El absentismo escolar es un problema que afecta a un gran número de niños y adolescentes, y que preocupa cada vez más a los profesionales de la salud mental. De hecho, diversos estudios muestran que muchos estudiantes de secundaria faltan a clase al menos un día a lo largo del curso académico. Esta estadística se acrecienta aún más cuando estos alumnos padecen determinadas patologías mentales previas que, además, dificultan su correcta evolución tanto en el ámbito puramente académico como en otros como el social o el familiar.
Para abordar correctamente estos procesos traumáticos, la Unidad de Salud Mental Infantil y del Neurodesarrollo (USMIN-AT) del Hospital Vithas Málaga, enmarcada dentro del Instituto de Neurociencias Vithas, ha creado el primer Hospital de Día de Adolescentes de Málaga, destinado a pacientes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, y cuyo principal objetivo es la reincorporación al centro escolar en menores que se encuentren en situación de absentismo escolar por motivos de salud mental.
Esta nueva unidad de hospitalización a tiempo parcial de intervención multidisciplinar será coordinada por la psiquiatra infantil y jefa de la citada USMIN-AT, la doctora Marina Romero González; en ella un amplio y experimentado grupo de especialistas trabajarán durante un periodo de tiempo que suele extenderse entre los tres y doce meses aproximadamente, para lograr esa reincorporación mediante un tratamiento intensivo (incluso diario si fuera necesario), pero siempre sin desvincular a los pacientes de su medio familiar, social y educativo.
"A cada paciente que entra dentro del programa del Hospital de Día se le asigna un terapeuta referente, quien se coordina con el centro educativo donde se encuentre matriculado. La finalidad de esto es garantizar la atención integral del alumnado con problemas de salud mental, así como, la continuidad del propio proceso educativo, atendiendo y entendiendo cuáles son sus necesidades con el fin de favorecer su proceso personal y la continuidad formativa. Dicho de otro modo, el principal objetivo de la actividad terapéutica será conservar, estimular y desarrollar habilidades y capacidades para que el alumno pueda volver al circuito formativo o incorporarse paulatinamente al centro escolar", afirma la doctora Romero.
Abordaje multidisciplinar… y coordinado con familia y educadores
El trabajo intensivo que se ofrece incluye un trabajo individual y grupal que permite observar cuáles son los aspectos personales y relacionales que están dificultando su adaptación escolar ordinaria. Todos los resultados obtenidos serán, además, analizados y evaluados de manera multidisciplinar por los diferentes especialistas de la USMIN-AT.
Para la doctora Marina Romero, la evolución de este trabajo irá determinando las siguientes medidas a tomar. "A medida que avance el ingreso, y siempre de forma coordinada con educadores y familia, irán aumentando los días de asistencia al centro escolar de referencia con el fin de favorecer una incorporación progresiva, y en vista a su alta clínica de la Unidad".
Por último, la especialista insiste en que "durante este proceso, los terapeutas ayudarán a entender a la familia y a la comunidad educativa cuáles son las necesidades del niño o joven con trastorno mental grave o en situación de crisis, y así promover una mejor adaptación de este a través de las medidas y los apoyos adicionales para atenderlo".