Como bien se sabe, todos los caminos llevan a Roma. Sin embargo, Santiago de Compostela es una ciudad que no se queda atrás: lo mejor de su famoso camino es que parte desde cualquier lugar. Y Málaga, en este sentido, tampoco permanece a la zaga y pone a pies de los peregrinos el Camino Mozárabe de Santiago para aquellos valientes que quieran alcanzar la localidad galleguiña a lo largo de este doble Año Xacobeo.
Doble porque la celebración del también conocido como Año Santo o Año Jubilar se extiende, por primera vez y por culpa de la pandemia, durante dos años seguidos: el presente 2021 y el próximo 2022.
Y es que el Xacobeo sólo se celebra cuando la festividad del Apóstol Santiago, el 25 de julio, cae en domingo. Esta coincidencia ocurre en un intervalo de años distinto, cada cinco o seis, y a veces, se debe esperar hasta once para poder vivir uno de estos años tan especiales.
A pesar de que tradicionalmente se ha identificado el Camino de Santiago con el Camino Francés, que parte desde Roncesvalles, en realidad la extensa senda que llega hasta la catedral santiaguesa es una enorme red de intrincados trazados que millones de peregrinos han recorrido a lo largo de la historia desde todas las ciudades de Europa, siguiendo muy diferentes itinerarios.
Y ya que hacer el Camino se ha convertido en una auténtica moda en los últimos años, siendo una actividad turística en sí misma, más allá del origen y el sentido religiosos que la impregnan (y que muchos de los peregrinos se niegan tozudamente a admitir, como si el Camino de Santiago se hubiera desarrollado de la nada y no finalizara en las puertas de una catedral), el Camino Francés es una verdadera romería.
Con el fin de paliar esta situación, desde hace ya bastante tiempo, las Asociaciones Jacobeas Españolas trabajan para revitalizar otras rutas que aligeren de peregrinos dicho trazado. En concreto, en Andalucía se están potenciando los llamados Caminos Mozárabes a Santiago.
En esto está la Asociación Jacobea de Málaga que de esta forma facilita a lo malagueños a que arranquen su peregrinación desde su propio hogar, tal y como hicieron muchos mozárabes, que eran los cristianos que vivían bajo la dominación musulmana en la Al-Andalus de la Edad Media.
Sendero de Gran Recorrido
El Camino Mozárabe de Santiago en Málaga tiene una longitud cercana a los cien kilómetros, por lo que ha sido homologado como Sendero de Gran Recorrido, bajo el nombre de GR 245, por parte de la Diputación que ha colaborado con la Asociación Jacobea.
De este modo, se ha señalizado con las clásicas flechas amarillas el camino que enlaza a Málaga con Córdoba, ciudad de paso obligado a la que debían llegar los mozárabes para conseguir un salvoconducto que les permitiera viajar por el Emirato a fin de visitar la tumba del Apóstol.
Además, el malagueño Camino Mozárabe enlaza con la Gran Senda de la provincia lo que permite al caminante recorrer la mayor parte de los ecosistemas de la provincia al tiempo que conoce a sus gentes y sus costumbres.
El Camino Mozárabe de Santiago de Málaga parte de la iglesia de Santiago en la capital para llegar a Mérida y desde allí enlaza con la Ruta de la Plata que conduce a Santiago. En la provincia malagueña, no obstante, concluye en la ribera del río Genil, límite del territorio, en las tierras pertenecientes al municipio de Cuevas Bajas.
Durante su recorrido el peregrino (debemos obviar la rima) disfrutará de espacios variados y de gran interés como El Torcal de Antequera, y su conjunto dolménico, y los embalses de Guadalhorce-Guadalteba en un trazado que conjuga patrimonio natural y cultural.
Etapas del Camino Mozárabe de Málaga
Para aquellos peregrinos que quieran desarrollar esta senda de manera escalona, la misma está dividida en seis etapas. La primera enlaza la capital malagueña con Almogía y se extiende a lo largo de poco más de 14 kilómetros.
La segunda conecta a Almogía con Villanueva de la Concepción en un tirón de 19 kilómetros. Villanueva de la Concepción se une con Antequera en la tercera etapa, un camino de 14 kilómetros.
La cuarta, Antequera con Villanueva de Algaidas en la etapa más extensa: cerca de 24 kilómetros. La quinta, con poco más de nueve kilómetros, une Villanueva de Algaidas a Cuevas Bajas. La sexta y última, parte de Cuevas Bajas y sale de la provincia de Málaga para alcanzar, andando sólo cinco kilómetros, la localidad cordobesa de Encinas Reales.
El camino está interconectado, además, a lo largo de los diferentes hitos, con numerosos trayectos, rutas y sendas con personalidad propia donde también ofrece al peregrino diversos establecimientos que se unen a los albergues que encontrará en cada una de las localidades por donde pasa el trazado.
Dificultad y recomendaciones
La dificultad de este camino no es excesiva en ninguna de estas etapas ya que el territorio de la provincia no presenta cotas excesivamente sobresalientes, aunque sí es cierto que es un espacio muy quebrado y abrupto en determinadas zonas, lo que genera fuertes pendientes y valles que proporcionan un escenario montañoso.
Las formas de recorrer el camino, que cada cual escoja la suya: a pie, en bicicleta, a caballo, a cuestas o a la sillita la reina si logramos convencer a alguien para que nos lleve… Se decida el método que se decida, debemos tener en cuenta las peculiaridades de cada una de ellas.
Y es que, aunque la severidad del medio no es muy elevada, como hemos visto algunas etapas son bastante extensas, por lo que debemos tener en cuenta cuál es nuestro estado físico.
Si lo máximo que hacemos es echar una pachanga cada seis meses con los colegas (y en ella sólo nos dedicamos al arte de la pesca), lo mejor es que afrontemos este camino con respeto tras haber entrenado un poco. Seamos realistas, por una vez en nuestras vidas.
En cuanto a la hora de seguir el camino, éste está homologado por la Federación Andaluza de Montañismo, por lo que a lo largo de la senda se encuentran marcas y señales para que el peregrino no extravíe sus pasos y termine en Rota. Sin embargo, aprovechemos las nuevas tecnologías de las que disponemos y vigilemos que no estamos andando en dirección contraria con el GPS que llevamos en el móvil.
En cuanto al resto de recomendaciones, las básicas: debemos cargar con agua y provisiones, aunque es cierto que también a lo largo de la ruta nos toparemos con algunas zonas de repostaje donde lo más avispados siempre comerán algo. Calzado y vestimenta específicas y adecuada a cada época del año, no es necesario decirlo, ¿verdad?
Otro cosa que no tendría que ser necesario decir, pero que por desgracia sí lo es: recordar no arrojar basuras a nuestro paso. Vamos a ser cívicos, por favor. Cuidemos entorno, flora y fauna.
Respeto al peregrino
Aunque estemos bien lejos de Santiago, saludar a los demás caminantes con un "buen camino" no está de más (seguro que dejamos a más de uno con las patas colgando). Lo importante de este trazado es que cada peregrino encuentra en su interior su razón propia y personal para recorrerlo.
Para muchos, puede ser una mera ruta para realizar una excursión senderista y poco más, pero para otros a lo mejor suponer un modo de comunión con los miles y miles de peregrinos que a lo largo de los siglos han recorrido este territorio.
Solo, o en compañía, a pie o en bicicleta, cada uno de nosotros se puede echar al monte con todo un mundo personalísimo de razones o con nada más que el deseo de conocer el interior de la provincia de una manera distinta. Cualquier razón es válida, incluso cuando no sabemos por qué nos arrancamos a dar un paso tras otro.
Como se suele decir, el camino se hace al andar y recorrer el Camino Mozárabe de Santiago de Málaga nos puede ayudar, si tenemos el ánimo adecuado y si no vamos acompañados de un amigo excesivamente sarcástico y con mala pipa, a trazar un mapa de nuestro propio interior y descubrir cosas que ni sospechábamos que atesorábamos.