El rostro de Lola Denis transmite pasión y lucha por todo aquello que le apasiona. Sus ojos brillan cuando menciona el año 1987, cuando abrió el negocio de su vida, Lola Denis, en la calle Méndez Núñez. Se trata del único negocio especializado en danza en toda la ciudad y el pasado verano tuvo que bajar la persiana del local del Centro de Málaga para mudarse al barrio de Las Delicias. El edificio donde se encontraba se vendió y pronto se transformará en un nuevo hotel.
La noticia supuso un gran varapalo para la propia Lola Denis y para su hija, Alexandra, la segunda generación de la tienda. Ambas intentaron buscar locales en el Centro de Málaga para reabrir la tienda en el corazón de la ciudad, pero los altísimos alquileres se lo impedían. “Nos pedían siete mil euros por un local en la esquina de la misma calle, es muy fuerte, eso era un suicidio económico”, expresa Alexandra.
Finalmente, las circunstancias les hicieron mudarse a Las Delicias, una barriada en la zona oeste de Málaga. “Hemos trasladado a este barrio la misma energía y cariño por lo que hacemos”, declaran las Denis, a las que los vecinos han tratado como reinas desde su llegada.
En la puerta tienen colocado un maniquí con calentadores y mallas que, según relata Denis, es saludado religiosamente por los vecinos cada vez que pasan. “Se ha convertido en la más popular. ¡Tienen todos un cachondeo con ella!”, declara Alexandra.
El cambio, aseguran, ha sido aplaudido por muchos de sus clientes, que agradecen tener la parada de metro de El Torcal muy cerca de la tienda, e incluso más facilidades para aparcar. “Esos los que viven más lejos, pero lo que hemos descubierto es que tenemos muchos clientes de por aquí”, explica la hija de la propietaria, que aunque es chef de profesión –ha trabajado en un restaurante Michelín–, ha dado un cambio de vida para apoyar el negocio familiar y poder pasar más tiempo con la familia.
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Aunque llevan desde julio en Las Delicias, a Lola se le hace un nudo en la garganta cada vez que menciona Méndez Núñez. Allí vio como un imperio de la danza se levantaba, pero también cómo la invasión hotelera se lo llevaba por delante. Ambas sostienen que en ningún momento nadie les consultó nada antes de vender el edificio. "Fue todo secreto, nos enteramos en la pandemia", confiesan. "El que compra y quiere hacer un hotel tan rápido recibe el permiso de Málaga, que lo permite... Al final esto es un negocio", critica Lola Denis.
“El centro está perdiendo identidad. Yo no lo reconozco y eso que lo conocía como la palma de mi mano. Iba de un lado a otro y todos me saludaban. Ahora todos los restaurantes son multinacionales y la mayoría de vecinos han tenido que marcharse por no soportar el ruido. Gran parte de los pisos son Airbnb”, lamenta Lola Denis.
Sin embargo, es positiva y asegura que “no hay mal que por bien no venga”. “En Las Delicias he encontrado un intercambio de energía que había perdido en el Centro de Málaga con los turistas extranjeros. Aquí todos saludan y nos dieron la bienvenida”, prosigue.
Nuevas generaciones
Aunque Lola Denis nunca se ha llegado a desentender totalmente de la tienda, la que capitanea el barco ahora mismo es Alexandra; aunque las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. La pequeña Ainhoa, hija de Alexandra, se está encargando de idear los vídeos que suben en sus redes sociales. Junto a otras amigas recrea transiciones virales para promocionar los productos de la tienda. "Ella lloró mucho cuando se enteró de que cerrábamos en el Centro, ha crecido aquí", declaran madre e hija.
De hecho, es la chica de la familia que se está dedicando desde muy pequeña a la danza. "A todas nos ha gustado, pero ella está apuntada en ballet desde muy pequeñita y quiere dedicarse a esto. La tengo que amenazar con que haga los deberes y se porte bien si no quiere que la quite del ballet", dice su madre entre risas.
La clave del éxito, según Lola, está en la cercanía con el cliente y en vender solo lo que a ellas les gusta. "Jamás podría vender algo que no me gusta. Desde el principio siempre trabajé para buscar lo mejor de todo. Ahora es mucho más sencillo buscando por Internet, pero antes tenía que recorrerme ferias de toda Europa en busca de lo que necesitaba", zanja.