En los últimos días se han publicado dos documentos por parte de la Comisión Europea relacionados con la inteligencia artificial de cierta relevancia y que demuestran el peso que en la actualidad tiene esta tecnología no sólo para las empresas privadas sino también para la administración pública y para el legislador.
En particular estas dos normas de 24 de enero de 2024 son la (i) Decisión de la Comisión por la que se creará una Oficina Europea de Inteligencia Artificial y (ii) la Comunicación sobre el impulso de las startups y la innovación en una IA fiable.
La primera, en vigor a partir del 21 de febrero de 2024, parte del reconocimiento de la rápida evolución de esta tecnología y de los beneficios económicos y sociales que puede generar en el futuro para los ciudadanos y empresas si bien contrapone los riesgos que conlleva y los daños que podría llegar a generar al interés público y los derechos fundamentales protegidos por la Unión Europea.
Reconoce la necesidad de acciones adicionales para el desarrollo seguro de la tecnología entre las cuales se encuentra la creación de la Oficina Europea de inteligencia artificial dependiente de la Dirección General de la Comisión Europea de redes de comunicación, contenido y tecnología en el marco de su gestión anual dejando claro que su creación no debería afectar negativamente a facultades y competencias de las autoridades de los estados miembros y/o de la Unión Europea relacionados con la supervisión de la inteligencia artificial.
Su misión principal será la implementación de la regulación que está en tramitación en la actualidad (principalmente el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial) así como servir de guía y soporte para ciudadanos, empresas y administraciones, y de órgano de coordinación con la propia Comisión Europea, stakeholders y terceros interesados a nivel internacional relacionados con dicha tecnología. Sería algo así como la grasa que se necesita en la Comisión Europea en materia de inteligencia artificial en cuanto a la normativa que viene.
La segunda, sin embargo, la Comunicación sobre el impulso de las startups y la innovación en una IA fiable, informa de inicio acerca del volumen de mercado que se prevé que va a captar la inteligencia artificial generativa convirtiéndose, además, en elemento clave de soberanía competitiva y tecnológica de la Unión Europea.
Es por ello por lo que pretende fijar el marco estratégico de inversión en la inteligencia artificial fiable con la idea de convertirse en líder mundial en infraestructura de supercomputación y de impulso del ecosistema de inteligencia artificial para que todos los actores (startups, investigadores, profesionales, universidades, empresas…) colaboren conjuntamente con el fin de facilitar el desarrollo de la tecnología aprovechando además las ventajas que ofrece el mercado único de la Unión en relación con los datos.
El acceso a las mejores supercomputadoras del mundo que puedan acelerar el entrenamiento de la inteligencia artificial, incrementar la disponibilidad y el fácil acceso a datos de alta calidad con los que entrenar la tecnología, apoyar que los desarrollos algorítmicos sean fiables, ampliar el talento en la tecnología, la promoción de la misma en áreas de aplicación (i.e. Administraciones públicas), inversiones públicas y privadas, creando a tal fin la Comisión Europea AI Factories sobre la ya existente red de Supercomputadores Europeos (EuroHPC JU), donde concentrar estas y otras actuaciones son los aspectos que se marca la Comisión como prioritarios.
En línea con lo anterior la propia Comunicación da un dato revelador y es que el 90% de la inversión de fondos de capital en inteligencia artificial en el mundo se produce en Estados Unidos y es por ello por lo que se compromete entre otros a conseguir entre la Comisión y los Estados Miembros una inversión en materia de inteligencia artificial de:
Más de 2,1 billones de euros a través de las AI Factories en nuevos supercomputadores o en actualización de los existentes, creación de servicios de supercomputación desarrollo de microprocesadores y capacidades de soporte. Más de un billón de euros en incubación y crecimiento de startups a través de Invest EU.
Unos 500 millones de euros en desarrollo de casos de uso nuevos y aplicaciones emergentes en determinados sectores.
El esfuerzo institucional, legislativo y económico de la Unión Europea con medidas como éstas en la promoción de la inteligencia artificial y el impulso de las startups permite confirmar la revolución que está produciendo esta tecnología en la actualidad en el mundo, llevando la digitalización a otro nivel, revolución que sabemos cómo ha empezado pero que cuesta anticipar cómo terminará.
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