El mes de agosto se encuentra en su punto más álgido y, por consecuencia, las temperaturas también están alcanzando sus niveles más extremos en todo el territorio de nuestro país. Esto no sólo condiciona nuestros planes diurnos, provocando que se busquen sitios refrescantes, como puede ser la playa o la piscina.
También repercute directamente en nuestras noches, ya que puede alterar nuestro sueño y dar lugar a uno de los enemigos del calor veraniego: el insomnio. Casi el 50% de los españoles asegura que es prácticamente imposible dormir durante los meses de más calor y más del 30% dice despertarse con la sensación de no haber descansado bien.
En este apartado, el género influye ya que las estadísticas destacan que las mujeres son las más afectadas debido a las fluctuaciones hormonales vinculadas al ciclo menstrual o a la menopausia y el estrés.
¿Qué provoca la mala calidad de sueño en verano? Los expertos apuntan a dos agentes influyentes: el estrés y las condiciones climáticas propias de la temporada estival. “Para conseguir un sueño óptimo en verano es preciso controlar todos aquellos apartados que nos originan estrés (problemas financieros, trabajo, familia, hábitos alimenticios, salud…).
Por otra parte, el factor ambiental es decir, la cantidad de luz, temperatura, calidad del aire y nivel de ruido afectan a nuestro descanso nocturno”, explica el Dr. Carlos O’Connor Reina, Codirector del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Marbella y del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar.
Son varios los parámetros que reflejan un sueño reparador. Según el experto, la calidad de este descanso depende de la duración, del modo en que se concilia el sueño, el tiempo que permanecemos dormidos o la hora a la que nos vamos a la cama y a la que nos despertamos.
Es importante recalcar que los beneficios de dormir correctamente son fundamentales para nuestra salud. “Nos permite mantener los niveles de energía de nuestro cuerpo y promueve la salud de nuestro cerebro ya que limpia los residuos de nuestra actividad neuronal.
Además, favorece la memoria y el aprendizaje, incluso mejora el sistema inmune y promueve la regeneración celular y la eliminación de bacterias y virus”, sostiene el doctor O’Connor.
Por el contrario dormir mal nos provoca agotamiento, mal humor, falta de memoria, falta de concentración y a largo plazo provoca ansiedad depresión, diabetes Alzheimer o puede originar el abuso de sustancias.
Además de ello, el especialista enumera otras enfermedades relacionadas con el sueño de baja calidad como es el caso de la obesidad, las enfermedades coronarias, apnea del sueño, trastorno del comportamiento del sueño, demencia o riesgo de epilepsia.
Por último, el Codirector del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Marbella y del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar ofrece una serie de consejos que pueden ayudar a conseguir un buen descanso en verano.
“Regular la producción de melatonina respetando los ciclos naturales de claridad por la mañana y reduciendo al máximo las fuentes de luz al atardecer y por la noche, evitar consumo de excitantes como cafeína y teína en las horas previas a acostarse, dormir siestas cortas (que no sobrepasen los 30 minutos) para no alterar el ciclo de sueño nocturno, realizar ejercicio por las tardes, cenar moderadamente y a una hora temprana o reducir la temperatura del dormitorio hasta los 22 grados antes de irse a la cama”, apunta.
En opinión del otorrinolaringólogo, los somníferos no son la respuesta adecuada a un problema de falta de sueño ya que “es primordial diagnosticar el problema que ocasiona el insomnio, consultando con un especialista en Medicina del Sueño".