Málaga quiere Metro. Tan entusiasmada anda la ciudad con el suburbano que se ha abierto la veda para reclamar su llegada a más distritos. Más Metro para todos. Y qué mejor escenario que una campaña electoral para dibujar tantas líneas y ramales como aguante el papel, sin tener garantías de que, objetivamente, alguno de ellos se pueda materializar. O, sencillamente, sea rentable construirlo.
En eso andan los candidatos a la Alcaldía de la capital de la Costa del Sol centrados estos días, sabedores de que la movilidad es elemento esencial para la Málaga de ahora y la de mañana. Sirva decir que a finales de 2023 o inicios de 2024 entrará en funcionamiento la Zona de Bajas Emisiones.
En este contexto, el ferrocarril urbano vuelve a ser protagonista de todos los programas con los que las principales formaciones concurren a los comicios del 28 de mayo. Si en otros mandatos lo era para completar la obra impulsada a mediados de 2006, ahora lo es para reclamar su extensión sin fin.
De cumplirse el deseo de algunos de los aspirantes a la Alcaldía, en los próximos cuatro años de mandato municipal, deberán sentarse las bases para que el Metro, que ha tardado 17 años en llegar al Centro, sea prolongado a El Palo (con posibilidad de continuar hacia Rincón de la Victoria), al Parque Tecnológico de Andalucía, a los polígonos industriales y hasta la zona de Palma-Palmilla.
Planes ciertamente ambiciosos y poco realistas que exceden con mucho las previsiones manejadas por la Junta de Andalucía, que, por el momento, sólo tiene en su hoja de ruta impulsar y completar la prolongación de la línea 2 (procedente de Carretera de Cádiz) hasta el Nuevo Hospital. De lograr el objetivo, los trenes llegarán a este punto a finales de 2027.
EL ESPAÑOL de Málaga ha querido analizar los programas electorales del Partido Popular, del PSOE, de Con Málaga y de Ciudadanos para conocer cuán ambiciosos son sus planteamientos en materia de movilidad.
En algunos casos lo son y bastante, sobre todo si se tiene en cuenta que la aportación económica municipal en la aún corta historia del suburbano ha sido más que testimonial. Pese a que el convenio original del Metro le obliga a sufragar parte de los costes de explotación, hasta la fecha no ha puesto un solo euro, recayendo en las arcas autonómicas la financiación casi global (hay que sumar la aportación del Gobierno central, a razón de unos 5-6 millones de euros anuales).
Entre la prudencia de De la Torre y la exigencia de Pérez
De todas las siglas, la posición más tibia es la del Partido Popular, que lejos de los años en los que exigía determinados ramales, opta ahora, con un gobierno ‘amigo’ en Sevilla, por la prudencia.
"Colaboraremos con la Junta de Andalucía en la ampliación de la red del Metro de Málaga, cuyo próximo hito será la construcción subterránea de la prolongación hasta el Hospital Civil", recoge el programa, en el que se añade la intención de apoyar la ampliación de la red actual "planificando y desarrollando nuevas líneas priorizadas según los estudios de demanda (PTA, zona Este, Puerto de la Torre, Ciudad Jardín, etc.)".
Más exigentes se muestran en el PSOE, cuyo candidato, Daniel Pérez, remarca la necesidad de que el Ejecutivo de Juanma Moreno "siga invirtiendo en el Metro después de haber paralizado la línea hacia el Hospital Civil y la del PTA". "El Metro tiene que llegar a la zona de El Palo, también de Miraflores, y debe crecer hasta el norte, Ciudad Jardín y Palma Palmilla", reclama, insistiendo en que es "vital" que alcance al PTA, al Palacio de Ferias y Congresos y los polígonos industriales.
Lo que no hace el candidato socialista, ni la alcaldable de Ciudadanos, Noelia Losada, que también reclama algunas de estas extensiones del ferrocarril urbano, es medir el coste económico de esta operación.
Sirva como referencia que sólo la llegada a la zona Este obligaría a una inversión próxima a los 200 millones de euros (equiparables al trazado soterrado al Civil ya activado). En el caso de la extensión a la tecnópolis, las valoraciones realizadas años atrás elevaban el coste a unos 80 millones, al dibujarse en superficie.
El gran hándicap que pesa sobre este ramal, según los estudios existentes, es que se trataría de un escenario que generaría picos de demanda muy concentrados en los momentos de entrada y salida de los trabajadores (con una cifra de pasajeros de difícil absorción), quedando grandes extensiones horarias sin apenas viajeros. Es por ello por lo que desde hace años se habla de que la mejor solución es la de llegar el Cercanías al PTA, idea que defienden la totalidad de formaciones políticas.
Con Málaga, la coalición de la que forman parte Podemos e Izquierda Unida, se mantiene fiel a su apuesta por un modelo tranviario y en superficie. Algo que quedó demostrado en su etapa al frente de la Consejería de Fomento. Es por ello por lo que apuesta por una red "en superficie" coordinada con los autobuses urbanos. Marca, eso sí, como prioridad la prolongación al PTA y defiende dar, de nuevo, marcha atrás con el Metro soterrado al Civil, recuperando el trazado a ras de calle.
Autobuses urbanos
De la Torre ya ha anunciado que impulsará una línea transversal que conectará los distritos de Carretera de Cádiz y Ciudad Jardín, desde la avenida de Europa hasta la plaza de John F. Kennedy. Así como el estudio de otras tres para conectar distintos puntos de la ciudad sin transbordos.
Otra de las medidas pasa por conectar las líneas de autobús con el Metro para favorecer la movilidad sostenible al Málaga TechPark. El plan recoge una nueva ruta de la línea 62 en Cañaveral para unir con la Universidad y Clínico.
El PSOE anuncia un plan estratégico de la movilidad para reordenar las líneas de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) adaptando las frecuencias, recorridos, eficacia, rapidez y accesibilidad a toda la ciudadanía. Ello incluye mejoras en el distrito con mayor frecuencia de la línea 20 y de la 30, así como su funcionamiento los fines de semana (Mangas Verdes).
También actuará sobre la línea 37 de Monte Dorado y ampliará la línea 1 hasta el final del distrito, sin dejar la zona alta de Parque del Sur desatendida. También recoge la creación de plataformas reservadas de transporte público, formando un eje de conexión entre las zonas norte y este de la ciudad.
El programa de Con Málaga recoge que el uso de los buses sea gratuito para menores de 35 años; quiere aumentar los carriles reservados en las vías principales de interconexión, y apunta la creación de carriles bus y líneas transversales específicas de los distritos para acceder a zonas de concentración laboral.
Menciona, por ejemplo, llegar a los polígonos comerciales/industriales por Avenida Pacífico/ MA-22, Avenida Europa, Avenida Ortega y Gasset, calle Jiménez Fraud; a Campanillas/Parque Tecnológico por Teatinos-Asperones y a los hospitales públicos. A todo ello se suma carriles VAO en las vías de acceso a la MA-20 y la A-7.
Ciudadanos quiere reforzar la EMT en los barrios altos de la zona Este, caso de Jarazmín, Pinares de San Antón, Parque Clavero, Cerrado y Limonar. En cuanto a las bonificaciones al uso del transporte público, quiere que sea gratis para los menores de 25 años.
Aparcamientos disuasorios
No es nueva la demanda de puntos de estacionamiento en la periferia que permitan a los conductores dejar su coche y entrar en la urbe a bordo de Metro o autobuses urbanos. Todas las formaciones insisten en desarrollar una red con varios de estos proyectos. En el caso del PP precisan localizaciones como el Palacio de Deportes José María Martín Carpena y estudiar la promoción de otros tres en arroyo Totalán (Málaga Este), Teatinos y Campanillas.
Eliminar la zona azul
El PSOE es el más ambicioso en el plan, ya que asegura que de alcanzar la Alcaldía eliminará este modelo de apareamiento en superficie. En Con Málaga, por su parte, se limita la supresión a los barrios de Huelin y Cruz de Humilladero, remarcando la necesidad de que para poder implantarla en cualquier zona de la ciudad sea necesario el consenso vecinal y la realización de una consulta ciudadana vinculante.