La llegada de la Navidad trae de la mano una serie de estímulos sensoriales que son santo y seña de estas fechas: las luces, los sonidos (villancicos en forma de zambombas, rumbas o clásicos) y los sabores conforman una trinidad de los sentidos que tienen como colofón un postre: los turrones.
Su elaboración es múltiple y variada, adaptada para los amantes del chocolate y de los frutos secos, de la vanguardia y de la tradición, de lo dulce y de lo amargo. Por eso, en La Cheesquería, una pastelería especializada en tartas de queso, han decidido crear la versión 2.0 de su producto.
El impulsor de este proyecto, Ricardo Álvarez, comenzó la andadura el pasado julio, después de haber recorrido los fogones de Diverxo (el restaurante tres estrellas Michelín de Dabiz Muñoz) y de Mauricio Giovanni (galardonado con una estrella). La pandemia truncó su camino hacia lo más alto, interrumpiendo su ascenso tras el verano de 2020 con la llegada de nuevos confinamientos, justo cuando comenzaba a buscar retos en Alemania y Holanda.
Tras unos meses, en los que reconoció "no salir de la cama" y solo se "lamentaba por la vida" debido a la falta de trabajo, comenzó a hacer tartas de queso y, junto a su pareja, arrancó con El Caserito, un catering a domicilio con el que aglutinar "todo": eventos, cenas familiares, comidas de empresa... El asentamiento de La Cheesquería en la avenida Mayorazgo nº 26 ha supuesto el colofón de este emprendedor, experimentado un crecimiento exponencial en los seis meses que lleva de vida: "Empezamos Cristina y yo, y hemos llegado a ser cinco trabajando en el local", puntualiza.
Desde el pasado miércoles, sus tartas de queso versión Xmas ya están en la vitrina de la pastelería. Jijona, bombón Rafaello, turrón de Nestlé Jungly, Suchard (tradicional y blanco) y Ferrero Rocher: "Mis favoritos son el de Suchard Blanco y Ferrero, dos sabores que han conseguido la mezcla perfecta con el queso. La sensación es casi la misma que la del bombón, pero cremoso y untuoso. Hemos logrado que la tarta, sin llegar a empalagar, te recuerde al sabor de la almendra y el chocolate", asegura.
El objetivo para estas fechas es claro: llegar a Málaga capital y alrededores gracias al servicio Delivery: "No creo que estemos preparados para poder enviar a toda la provincia de forma constante, pero sí en los días señalados. Han salido unas recetas superricas y queremos que todo el mundo pueda probarlas", reconoce Álvarez.
Las miradas están puestas en el 2022. Su proyecto de Málaga Street Food, un establecimiento de comida malagueña callejera tiene ya planteamientos sólidos para poder convertirse en una realidad. Pone como ejemplo el campero: "En muchos sitios te ponen un jamón envasado, con una mayonesa de bote y un pan malo. Yo quiero crear un producto de calidad y algo más sofisticado". No es el único proyecto para el futuro que plantea, ya que trabaja en una colaboración con Quesos Montes de Málaga para "apoyar la marca local": "Estamos perfeccionando la receta", afirma.
Mientras lo consigue, la almendra tostada, la miel y el chocolate protagonizarán la propuesta gastronómica de este local. Sabores tradicionales de la Navidad que, de ahora en adelante, podrán disfrutarse en forma de tarta de queso.