La malagueña Remedios Cervantes ha sido Miss España, modelo, actriz y desde hace unos años dirige la empresa RMedios Digital Marketing. Se ha incorporado además como articulista en EL ESPAÑOL de Málaga y tiene la agenda cargada de proyectos profesionales.
Lleva 12 años alejada del teatro, el cine o la televisión (aunque la siguen llamando para trabajar en este sector) y señala que es feliz. Vive en Valencia pero viene frecuentemente a Málaga. Nos reunimos con ella para esta entrevista de la sección A título personal en la cafetería del hotel Molina Lario para hablar sobre su pasado, presente y planes de futuro, entre otras muchas cosas.
El 20 de junio cumplirá 60 años y ha hecho de todo. Modelo, cine, teatro, televisión, empresaria… Empecemos por el principio. Entiendo que el gran salto es cuando es elegida Miss España en 1986. ¿Qué recuerdos tiene de aquello?
Lo de que ya mismito tengo 60 pesa (se ríe). Estoy encantada, soy de las pocas que no se han quitado años nunca. Creo que estoy mejor que nunca, me siento como si tuviera 35 años. Hago más deporte que nunca, tengo más agilidad, más ganas de hacer cosas que antes. Pero la barrera de los 60 es psicológica (se ríe). Volviendo a la pregunta, tengo unos recuerdos maravillosos porque fueron mis inicios, el empujón que necesitaba para salir de Málaga y marcharme a Madrid que era lo que quería hacer. Si aquello no hubiera ocurrido hoy en día muy probablemente sería policía municipal en Málaga.
¿Policía municipal? ¿Y eso?
Estaba haciendo las oposiciones en aquel momento. No es que me gustara, pero mi pandilla se movía en esos campos. Lo que decían siempre los padres, hija, tu, un trabajo fijo. Yo soy de la generación del famoso peripato, una oposición que la suspendió Alfonso Guerra, creo, porque hicimos mucho ruido los que no entramos. Siempre se dijo que había sido una oposición ‘preparada’ y los que no entramos nos fuimos a la calle a preguntarles a los policías municipales de entonces las preguntas que nos hicieron a nosotros. No se sabían las respuestas y con esa grabadora nos fuimos en su momento a la prensa. La prensa nos apoyó, hicimos una huelga, conseguimos que saliera en los medios de comunicación. Se suspendieron las oposiciones y en ese intervalo en que volvieron a salir gané Miss España en 1986. De hecho, ya siendo Miss España me avisaron por si me quería volver a presentar y dije que no porque no era mi vocación aquella. Solo lo estaba haciendo por tener un trabajo y el porvenir que decían nuestros padres. De todas formas, lo recuerdo de una manera muy bonita, porque yo en aquella época me lo pasé muy bien, entrenaba como una burra todos los días en la Ciudad Deportiva de Málaga y la verdad es que estaba muy preparada para esas oposiciones. Yo no suspendí en la primera, pero no entré.
Dos años después de ser elegida Miss España le nombran Mejor Modelo Europea en 1988.
Efectivamente, yo ya estaba fuera de todo el radar de concursos. Yo ya era modelo y no tenía que ir a ese concurso, pero en aquel momento me pidieron ir y me apetecía porque me iba a Turquía unos cuántos días. No conocía Estambul y me fui. Y después de ganar aquello estuve una semana más por toda la riviera turca. Tenía 24 años y en aquel tiempo era una maravilla poder viajar y hacía prácticamente todo lo que me ofrecían.
Posteriormente pasa al teatro, cine y televisión.
Estuve muchos años de modelo y no di el salto hasta que no llegó el momento y sobre todo hasta que yo estuviera preparada. Yo nunca me he metido en otra profesión y menos en esta que respeto tanto, sin saber lo que iba a hacer y sin saber cómo me tenía que enfrentar a ello, porque yo respeto mucho el trabajo de los demás que ya están dentro de esa profesión. Nunca me he aprovechado de esa posición que podía tener de popularidad para meterme en una profesión, siempre me he querido preparar para estar dentro.
¿Cómo fue esa preparación para el mundo artístico?
Ya era ya modelo profesional en Madrid, pero qué duda cabe de que para dedicarte a la interpretación por lo menos tienes que tener unas nociones, yo tenía oficio aunque aún no era consciente de ello. Yo no estudié arte dramático, pero sí que hice varios cursos en Madrid y me preparé la voz para poder entrar dentro de un mundo que me apasionaba y que me sigue apasionando porque, por mucho que me dedique ahora a la comunicación y al marketing, yo llevo en mis venas sangre de teatro por parte de mi padre y me moriré con eso.
Ha protagonizado y producido obras de teatro, ha trabajado en películas, ha participado en programas de televisión… ¿Qué momentos recuerda con más cariño?
Hay muchísimos momentos maravillosos, porque además todos han sido para mí grandes retos. Yo siempre recordaré la primera oportunidad que me dieron en una televisión nacional, que fue José Antonio Plaza, uno de los grandes periodistas de este país que entonces dirigía programas en Telecinco. Yo venía de Canal Sur, que siempre ha sido mi casa porque he trabajado muchos años ahí. Pero si yo te tengo que decir con qué me quedo, siempre te diré que con aquellos momentos donde he levantado por primera vez un telón de teatro. Mi prioridad siempre ha sido en mi vida profesional el teatro antes que la televisión. Pero bueno, la televisión me ha dado cosas muy bonitas y muchas satisfacciones también.
¿Y los peores momentos? Esos que pensó, no tendría que haberlo hecho.
No me ha pasado nunca porque he sido bastante consecuente cuando he dicho que no a algo. Sigo diciendo que no. Y no me arrepiento.
¿Le siguen llamando?
Sí, claro. Pero estoy aquí muy bien. Estar en esta cafetería [donde se desarrolla la entrevista en un hotel de Málaga] y que nadie nos mire, salvo la camarera que me conoce, no está pagado con nada. Eso es una maravilla.
¿Dejó el mundo artístico para recuperar cierto anonimato?
No, no, yo lo dejé porque a veces en la vida te das cuenta de que necesitas hacer cambios. Para mí fue un antes y un después cuando mi madre murió. Y lo que empezó como un periodo de reflexión y estar más en Málaga con ella se convirtió en un periodo de estudio. Yo siempre digo que mis lágrimas las ahogué estudiando para la profesión que tengo hoy en día. Los Géminis somos así. Soy lo que llamamos en Málaga un culo muy inquieto y muy curiosa. Y me ha gustado tener otras vidas. Yo puedo decirte que he tenido ya muchas vidas porque me he dedicado a diferentes profesiones y en todas me he sentido feliz, pero tampoco he tenido nunca miedo al cambio. Es más, siempre me he querido salir de la zona de confort porque la zona de confort al final es un aburrimiento. Me gusta seguir aprendiendo y seguir conociendo a gente nueva. En mi vida ahora hay gente totalmente distinta, que nunca había pensado que podían estar dentro de mi entorno y me encanta. No le tengo miedo a los cambios. El cambio empezó ahí. De algo tan terrible como puede ser el fallecimiento de una madre, también sé que todo aquello ha derivado en lo que tengo hoy, que soy inmensamente feliz.
"Para mí fue un antes y un después cuando mi madre murió. Y lo que empezó como un periodo de reflexión y estar más en Málaga con ella se convirtió en un periodo de estudio. Yo siempre digo que mis lágrimas las ahogué estudiando para la profesión que tengo hoy en día"
Pero ha comentado que también echa de menos el teatro.
A ver, lo echo de menos. De hecho, yo no me he retirado y siempre digo que la vida da muchas vueltas. ¿Me gustaría retirarme de esta profesión en un escenario? No te quepa duda y no te digo que lo haga en algún momento, pero de momento no lo tengo en mi horizonte.
Que la sigan llamando del cine, teatro o televisión 12 años después de haberlo dejado deber ser motivo de orgullo.
Sí, es bonito. Eso es porque de alguna manera has dejado huella, no porque haya sido la mejor, pero por lo menos sí porque has hecho un buen trabajo.
Comenta que siempre se ha formado antes de hacer un determinado trabajo. ¿Le han tomado menos en serio por ser guapa y modelo?
Siempre me ha dado igual ese tema. Y menos mal que no he sido rubia (como suele decir el tópico). Si en aquel momento encima soy rubia, entonces ya hubiera tenido todas las papeletas. Aún así, sin serlo, todo el mundo se piensa que por el hecho de que vengas de un certamen de belleza o del mundo de la moda, ya tienes que ser tonta, que no es así. Pero bueno, ese es el mensaje machista que siempre se ha adherido al tema de los concursos de belleza. Y yo tengo que decir que nadie te pone una pistola en el pecho para que te presentes a un concurso de belleza. Yo en mi caso lo utilicé como un trampolín para lo que quería hacer después. Con cierta inteligencia lo que hice fue subirme en ese barco y bajarme cuando he querido bajarme. Por lo tanto, es un mensaje que está ahí metido como un mensaje machista con el que yo no estoy para nada de acuerdo, porque para mí no es una utilización de la mujer, sería una utilización de la mujer si me obligan a hacerlo. Pero si yo lo hago libremente porque quiero, a mí no me utiliza nadie.
Hablando de este tema, le quería preguntar por el Me Too. Hay muchas denuncias aquí y en otros países por acosos e incluso violaciones.
Lo veo absolutamente nefasto y fatal. Esto ha ocurrido toda la vida, sin duda, y me parece maravilloso que hoy en día se denuncie. Pero no ha pasado solo en la profesión artística, sino en todas las profesiones. Yo he tenido 18 años, he estado trabajando en una oficina y se me ha insinuado todo el mundo. Yo siempre he puesto una tajante barrera desde el minuto uno cuando alguien se ha intentado sobrepasar conmigo como seguramente todas las mujeres. Incluso si he tenido que llegar a dejar un trabajo, lo he dejado y no me ha importado nada. Que hoy en día se denuncie es lo que hay que hacer. ¿Qué pasaba antes? Pues yo creo que antes si este tipo de acosos no se denunciaban es porque, si además de que te están acosando, lo denuncias, encima te señalan, te culpaban. Pero esto ha sido algo que ha existido toda la vida desgraciadamente. ¿Me han llegado a acosar? En algunos momentos por supuesto, pero tampoco me han acosado tanto. Yo creo que esto nos ha pasado a todas las mujeres y en todas las profesiones, no solamente en lo que puede ser la vida pública o la vida artística. Para nada. Lo que pasa es que bueno, antes te señalaban y hoy en día, afortunadamente, al que señalan es al que asquerosamente acosa.
En cualquier caso, no estoy a favor de ir en contra del hombre. No me considero ese tipo de mujeres que lo que quieren es borrar e ir en contra del hombre como si del hombre fuera todo malo. No, no es así. También hay muchas mujeres que tienen sus cositas.
"Yo siempre he puesto una tajante barrera desde el minuto uno cuando alguien se ha intentado sobrepasar conmigo como seguramente todas las mujeres. Incluso si he tenido que llegar a dejar un trabajo, lo he dejado y no me ha importado nada"
¿Cree que hay una preocupación excesiva con la imagen y el uso de filtros en las redes? Hay incluso una polémica por la venta de cremas antiarrugas a niñas de 12 años.
Creo que el uso de las redes sociales y el uso de la vida digital hoy en día forma parte de nuestra vida y tenemos que interiorizarlo. Tenemos que saber cuáles son los beneficios y cuáles son todas las cosas negativas que pueda llegar a tener. ¿Se nos puede ir de las manos?, si. Estoy totalmente de acuerdo y hay que tener muchísimo cuidado en este sentido, porque no podemos crear a través de las redes sociales una vida ficticia, que no es la realidad, porque si estamos continuamente transmitiendo el mensaje a la sociedad y, en definitiva, a la gente muy joven de que todo tiene que ser perfecto, de que la boca tiene que ser perfecta, de que las arrugas... Yo no me he hecho nada en la cara. No me he metido botox jamás, quien me conoce lo sabe. No estoy en contra de nada de eso. No conozco el ácido hialurónico. Eso no significa que no lo vaya a hacer. Pero lo que no podemos es estar transmitiendo todo el tiempo que tenemos que ser perfectos al 100%, porque la perfección afortunadamente no existe. Y sobre todo, de lo que no nos damos cuenta es de que transmitimos un mensaje a la gente muy joven, que son niños que se están desarrollando, que no es real.
Es como el tema de la pornografía, que los jóvenes tengan sus primeros contactos con la pornografía entre los 9 y los 12 años es terrible. Es un tema que tenemos que atenderlo muy bien como sociedad, es un tema de educación que tiene que nacer desde las familias y que tiene que ser un tema de educación dentro de los propios colegios. Tiene que darse una educación digital para que este tipo de cosas no ocurran. Yo me siento muy orgullosa de las arrugas que tengo. Es verdad que yo soy de otra generación. ¿Utilizo filtros? Claro que utilizo filtros, pero no quiero transmitir una imagen errónea de mí ni quiero transmitir que no se pueden tener arrugas. Sería patético que con casi 60 años que voy a cumplir y que me siento súper orgullosa, quiera aparentar que tengo 25.
Seguimos con su trayectoria. Deja el mundo público y decide crear una empresa especializada en el marketing digital. ¿A qué se debió ese cambio?
Todo vino a raíz del programa Atrapa un millón [un concurso en el que un participante perdió 5.000 euros por una respuesta incorrecta in extremis de Cervantes, que le acompañaba].
Eso fue en diciembre de 2011 ¿Todavía le recuerdan eso?
Bueno, todavía hay conversación en las redes sociales de este tema. Cuando pasó todo aquello, yo no tenía redes, no tenía ni idea de nada de esto. Estuve durante dos semanas siendo trending topic mundial. Creo que he sido una de las mujeres de las que se han dicho las peores cosas en las redes sociales. A mí me han querido matar. He recibido amenazas de muerte en mi casa de Rincón de la Victoria en sobres. Me han dicho los peores insultos que se pueden decir a una mujer. Me han deseado las peores vejaciones. Se ha pedido que no me vuelvan a dar trabajo que, por cierto, no hubo ninguna feminista de este país que saliera en mi defensa en aquel momento, que todo hay que decirlo.
Qué barbaridad.
Yo lo llevé bastante bien. La que lo llevó peor fue mi familia. Con todo aquello que me pasó, lo que hice fue darle la vuelta hacia algo positivo y, a partir de ahí, mis dos primeros socios, que siguen siendo socios míos, Chema y Juan junto a Alicia, me contactaron a través de una amiga y me pusieron encima de la mesa una serie de herramientas y una serie de informes donde me dijeron que mi imagen se estaba utilizando de una manera “ilegal” y que había mucha gente que estaba ganando dinero con eso.
"Creo que he sido una de las mujeres de las que se han dicho las peores cosas en las redes sociales. A mí me han querido matar. Se ha pedido que no me vuelvan a dar trabajo que, por cierto, no hubo ninguna feminista de este país que saliera en mi defensa en aquel momento, que todo hay que decirlo" (por un fallo en un programa de televisión)
Y era verdad. Aquello fue lo primero que a mí me puso en la pista de lo que iba a venir. Yo no sabía nada de esto, las redes sociales me las abrieron ellos hasta que llegó un momento que les dije que por qué no montábamos una empresa. Iban de inicio a liderarla ellos y yo me iba a preparar porque lo que me pasó a mí le podía ocurrir a cualquiera, a cualquier artista y a cualquier persona hoy en día que tenga un compañero de trabajo que le tenga envidia. En las redes sociales todos podemos ser criticados y vapuleados. Aquella fue la semilla para tener esta empresa que tengo hoy. No fue fácil. Me tuve que sacar el acceso universitario con 47 años. Fue muy complicado para mí, porque no era lo mismo aprenderte un guion de teatro, que es memoria, gestos, movimientos y una serie de técnicas que ponerte otra vez a estudiar sujeto, predicado y raíces cuadradas. Yo tenía hasta el BUP.
¿Qué trabajo hacen desde la agencia?
Somos una empresa de comunicación y marketing digital que trabajamos con un montón de empresas y para ciertas marcas personales. Gestionamos la comunicación en general y la digital de la mejor manera y velamos por esa comunicación y esa imagen online, que la mayoría de las personas por sí solas no saben cómo hay que gestionarla. Hacemos un trabajo de consultor de cómo se tiene que llevar esa comunicación, entre otras muchas cosas. Como bien sabes, no se sabe lo que no se comunica y saber comunicar es fundamental.
Vive en Valencia desde hace 10 años.
Sí, al mes de morir mi madre me fui dos semanas allí para despejarme. Allí fue donde un año antes empezamos a pensar en la empresa y me quedé. Siempre digo que Valencia es una ciudad hermana de Málaga, porque son ciudades muy parecidas en clima, carácter de la gente… Está a una hora y 40 minutos de Madrid, donde voy todas las semanas.
¿En qué momento ve a la provincia de Málaga, aunque sea desde cierta distancia?
Málaga ha cogido el cohete que cogió Valencia hace casi 20 años. Valencia se quedó un poco en la retranca y Málaga tiró para adelante. Yo creo que se ha hecho un trabajo magnífico. En general, creo que se ha hecho una muy buena gestión y creo además que los malagueños lo han entendido, o lo hemos entendido porque yo estaba votando aquí hasta hace siete años. No hay cosa que me llene más de satisfacción que el hecho de que todo el mundo quiera comprar aquí, que todo el mundo quiera invertir y que todo el mundo quiera venir a Málaga. A mí me parece fantástico.
Usted que viene del mundo cultural, especialmente teatral, ¿qué le ha parecido la apuesta museística de la capital o el trabajo de Antonio Banderas en el teatro del Soho y otros proyectos?
A nivel de museos, es brutal lo que tenemos en Málaga. A nivel de teatro, música, etcétera nosotros acompañamos en los primeros movimientos digitales del teatro del Soho, ayudando a Antonio. El hecho de que Málaga tenga hoy en día un teatro del Soho es volver a poner a Málaga otra vez en el mapa a nivel cultural, no solamente por los museos, sino por todo lo que Antonio aporta a esta ciudad. Hay mucha gente que me dice en Valencia “claro, es que vosotros tenéis a un Antonio Banderas”. Sí, tenemos un Antonio Banderas. Pero podríamos tener también a un Antonio Banderas que no se dejara la vida en su Málaga. Eso es algo muy de los malagueños. La gente de Málaga siempre estamos muy por la labor de estar siempre ahí cuando nos piden algo. No queremos ser hijastros de Málaga, queremos ser hijos de Málaga y creo que en el caso de Antonio Banderas, la labor que está haciendo es encomiable, es maravillosa y creo que Málaga nunca le podrá agradecer en un futuro todo lo que está haciendo y muchas otras cosas que seguramente seguirá haciendo. Somos muy afortunados de tenerle. Estoy segura de que van a venir más cosas a Málaga de su mano.
¿Volverá a vivir en Málaga?
A Málaga nunca se vuelve porque realmente nunca te vas de ella, en Málaga se vive, aunque no estes porque Málaga siempre está en tu vida. Esta es mi casa, mi raíz, mis costumbres, mi gente y mis tradiciones.
Cambiaré la pregunta. ¿Vendrá a vivir a Málaga cuando se jubile?
Yo no me voy a jubilar nunca, al menos por ahora, jajaja.