Antes de final de año, posiblemente, la explotación de las 785 plazas en rotación de dos de los más rentables e importantes aparcamientos públicos de Málaga, el de la plaza de Camas (350) y la calle Salitre (435), serán explotados directamente por una empresa privada.
Esta es una de las medidas diseñadas por el equipo de gobierno para amortiguar el impacto económico del proceso de municipalización de la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa). Esta operación, anunciada de manera sorpresiva hace varias semanas, va a suponer un coste próximo a los 25,5 millones de euros en concepto de compensación a los actuales socios privados de la entidad, Unicaja y Empark.
Y el objetivo del Consistorio es que al menos el 50% de esta suma sea sufragada mediante el canon abone el futuro adjudicatario de estos dos edificios en un pago único. Quedan por definir los parámetros económicos del pago y el tiempo de explotación privada de estos edificios.
Sobre la posibilidad de que los adjudicatarios puedan aumentar o disminuir las tarifas de estos parking, se ha subrayado la necesidad de que siempre haya un proceso de diálogo con el Ayuntamiento para evitar "una guerra" de precios.
A la espera de que quede perfilado el calendario, todo hace indicar que habrá que esperar a la segunda mitad del año para que el proceso de municipalización quede completado. Así lo ha apuntado Del Río, quien, acompañado del gerente de Smassa, Manuel Díaz Guirado, ha tratado de explicar las bondades de esta iniciativa.
Respecto a los motivos que ha llevado al Ejecutivo local a avanzar en esta hoja de ruta, Del Río ha aludido a la recomendación realizada por el Tribunal de Cuentas para que el cobro del SARE (aparcamiento en la zona azul) sea íntegramente recaudado por el Ayuntamiento, lo que entra en conflicto con la existencia de dos socios privados en la empresa de aparcamientos.
Reticencia de los socios privados
No obstante, ha deslizado un segundo argumento de peso: la reticencia de las empresas privadas, que poseen el 49%, a construir aparcamientos de residentes. "Los socios privados tienen que ver claro el negocio", ha admitido el concejal, que ha subrayado el interés de estas entidades porque no se vean afectados sus números. Una posición que choca con la disposición municipal a que los parking para residentes no genere beneficios.
Y esto es clave en la apuesta que tiene el equipo de gobierno por impulsar un cuarto plan de aparcamientos para residentes, que incluyen edificios como los de La Trinidad, Flex-Vistafranca o La Princesa.
También ha defendido la propuesta en la idea de tener "autonomía plena" a la hora de adoptar determinadas acciones relacionadas con la futura puesta en funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que acotará el tráfico privado en ciertas zonas de la urbe, y la apuesta por la construcción del intercambiador de la Plaza de la Marina.
En esta apuesta por ampliar la oferta de estacionamiento de los residentes, otra de las acciones planteadas es la de destinar en su totalidad el edificio de Tejón y Rodríguez a plazas para los habitantes del casco histórico de la capital de la Costa del Sol.