"Desde que yo era una niña chica decía que iba a tener un niño", expresa María, de 15 años, al comienzo del documental que retrata todo su proceso de embarazo. Cuando comenzó 2021 vio en uno de esos juegos de Facebook que adivinan el futuro que se quedaría embarazada y que "tendría un niño encantador". Algo más de un año después, ese niño se llama Romeo y es la felicidad de toda la familia.
Tras el cortometraje documental está la malagueña Sara G. Cortijo, "tía" de María. "Yo no tengo hermanos, pero María es hija de mi primo y cuando nos dio la noticia pensé que tenía que documentarlo", cuenta la directora, natural de El Tarajal, a este periódico.
Kevin tiene 17 años y es la pareja de María, ambos son muy jóvenes. Llevan tres años juntos y ambos residen ahora en Los Palomares con su hijo Romeo. A pesar de que sus familias no estaban a favor del embarazo, ambos salieron hacia delante. "No tendremos para un hotel, pero sí para darle de comer", expresaba la joven en el documental con mucha entereza.
En el caso de su tía, jamás le dijo que no lo tuviera, pero le dio "consejos". De hecho, el documental muestra cómo su madre rechaza el embarazo al principio, pero ahora "está encantada con el pequeño", que cumple un año el 8 de abril. "Están preparando un cumpleaños por todo lo alto", dice Cortijo.
Cuando recibió la carta del Festival de Málaga firmada por Juan Antonio Vigar que afirmaba que el corto había seleccionado, ni ella ni María se lo creían. "¿Pero ese es el dueño del Festival?", preguntaba incrédula la pequeña, tras ver que el corto que contaba su historia había sido seleccionado.
En la pieza audiovisual se ve la realidad de muchas chicas que se quedan embarazadas siendo muy jóvenes. María; Coraima, su cuñada; y una amiga, reconocen que es algo "que se está poniendo de moda" entre la gente de su edad y aseguran, en un momento del filme, que muchas de sus amigas tienen hijos o están a punto de tenerlos.
Sin embargo, en el corto se ve también el otro lado de estas niñas, el lado infantil e inocente, mientras que juguetean con el pequeño Romeo como si fuera un muñequito. Sara, la directora, volviendo a ver el documental, cree que aunque sea duro y haya tenido que dejar los estudios, "lo mejor que le ha pasado a María es tener a Romeo. Está mejor física y personalmente, mucho más calmada".
"Es muy madre. El otro día, cuando presentamos el documental, salimos a tomar algo y se preocupaba mucho por el frío. No le gusta salir mucho y está siempre pendiente de él", cuenta la directora del documental, que se lo pasó genial en la presentación con las pequeñas.
El mensaje Sara quería dar era claro: "la vida a pesar de todo". "A veces la vida te plantea cosas complicadas, pero si te impones las afrontas. Eso me gusta de ellos, son personas que tienen mucha iniciativa, muchas ganas de disfrutar de lo que tienen con ingenuidad aunque haya dificultades", cuenta.
La presentación en el Festival
"Ellas lo vivieron como si fueran Kim Kardashian. Estaban locas de contento. Me decían 'Todo el mundo quiere conocer a Romeo. Somos famosas'", prosigue Sara entre risas. El Albéniz acogió la pieza con aplausos y sonrisas, especialmente por culpa de Coraima Cobos, que se come la cámara cada vez que la enfocan. "Coraima es muy espontánea y como la conozco quería que estuviera en él. Creo que todas reflejan mucha autenticidad", añade.
No tenían un guion, como muchos se creen cuando ven el filme. "Yo les iba haciendo preguntas e iba llevándomelas por donde yo quería, pero ellas respondían cómo querían. Son así de naturales y por eso causa tanta risa. Yo tenía muy claro qué personas debían estar y qué temas íbamos a abordar", relata la directora.
El Festival de Málaga une a todos lo que lo forman. En el caso de Sara, ha recibido mensajes por Instagram de anónimos que le dan la enhorabuena tras ver el corto y de otros compañeros con los que compite, como la directora del corto Lorenzo. "Se ha generado una energía muy bonita alrededor del documental. Hay muy buen rollo en el festival", zanja.