Hay rincones de Andalucía conocidos por sus historias y leyendas. Uno de ellos se encuentra a tan solo 16 kilómetros del municipio malagueño de Estepona. Se trata de Casares, un pueblo blanco de la Costa del Sol de 4.000 habitantes que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1978.
Según cuenta la leyenda, en este acogedor pueblo malagueño, apodado como "el pueblo colgante", se bañó en su día el político Julio César. Se decantó por los preciosos Baños de la Hedionda. Dicen que en estos baños el diablo exhaló su último aliento cuando fue expulsado por Santiago, ese es el motivo que se utiliza para justificar el fuerte olor a azufre de sus curativas aguas. Los Baños de la Hedionda son Bien de Interés Cultural (BIC) y constituyen uno de los hitos históricos del macizo de la Utrera y, en general, de toda Casares.
Se trata de unos baños sulfurosos ferruginosos, situados en un hermoso y ventajoso paraje, que el hombre ha sabido aprovechar desde tiempos de los romanos. El recinto del balneario, cuadrado, con una bóveda esférica de pechinas y dos bóvedas de cañón, se encuentra en el margen derecho del arroyo Albarrán y muy cerca del límite con el municipio de Manilva.
Así, se dice que Julio César los visitó en el año 61 a. C. para curarse de una enfermedad que tuvo en la piel. Otras lenguas dicen que, en agradecimiento tras sanar, fue el propio Julio César el que mandó a construir la localidad. Lo que sí es cierto, indican desde el Ayuntamiento de Casares, es que desde los más antiguos tratados geográficos en los que se habla del municipio de Casares se hace referencia a las propiedades curativas de la fuente de la Hedionda y su localización.
Este recinto balneario ha sufrido remodelaciones posteriores, fruto de la variación en los niveles de caudal del venero. Los árabes retocaron su estructura y ampliaron sus muros y canalizaciones, sacadas a la luz en la última intervención arqueológica en los inicios del 90. Además, a partir del año 2016, estos baños cuentan con piscinas naturales.
El conjunto de los baños se completa con obras desde el XVII hasta fines del XX, aún conservadas en parte. Aunque la entidad de los restos encontrados, pudieran parecernos poco acordes con la magnificencia romana en este tipo de construcciones, los estudios realizados parecen confirmar este origen romano, si bien se deben haber producido algunas alteraciones de la primitiva estructura.
¿Qué hacer para visitarlos?
Desde hace años, los Baños de la Hedionda tienen acceso gratuito. Pero desde 2017, en temporada alta, el Ayuntamiento de Casares regula su acceso a través un proceso de reserva de entradas gratuitas (de 12 a 19 horas de lunes a viernes y de 12 a 20 horas los fines de semana) en Eventbrite, para todos aquellos que quieran bañarse en sus aguas.
El motivo de que se regule su acceso en verano no es otro que evitar la masificación. Su aforo está limitado a 24 personas y la temporada alta se alarga de mediados de junio hasta septiembre.