La brecha que históricamente separa el litoral del interior en la provincia de Málaga se mantiene intacta. Por más que muchos de los pueblos escondidos en las zonas rurales de la geografía malagueña han sido redescubiertos tras la pandemia de la Covid, su verdadero salto a la modernidad sigue lastrado por la ausencia de infraestructuras competitivas.
Esto es lo que viene ocurriendo desde tiempos lejanos con parte de las localidades del Valle del Guadalhorce y de la Serranía de Ronda, que se encuentran alejados de los principales núcleos de actividad por carecer de una autovía capaz de acortar los tiempos de viaje a Málaga capital y a la Costa del Sol.
Esta realidad está vigente desde hace décadas. Que es justo el tiempo en el que la Junta de Andalucía, con diferentes partidos al frente de la gestión, viene amagando con activar las soluciones necesarias. Si primero fue el PSOE el que acumuló no pocos compromisos con estos vecinos, ahora le corresponde ese papel al Partido Popular, que, todo sea dicho, está avanzando en la redacción de los proyectos constructivos de varios de los tramos que habrán de conformar la autovía que una Málaga con Campillos y Ronda.
El ritmo, en cualquier caso, con el que se está andando el camino es más bien escaso, abocando la solución final al problema de comunicación dentro de muchos años. Sirva de ejemplo que los últimos gestos de la Consejería de Fomento, con la licitación de la redacción de los proyectos de dos tramos de este gran eje Málaga-Campillos-Ronda, debe permitir tener en no menos de dos años los documentos técnicos que sirvan de base para las posteriores actuaciones.
Y ello en apenas un recorrido de 8 kilómetros de una infraestructura mucho más extensa. A estos hay que sumar otros cuatro kilómetros de la A-357, entre el enlace de Casapalma y el enlace de Cerralba, del que el pasado mes de febrero fue adjudicado el proyecto de ampliación.
Tramos impulsados
Las licitaciones activadas esta misma semana afectan, por un lado, al tramo de la A-357 entre el Enlace de Cerralba y el Enlace de Zalea, con apenas 4 kilómetros de longitud. Los datos de aforo evidencian el peso que el tráfico tiene en este punto, con intensidades de hasta 30.000 veh/día.
La otra pieza es la duplicación de la A-367 entre los puntos kilométricos 36+820 y 40+800. En los 12 kilómetros sobre los que ya se empieza a trabajar, la pretensión es la de generar una ampliación de los carriles, de manera que pasen a funcionar como autovía.
"A un pueblo como Cañete, que se pueda acometer esta obra, le va a permitir convertirse en una especie de barrio de Málaga"
Andrés Morón, alcalde de Cañete la Real
Una muestra de la importancia de esta operación es el mensaje que ofrecen los alcaldes de varios municipios afectados. Es el caso de Andrés Morón, de Cañete la Real, quien confía en que tras activarse la redacción de los proyectos no se tarde mucho en afrontar las obras de los tramos ya analizados.
"A un pueblo como Cañete, que se pueda acometer esta obra, le va a permitir convertirse en una especie de barrio de Málaga", afirma el regidor, quien pone en valor la enorme expansión que está vivienda la capital de la Costa del Sol en los últimos años. "El nivel de vida está subiendo bastante y eso nos puede poner en el punto de mira para ser un pueblo dormitorio, desde el que poder ofrecer todos los servicios", añade, remarcado que todo ello "con la ventaja de vivir en el mundo rural".
Morón admite que parte del proyecto político de la localidad pasa por hacer del pueblo, que cuenta con apenas 1.600 habitantes. "una opción para que la gente que trabaja en Málaga pueda vivir". "Ahora estamos a unos 50 minutos; la gente tendrá que sopesar llegado el momento si le compensa comprar o alquilar una casa en Cañete o pagar más de 1.000 euros de alquiler en Málaga", apostilla.
"Si estuviéramos a menos distancia, muchos volveríamos a Teba porque es donde están nuestras raíces y porque nos gusta vivir en un espacio más humano, como el que representa el mundo rural"
El pensamiento positivo es compartido por un alcalde vecino, el de Teba, Cristóbal Corral, quien se agarra a los indudables beneficios que esta infraestructura tendría para su pueblo. "Es verdad que todo en la vida tiene pros y contras, pero esta autovía reduciría ampliamente el tiempo de viaje hasta Málaga capital", valora. Y, con ello, se abriría la puerta a que mucha gente regrese al pueblo.
Explica que el tiempo que separa a la localidad de Málaga ronda los 45 minutos, eso siempre que el conductor no se tope con los habituales atascos. "Si estuviéramos a menos distancia, muchos volveríamos a Teba porque es donde están nuestras raíces y porque nos gusta vivir en un espacio más humano, como el que representa el mundo rural", añade.
De manera gráfica, el alcalde de Teba remarca que los cuatro kilómetros que carretera que ahora acaban ser objeto de licitación por parte de la Junta, con el impulso de la redacción del proyecto constructivo, “son mortales para los que tenemos que ir habitualmente a Málaga”.