La venta de tres de las cuatro torres que el planeamiento urbanístico permite levantar en los antiguos suelos de Repsol iba a ser una de las grandes operaciones inmobiliarias del año que ahora echa el cierre. Frente a las buenas perspectivas del Ayuntamiento de Málaga, que confiaba en ingresar una suma millonaria y en abrir la puerta a un proyecto residencial de envergadura, la realidad es que el concurso de enajenación se ha visto sometido a una zozobra continua, en la que sigue inmersa.
Y con la sombra de la duda judicial generada después de que el colectivo Bosque Urbano llevase el asunto a los tribunales hace año y medio, sin que por el momento exista una resolución firme respecto a su demanda de anular la subasta de la parcela.
El colectivo ciudadano exige que la totalidad del terreno, con unos 177.000 metros cuadrados, sea destinado a zona verde. Una propuesta que contrasta con lo que dibuja el Plan General de Ordenación Urbanística de la ciudad, vigente desde agosto de 2011.
La incidencia del pleito ha sido evidente en estos meses. Muestra de ello es que la mayor parte de las empresas que llegaron a formalizar ofertas para hacerse total o parcialmente con los aprovechamientos municipales en el sector acabaron renunciando, dejando el camino expedito a Urbania, la única que ha mantenido en pie su oferta presentada, que asciende a 55 millones de euros (sin IVA).
Pese a ello, la realidad es que casi un año después de que se anunciase el concurso de venta sigue sin cerrarse la adjudicación definitiva, que corresponde al Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo. Formalmente lo que se indica es que la empresa está a la espera de resolver ciertos detalles.
En este contexto, los responsables municipales dan por hecho que la operación va a cerrarse en las próximas semanas. A cambio de los citados 55 millones, Urbania se hará con un techo edificable suficiente para edificar un máximo de 528 viviendas de renta libre, así como para unos 20.000 metros cuadrados para oficinas.
La intervención, además, suma unas 400 viviendas de protección oficial (VPO) empleadas en su día por el Ayuntamiento para hacerse con parte de los terrenos de Arraijanal, donde actualmente ya se asienta la primera fase de la ciudad deportiva del Málaga C. F.
Es de prever que en los primeros meses de 2024, una vez que la mercantil resuelva ciertos aspectos de la operación, quede formalmente adjudicada la venta de estos terrenos, sentando las bases de la que está llamada a ser una de las grandes transformaciones de la capital de la Costa del Sol.
Porque más allá del impacto positivo que tendrá para las arcas municipales, con los mencionados ingresos, es relevante el diseño planteado por Urbania, que va de la mano de tres importantes firmas arquitectónicas. BIG, Toyo Ito y Morph dan forma a los tres bloques de 32, 30 y 28 plantas.
La más alta, obra de BIG
El bloque de más envergadura, de 32 plantas, ha sido diseñada por el estudio danés BIG, que apuesta por un modelo basado en un concepto de villas dispuestas en vertical. Para ello, el diseño amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación.
Un premio Pritzker
Toyo Ito, considerado uno de los arquitectos más influyentes del mundo, ha estado a cargo del proyecto de la parcela P6 (28 plantas) junto al estudio B720, despacho liderado por Fermín Vázquez. En el trabajo se apuesta por distinguir tres volúmenes cúbicos que se expanden de forma regular en altura y son recorridos por grietas de vegetación con un ecosistema propio.
Un edificio con forma de árbol
Y Morph se encarga del diseño de las parcelas P3, P4 y P5. La torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva. La edificación comercial (Parcelas P4 y P5), que genera un zócalo de cuatro plantas, se ha bautizado con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.