, el verdadero precursor de un cambio inevitable, no sólo por respetar el medioambiente, sino por la necesidad de competir con otros rivales a nivel de prestaciones.
En una entrevista concedida a Digital Trends, el ex jefe de equipo de la Scuderia Ferrari y ahora CEO de Lamborghini, Stefano Domenicali, explicaba que el Urus, en su forma no definitiva, llegará a la línea de producción el próximo mes de abril y que las primeras entregas a los clientes estarían disponibles entre finales de 2017 y principio de 2018. Será complicado que para entonces no hayamos visto el nuevo SUV de Lamborghini desde todos los ángulos.
El objetivo de Lamborghini con el Urus será el de llevar el gran peso de las ventas de la compañía, siendo el responsable de casi la mitad de vehículos que la compañía pretende vender al año, unas 7.000 unidades. El resto estarán reservados al Aventador y Huracán, así como otros deportivos de tirada más limitada. Lamborghini se adapta a los nuevos tiempos y lo hace con un SUV deportivo que arriesga, no en el concepto, pero sí en lo innovador que supone dentro de la filosofía de la marca durante los últimos años.