La alta cocina y la comunicación van indisociablemente de la mano en los tiempos que corren. Por eso la labor de Víctor Martínez es crucial para que cualquier gran proyecto gastronómico alcance la meta. Su oficio es el de contar los platos, generar en el cliente la necesidad imperiosa de probar la última creación de Kaleja, de Ta Kumi, de Areia… Y de todos esos clientes que tiene en cartera.
En esta ocasión es él el que capitanea el viaje semanal por la gastronomía de Málaga y lo hace proponiendo lugares con los que no tiene ligazón profesional, pero sí emocional. Y es por eso por lo que no verán aquí ninguno de los locales que se precia de tener como ‘amigos’. "No hay ningún cliente entre estas recomendaciones, porque evidentemente los recomendaría a todos", se encarga de precisar.
Desayunar en Venta Vázquez y La Fragua
Para arrancar con ánimos renovados la jornada, Víctor plantea dos establecimientos alejados del bullicio del Centro histórico de Málaga. De un lado, nos invita a probar el pitufo de aceite y queso de Venta Vázquez, en los Montes de Málaga. De otro, la viena mixta de La Fragua, en Ronda. En ambos casos, destaca que son lugares ideales para tomar un buen desayuno en invierno, cuando el frío "empañe los ventanales".
Tomar el aperitivo en El Yerno y El Colmao
A la hora del tentempié del mediodía, el director de Arte de GOMA señala un viejo conocido de esta sección: El Yerno, en el mercado de Atarazanas de la capital de la Costa del Sol. Un sitio ideal "para ponerte en las manos de Paco y tirar de bodega". La segunda opción es la de El Colmao, emplazado en el centro de la axárquica localidad de Frigiliana, donde nos invita a probar sus quesos y vermús propios de la comarca.
Comer en El Saladero y Venta El Acebuchal
Víctor continúa el camino por senderos alejados de la ciudad. Lo hace, en esta ocasión, acercándose al mar. Es en Caleta de Vélez donde se localiza El Saladero, un restaurante ideal para comer los pucheros y potajes de Puri. La otra sugerencia nos mantiene en la Axarquía, a un lugar "donde no llega ni la cobertura del móvil". Es la Venta El Acebuchal, "perfecto para comidas en familia". "Imperdible su pan casero y su jabalí en salsa", apunta.
Copear en Urbano y Terraza Solecio
El tardeo lo localizamos, ya sí, en la capital. En su casco urbano. Ahí es donde nos lleva Víctor para tomar una buena copa. La primera recomendación es la de Urbano, en la calle Beatas, un bar "para cavar tu propia tumba". La segunda es Terraza de Solecio, donde "tomar un Spritz en la terraza más demure de la ciudad, lejos de ruidos, música en directo ni masificaciones".
Cenar en Candamil y Yerbagüeña
El broche final a un día repleto de sabores y experiencias lo ponemos en Candamil, un clásico de la comida de Málaga y en el que, como otros muchos comensales, guarda recuerdos de su infancia. "Imprescindibles" su empanada y el caldo gallego. Para probar los platos de Yerbagüena hay que ir hasta Campillos. Pero el desplazamiento vale la pena con tal de ponerse "en manos de Javi".