Salvador Vicent, conocido como Mago Yunke y considerado el mejor ilusionista del mundo, asegura en una entrevista con EFE que Málaga, donde próximamente arrancará su nueva gira por España, se convertirá en unos años en "el nuevo Broadway español".
Yunke (La Vilavella, Castellón, 47 años), campeón mundial de magia, estará el 9 y 10 de diciembre en Málaga presentando el espectáculo 'Hangar 52', que posteriormente viajará a Madrid, donde recalará del 22 de diciembre al 6 de enero de 2024, antes de visitar otras ciudades.
El ilusionista, que ya ha actuado en Málaga en otras ocasiones con espectáculos "más pequeños", afirma que la ciudad es "atractiva" y "está creciendo en todos los sentidos". Es un lugar "mágico", subraya.
El valenciano ha sido premiado en tres ocasiones -2000, 2018 y 2022- como "mejor mago del mundo" y su show 'Hangar52', con el que ya ha realizado tres giras previas, ha congregado a más de 2,5 millones de personas en todo el mundo.
Cuatro décadas de magia
La magia "no es un negocio", sino "una pasión" para el Mago Yunke, que se inició en este mundo con tan solo 8 años, actuando en las fiestas de su pueblo. Por eso, señala que siempre ha sido tratado como lo que es, un mago, y que ha aprendido a base de "actuar, actuar y actuar".
"Todos mis amigos desde pequeño me llaman Yunke y este apodo se debe a que mi abuelo es el herrero del pueblo", comenta el mago, que usaba, en sus inicios, los instrumentos de metal de la herrería familiar para realizar sus trucos.
Según Yunke, un ilusionista debe "saber crear" para evitar la imitación, lo que para algunos artistas es el principal "enemigo" del sector, y defiende su "magia de autor", un estilo "propio" en el que diseña sus espectáculos.
"Tengo manos de mecánico, yo mismo ensayo mis trucos cientos de veces antes de llevarlos a la actuación", comenta el ilusionista, que reconoce que su oficio es arriesgado y que algunas ideas nunca llegan a materializarse por las dificultades que surgen en el camino.
Asegura que se juega la vida a diario, por la peligrosidad de algunos de sus trucos, y reconoce que alguna vez ha tenido que cancelar apariciones suyas en programas de televisión por los percances de salud que ha sufrido.
"El mago debe jugar con el engaño"
Yunke considera que la magia es "un arte que trata de emocionar a la gente" a base de crear ilusiones y argumenta que un mago debe "jugar con el engaño" para que sus trucos parezcan reales, aunque no lo sean.
Por ello, cree que la comunicación es un factor importante en el éxito de la magia porque, sin ella, explica el artista, los espectadores nunca van a creerse sus trucos.
Opina que esta es una de las razones que le han llevado a estar entre los mejores magos del mundo, un podio donde destacan "unos pocos".
El ilusionista deja claro que él "no sabe predecir el futuro" ni "curará una enfermedad" porque su trabajo es "crear ilusiones", es decir, convertir algo que no es real en que pueda parecerlo.
"Lo que hacemos los magos no es verdad, no tenemos poderes y jugamos con la trampa, pero en ningún caso robamos a nadie ni engañamos. Quien crea que lo que hacemos es real, se equivoca", subraya Yunke.